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José Luis Alonso de Santos, de pie, junto a Germán Vega.
«La paloma no volaría mejor sin resistencia, igual que nosotros no volaríamos sin los problemas

«La paloma no volaría mejor sin resistencia, igual que nosotros no volaríamos sin los problemas

José Luis Alonso de Santos desgrana la «búsqueda dramática de la bondad» en la segunda sesión del ciclo ‘Se habla literatura’ organizado por la Fundación Delibes y la Casa Cervantes

Luis Miguel de Pablos

Martes, 4 de abril 2017, 13:17

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Escuchar a José Luis Alonso de Santos equivale a abrir un libro un domingo por la tarde tumbado en el sofá. Puede hablar de amor, del desamor, pocas veces de terror y algunas, como la de ayer, de la bondad. De la búsqueda dramática de la bondad. Y siempre, sea domingo o lunes por la tarde, con el componente emocional a flor de piel para que no abandones hasta la últimas de la páginas.

Con el aforo limitado por las estrecheces que obliga la biblioteca de la Casa Cervantes, el dramaturgo vallisoletano protagonizó la segunda sesión del ciclo Se habla de literatura, organizado por la Fundación Miguel Delibes y el propio Museo Casa Cervantes, para embelesar a los presentes con su oratoria fácil y verbo fluido. Tan fácil y tan fluido que su conferencia arrancó de una frase arrancada en el periódico mientras viajaba en tren hacia Valladolid -«porque las grandes frases no están muy lejos», aseveró-. Y cómo va lo mío con el prójimo, rezaba el recorte. «Ésa es la bondad», comenzó Alonso de Santos poco antes de introducir a los presentes sobre la escritura y los caminos que atraviesa el escritor para llegar a la bondad de la literatura.

«Ya sea en literatura, en teatro o en arte en general trabajamos con la bondad en dos sentidos. Queremos que el texto sea bueno en calidad y que sea bueno en cuanto a finalidad porque igual que un labrador trabaja para algo, con un objetivo, el escritor persigue una finalidad», explicó, entendiendo al escritor como un creador de situaciones imaginarias mediante metáforas que buscan una finalidad.

Como un guion pausado y perfectamente estructurado, el autor de La estanquera de Vallecas, Bajarse al moro o ¡Viva el duque, nuestro dueño! fue introduciendo a los presentes a la motivación que rodea a los escritores. En términos más profundos, a la razón práctica que les inunda. «El intento básico de hacer claro lo oscuro, de dar forma a lo deforme y, en definitiva, de dar sentido a lo que no lo tiene», apuntó, aclarando que la primera disposición del ser humano es de tipo fantástico. «El ser humano parte del patos para, a partir de ahí, crear un logos. Pero lo primero es la fantasía. Porque un niño primero juega y luego lo entiende», añadió.

En este punto, Alonso de Santos particularizó en el escritor de teatro y en la búsqueda de un conflicto para desarrollar la trama. Porque sin problema no hay obra. «Es el material básico con el que trabajamos, con el conflicto. Con el problematismo, que decía Ortega», señaló, echando mano de la paloma kantiana para ejemplificar sobre el verdadero significado de los problemas en nuestras vidas. «La paloma, que siente la resistencia del aire, podría imaginarse volar mejor en un espacio vacío. ¡Pero no! La paloma no volaría mejor, igual que nosotros volamos por la resistencia de los problemas», aseguró.

La vida es un puro problema, «y si no lo hay o son falsos problemas, la obra nos aburre», añadió el Premio Castilla y León de las Letras en 2010. «El destino nunca está a favor de los seres humanos», comentó, apuntando uno de los juegos que propone a los alumnos cuando ejerce de conferenciante en los colegios. Alonso de Santos se sienta frente a ellos y les explica el Romeo y Julieta -«son chavales de 14 y 16 años como ellos», apunta- antes de animarles a inventar uno distinto. «Si Romeo le dice a Julieta que la quiere, Julieta responde que ella también, y los padres asienten y les ponen un piso, ¡se acabó el texto y la obra!», exclamó, subrayando la importancia del conflicto/problema en el guion, y la parte emocional de los mismos -«la sal de las comidas», explicó- para que la obra tenga éxito.

La próxima sesión del ciclo se hará esperar hasta el 22 de mayo, con el escritor Luis Roso como protagonista.

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