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Ana Fernández, Ángeles Blancas, Eduardo Vasco y la pianista vallisoletana Irene Alfageme.
Cocteau y Poulec unen sus 'voces' en el Calderón

Cocteau y Poulec unen sus 'voces' en el Calderón

Eduardo Vasco reúne a los dos genios en una atractiva versión de ‘La voz humana’, con monólogo de Ana Fernández y acompañamiento musical de Ángeles Blancas e Irene Alfageme

Luis Miguel de Pablos

Miércoles, 3 de mayo 2017, 14:17

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La historia nos regala genios de siglo en siglo que la escena nos permite resucitar de cuando en cuando. Jean Cocteau, uno de ellos, fue poeta, novelista, pintor, ocultista, diseñador, crítico y cineasta, pero también dramaturgo y autor de algunos textos universales que no abandonan la escena pese al paso de los años. El genio francés murió en 1963, paradójicamente unas horas después de Edith Piaf, la que fuera su musa e inspiración en obras como La voz humana. Escrita en 1930, Piaf nunca se atrevió a interpretar un monólogo por el que han ido desfilando grandes actrices como Anna Magnani, Signoret o Ingrid Bergman, e incluso algún que otro hombre.

Un caramelo para cualquier actriz que se precie que ahora ha caído en manos de Ana Fernández, protagonista de la versión que Eduardo Vasco estrena los días 4, 6 y 7 de mayo en el Teatro Calderón. Una versión que ha hecho acompañar del riesgo que supone sumarle la partitura que otro genio éste de la música, Francis Poulenc compuso en 1958. De esa mezcla de artes surge la producción que apadrina el propio Teatro Calderón, con la aportación de todos los nombres que pensó su gerente, Chema Viteri, en su momento. Así, tanto la soprano Ángeles Blancas como la pianista vallisoletana Irene Alfageme aportarán la musicalidad ideada por el propio Vasco y que requiere la interpretación de Ana Fernández.

Un estreno nacional que, en palabras de sus protagonistas, se aleja de todas las versiones anteriores y que sorprenderá al público por esa fusión de artes que propone el director madrileño. «Tanto al género operístico como también al teatral hay que empezar a mirarles desde otros ángulos», señaló en la presentación, destacando el buen ambiente y tándem formado por Ana Fernández y Ángeles Blancas durante los ensayos.

Un texto, «que es toda una obra universal», que aborda la soledad de una mujer cuando es abandonada por su pareja. Algo tan humano como la resistencia a la pérdida y los sentimientos que subyacen en la protagonista remueven no solo al espectador en su butaca sino también al propio personaje interpretado por Ana Fernández. «Es un texto que hay que hacer con cierta experiencia vital, y que muchas actrices se han arrepentido de hacer muy jóvenes. En mi caso me dejo guiar por ella todo el tiempo, y por su mirada», apunta la actriz sevillana, que considera todo «un regalo» este monólogo.

Para Ángeles Blancas, mientras, no le es desconocido este proyecto, ya que ha tomado parte en distintas producciones de La voz humana. «Esa experiencia me permite ahora verlo con otra perspectiva que disfruto más», asegura, añadiendo que «aunque lleguemos al año 2500, habrá alguien que retome el texto de Cocteau».

La soprano quiso agradecer en la presentación una conjunción de artes que habitualmente no se da, «una unión que es tan necesaria para nuestro país y para nuestra cultura». Reconoció, además, la posibilidad de desarrollar sus textos hablados, una licencia concedida por Eduardo Vasco que le concede un toque personal a esta versión.

Por último, la pianista Irene Alfageme agradeció la posibilidad de volver al Teatro Calderón, «donde realicé mi primer concierto», y hacerlo con una partitura, la de Poulenc, «que te permite aprender de las sensaciones que se viven en escena. El propio autor dijo sentirse invadido cuando la escribía», reconoció la vallisoletana.

Chema Viteri, mientras, destaca el gran equipo formado para este proyecto donde lo «plástico se integra en el texto, y éste con la música».

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