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Kiti Mánver y Dani Muriel, en la inuguración del Festival Cinhomo. Rodrigo Jiménez
Cuando Kiti fue Juan

Cuando Kiti fue Juan

Kiti Mánver y Dani Muriel inauguran el festival Cinhomo con 'Las heridas del viento', película que han representado tres años en teatro

Victoria M. Niño

Valladolid

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Viernes, 13 de abril 2018, 20:17

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Una película sobre lo que no nos decimos, sobre el amor, así definen Kiti Mánver y Dani Muriel 'Las heridas del viento', que durante tres años han estado representando en el teatro. Esa cinta inauguró ayer el XVIII Festival Cinhomo, que organizado por la Fundación Triángulo, se celebra hasta el día 22.

En blanco y negro, destilado el texto teatral y dos actores que llenan casi todas las imágenes, ese es el planteamiento estético de Juan Carlos Rubio, director de la función y de la película. «Mi personaje era fumador y el suyo bebedor», dice Mánver, «pues hasta eso quitó Rubio. Es casi teatro delante de la cámara, en vez de mirar al público, miramos a la lente. No quería que nada se interpusiese en las palabras».

Palabras que son para Muriel «tan poéticas y potentes que no necesitan de más ayuda». La historia parte de la muerte del padre David, personaje que encarna Dani Muriel, y al recoger sus cosas descubre unas cartas de amor dirigidas a Juan, personaje de Kiti Mánver. «Todos conocemos a alguien como ese padre parco en palabras, que nunca dice lo que siente», explicaba Muriel. Junto a la sorpresa, «la composición de una historia en su cabeza aunque el guion irá manipulando al espectador. Mi personaje dice un par de veces 'no tan rápido', hasta llegar al monólogo final», aclara Mánver.

«El amor son ganas de amar»

Ella se ha travestido en Juan, «no me ha costado mucho pues al llevar tres años en el personaje, como tenemos memoria sensorial, los gestos y las palabras me han ayudado a meterme de nuevo en el papel. Además el rodaje fue en tiempo récord, lo hicimos en siete días lo que nos obligó a estar superconcentrados. Por otra parte, tengo cinco hermanos así que estoy acostumbrada a pegarme, a hacer de fuerte». Si el atrezzo ayuda a dotarla de una barriga masculina, remarca un rostro duro y subraya unos andares varoniles, la voz es modulada gracias a su técnica y alguna ayuda. «Juan es homosexual pero dentro de todas las posibilidades, hemos elegido la de un mariquita inglés contenido que apenas tiene tres momentos de pluma. Lo más característico es su ironía».

Dani, por su parte, se ha acostumbrado a ver en Kiti «un machote, de tanto mirarla en este papel. Su monólogo final debiera estudiarse en las escuela de arte dramático». Historia emotiva, pequeña joya, película de vocación teatral, ambos actores coinciden en estas apreciaciones de una función tan querida para ellos que han participado en su producción cinematográfica.

Relaciones filiales, de pareja, de familia, «todos nos podemos sentir identificados dicen», aunque lancen dardos de la intensidad de «el amor es un golpe de estado» o «amar no es más que las ganas de amar». «Es que así es, el amor te puede elevar o te puede llevar a los infiernos», apunta Kiti Mánver. Quien fue chica Almodóvar y ganadora de un Goya por 'Todo por la pasta' (Enrique Urbizu), trabaja ahora en la siguiente obra de JuanCarlos Rubio. «Ha escrito un guion partiendo de 'Sensible', de Constance de Salm. «Es una novela epistolar que él adapta al teatro, pero en vez de la Francia del XIX, lo traslada a Nueva York, en la época de Lana Turner. Y lo ha mezclado con danza, con el mundo de Chevi Muraday los Losdedai. El resultado es un melodrama bestial, con iluminación de Juanjo Llorens y escenografía de Kurt Allen».

Dani Muriel (Valladolid, 1977) comprometió su presencia en Cinhomo en la pasada Seminci y ha cumplido. Comenzó su carrera en televisión, para seguir en el cine y el teatro. Ha trabajado con Flotats, Olivares o David Serrano, entre otros. Mánver y Muriel bromearon con el hecho de estrenar la película en una plaza a la que no llegó la obra de teatro, con la que han girado tres años, y expresaron su deseo de poder hacerla en la tierra de Dani.

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