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Pueblo soriano de Burgo de Osma
José Luis Borja, el único lutier de Soria

José Luis Borja, el único lutier de Soria

Natural de Burgo de Osma, comenzó a tocar la guitarra a los 8 años, afición que le llevo a iniciarse en la construcción del instrumento

EL NORTE

Sábado, 31 de mayo 2014, 12:56

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Jose Luis Borja, natural de Burgo de Osma, es el único lutier de la provincia de Soria. Sueña con poder vender sus guitarras, que dice «suenan como los ángeles», por el cuidado y mimo artesanal con las que las construye y el secado al que somete la madera. Este burgense, hijo de una conocida familia de etnia gitana, se ha convertido, a base de trabajo y constancia, en el único lutier de la provincia, una afición que espera convertir en su oficio en un futuro próximo, según informa la agencia Ical.

Se ha criado tocando la guitarra y, a los ocho años, sin asistir a clases de solfeo, hacía sonar este instrumento español con pasión y temperamento, una afición que comparte con su hermano José y que también ha heredado su hijo José Luis. A los 25, se inició en el oficio de lutier en una cochera que convirtió en su taller y que la crisis le ha obligado a vender. Ahora, las guitarras de El Burgo se construyen en su casa, lugar donde espera recibir a sus clientes en un futuro próximo.

El proceso artesanal que conlleva construir una guitarra, que según los expertos es una obra de arte, cuesta al menos 100 horas. Borja detalla que lo más importante es el cuidado que se le da a la madera que debe de ser de palosanto de la india, ciprés o nogal, aunque casi todas las que el utiliza son tropicales. «La sometemos a un proceso de secado porque hay que tenerla en un sitio adecuado, sino la madera se contrae. Se debe esperar a que esté en un proceso de maduración óptimo, es decir, varios años, y montarla en un espacio en el que no se supere los 25 grados de temperatura», cuenta José Luis, para apostillar su hermano Jesús que el árbol del que se extrae la madera debe talarse entre el mes de diciembre y enero, en la primera luna, momento en el que la savia está por debajo.

Después de la selección de la madera, esencial para que emita sonidos «equilibrados», según el lutier, se pasa a construir el fondo de la misma, para lo cual dibuja con precisión la muestra y se utilizan topes; tras este paso llegará la cara delantera, la barra armónica, el mástil, y demás elementos como el diapasón, las filigranas con motivos mozárabes, entre otros elementos. «Para ensamblarla utilizamos cola de conejo, el proceso de lijado y barnizado también conlleva mucho tiempo. Además hay que calibrarla bien porque a la hora de tocarla sino no briba la caja armónica», insiste.

Los hermanos Borja han construido alrededor de ocho guitarras, y a éstas se le suman los numerosos prototipos que ha realizado y que la han servido para ir perfeccionando sus instrumentos. Afirma que las guitarras son como los hijos, ninguno es igual al otro y siempre algunas sobresalen en calidad, a pesar de haberse construido con las mismas manos. «Es un traje a medida. Además, para hacerlas bien se toman las medidas al guitarrista y se ha de mirar como ataca las cuerdas. Los instrumentos con el tiempo ganan en calidad, son como el vino que cogen solera», precisa.

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