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Mariola Membrives, en una de las escenas de la cantata de Bach.

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Mariola Membrives, en una de las escenas de la cantata de Bach. Fran Jiménez

La geometría mágica de la Fura dels Baus

La ‘Cantata campesina’, de Bach, es el hilo conductor de la apuesta presentada en la Semana de Medina

Patricia González

Medina del Campo

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Sábado, 11 de noviembre 2017, 11:25

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Un cuarteto barroco (Divina Mysteria) con voces que se entremezclan con una escenografía vibrante que a su vez está matizada con los acordes creados por varios sintetizadores y teclados electrónicos. Así es la particular visión que la compañía teatral La Fura dels Baus realizó durante la noche de ayer sobre las tablas del Auditorio de Medina del Campo de una de las cantatas profanas, más desconocidas, de Johann Sebastian Bach.

La métrica de los 24 movimientos para dar vida a la ‘Cantata Campesina’ se ensamblaron con los interludios ideados por dos de los siete directores de La Fura, Miki Espuma y David Cid, para mostrar al gran público que «Juan Sebastián es fulero y si pudiera ver esta obra estaría muy satisfecho con lo que hemos creado ya que realmente es una gran fiesta», aseguraron tanto Espuma como Cid, quienes tras más de una veintena de bolos con esta «borrachera de música» consiguieron que su fiesta de la cerveza cantada en alemán antiguo ser una de las más épicas de los 26 años de Música Internacional en la villa de las Ferias.

El patio de butacas recibió con gran expectación este concierto teatralizado que se convirtió en uno de los hitos del festival, como aseguraron muchos asistentes que destacaron el gran «acierto» de la dirección de la Semana de haber incluido esta versión libre de la cantata con el filtro de La Fura.

«Nosotros ya habíamos realizado otros espectáculos con música clásica y Juan Sebastián siempre nos gustó. Entonces decidimos crear una versión de esta cantata, respetando la estructura de Bach y creando los interludios», explicó Cid, que todavía recuerda como en el preestreno de la obra en la iglesia de Vic todos los asistentes salieron encantados. Ahora esta geometría mágica seguirá de gira por varios teatros y festivales españoles hasta el próximo año donde dará el gran salto a Europa y recalará en Alemania, país en el que los más exigentes seguidores de Bach podrán asistir a esta desbordante e imaginativa versión que mezcla a una soprano con una cantadora de flamenco o un violone con un nuevo instrumento de factoría Dels Baus como es una máquina de despellejar maíz.

El Montoro de La Fura

El espectáculo de cerca de una hora y media de duración (la cantata tiene una duración de 20 minutos) narra la historia de un pueblo sajón que celebra su tradicional fiesta del fin de la recogida de la cebada. Pero como en cualquier fiesta o cuento siempre tiene que haber personajes maléficos, héroes y damas. «Es una historia que podría trasladarse a la realidad ya que cuenta una fiesta que tiene problemas con el recaudador. Si lo traemos a la actualidad ese recaudador sería Montoro», relató Cid, quien además es el creador de las imágenes que se proyectan durante toda la obra. Imágenes que van desde textos breves a modo de resumen del libreto inicial a otras más potentes y conocidas por todos como son algunos frangmentos de ‘El Gran Dictador’, de Chaplin.

Multidisciplinar

Las alusiones a Goya, Warhol o Munch se aderezan con el cante de Mariola Membrives y el bailador Miguel Ángel Serrano. Esta mezcla tan ecléctica y universal, según Espuma hace que «sea una obra apta para todos los públicos ya que a pesar de que la cantata no es convencional es una apuesta la que realizamos que gusta ya que en cierto modo nosotros lo que estamos haciendo es un homenaje al maestro y todo ello tiene magia. Podría decir que lo que se ve sobre el escenario es magia». El original atrezzo escénico donde destaca una gran vaca metálica (Sebastiana) y las esculturas de Fernando Bravo hace de todo un pack irresistible que como no podría ser de otra manera finaliza con una invitación a una «caña de cerveza».

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