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Jesús Bombín
Jueves, 30 de marzo 2017, 14:10
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Pilar Tena (1955) es hija y esposa de diplomáticos, ha vivido en una docena de países y presume de que el trasiego internacional no le ha hecho olvidar de dónde procede. Ha trabajado diez años en el Instituto Elcano, entre otros destinos laborales, y en la actualidad vive a caballo entre Madrid, Asturias y Amsterdam ocupada en el asesoramiento a fundaciones y en la escritura. La embajadora (Roca Editorial)es su primera novela, un thriller psicológico que hoy presenta en la Casa de la India de Valladolid. El relato se desarrolla en la India y en España y combina la época actual con los años ochenta. «He mezclado hechos reales y ficticios en esta historia que trata sobre ambiciones y traiciones», explica Tena. «Tuve la suerte de vivir en la India en los años ochenta, una época en la que sucedieron episodios que marcaron la historia del país, como la tragedia de Bhopal y el asesinato de Indira Gandhi y ahora, con perspectiva, he aprovechado algunos hechos que tenían un enorme potencial literario».
Considera que la India tiene un magnetismo especial. «Es un país en el que casi todo desconcierta; cuando se llega allí hay que intentar no juzgar, abrir los ojos, escuchar, dejar de lado los prejuicios occidentales. Allí nuestros esquemas mentales sirven de poco». Del país asiático le sorprendió la fortaleza femenina. «La mujer tiene un gran protagonismo y una fuerza enorme, más allá de los clichés occidentales del sometimiento. De la capa social más alta a la más baja, la mujer posee una dignidad y una vitalidad que no dejan de maravillarme», resume.
A través de la novela intenta descubrir la doble cara del mundo de la diplomacia, donde se dan cita el glamur, las fiestas, los viajes ... pero también la dureza y la inestabilidad de una vida a la que se arrastra a las familias de los funcionarios desplazados a capitales del planeta «muy peligrosas en algunos casos». «He visto de todo, incluso situaciones dramáticas en las que esa vida inestable ha tenido consecuencias funestas en las personalidades de los niños». De las capitales en las que ha vivido atesora experiencias de lo más variado. «Irlanda me encanta; de Dublín me quedo con su tradición literaria y la manera de escribir de los autores irlandeses; Nueva York es el delirio, la hiperactividad, energía y agotamiento;coincidió con mi etapa de más plenitud y no sé si ahora me atrevería a repetirlo porque fue de una intensidad enorme; de Australia me marcó la brillantez de Sidney, la sensación de vacaciones permanentes, el atractivo y la intensidad de la buena vida y el misterio de estar en la otra punta del mundo... Y ahora voy y vengo de Amsterdam».
Otra de sus obras es Cómo sobrevivir a un despido, que publicó al perder su trabajo en el Instituto Elcano en 2012 tras diez años en la institución. «Me echaron de un día para otro, fue un trauma tremendo, jamás pensé que me pasaría algo así; me di cuenta de que en esos años había un nuevo mundo en la búsqueda de empleo que nada tenía que ver con lo que pasaba antes y decidí escribir sobre ello, utilicé el libro para salir de ese trauma y ayudar a gente en esa situación». Tanto le marcó la crisis que publicó Contratiempos, un conjunto de relatos sobre cómo la recesión ha cambiado las vidas de mucha gente.
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