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Javier García Rodríguez, con los alumnos del Vega del Prado.
Un pingüino de agua templada

Un pingüino de agua templada

Javier García Rodríguez, profesor de la Universidad de Oviedo, acercó ‘Un pingüino en Gulpiyuri’ a los alumnos del Vega del Prado

Victoria M. Niño

Miércoles, 26 de abril 2017, 20:58

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Empezó por una pregunta de su hija: «¿Puede haber un pingüino en la playa de Gulpiyuri?» y el profesor de Teoría Literaria de la Universidad de Oviedo contestó «no, pero...». Javier García Rodríguez acarició una de las posibilidades que le da la ficción, la rodeó de voces y de argumentos. El escritor vallisoletano puso en práctica su convicción académica: «El trabajo de la literatura es dar razones para que algo imposible pueda ser posible». De aquello nació Un pingüino en Gulpiyuri (Oxford University Press), una «celebración de la creatividad, de la aventura, del lenguaje». Ayer habló de esto y de otras muchas cosas a los alumnos del Instituto Vega del Prado. «Como soy un malísimo vendedor de mí mismo y hay muchas cosas más importantes, acabo hablándoles de la importancia de la educación, de que la ficción es lo que nos ayuda a cruzar el espejo de que no todo es tan tenebroso como nos dicen. Tampoco mi generación creció leyendo a Faulkner y debatiendo sobre Descartes».

Y es que Javier no tiene problema en dirigirse a la antesala de los alumnos universitarios. «Solo les digo que me traten bien, que uno por uno don fáciles pero en grupo es otra cosa». Si hay que conectar con sus referentes, sin problema. «Tienen muchos impulsos externos interesantes, está el cine, los videojuegos, las series... Me parecen importantes las series, aunque les digo que son autoreferenciales y menos exigentes que la literatura. Los científicos nos han demostrado que leer pone en marcha infinitas conexiones neuronales que no se mueven ante una pantalla».

El director de la cátedra Leonard Cohen recordó a su público bachiller la importancia del lenguaje: «Es patrimonio de todos y no conviene dejarlo en manos de unos pocos. Cuando se usa bien, evitamos ser engañados».

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