El Observatorio de la Cultura destaca la Seminci como principal evento artístico regional

Un informe de la Fundación Contemporánea, que desde el 2009 toma el pulso al sector a través del Observatorio de la Cultura, sitúa a Castilla y León en el séptimo puesto de las comunidades autónomas españolas en cuanto a calidad e innovación de la programación cultural desarrollada a lo largo de 2016.

En el documento figuran Madrid, Cataluña y el País Vasco como las comunidades más destacadas en calidad e innovación, a distancia de Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia y Castilla y León, que aparece en séptimo lugar por delante de Navarra, Cantabria y Asturias. El informe se elabora a partir de un cuestionario que se envía a un panel de expertos formado por más de mil profesionales de la cultura en España, en el que figuran escritores, cineastas, artistas, actores, músicos, arquitectos, creadores de todos los campos, directores de museos, productores, editores, galeristas responsables de fundaciones y de industrias culturales, además de gestores con responsabilidad en las administraciones central, autonómica y municipal.

En la elaboración del panel han participado finalmente 361 expertos que han completado el cuestionario remitido por la Fundación Contemporánea. En el caso de Castilla y León fueron el 12,6% de los profesionales consultados los que mencionaron aspectos de vinculados a la calidad de la programación regional del pasado año (14,5% en 2015). En cuanto a innovación fueron el 9,2% los que la valoraron frente al 8,7% del año anterior.

El escalafón de ciudades más innovadoras culturalmente lo encabeza Madrid, seguida de Barcelona y Bilbao, y la primera ciudad castellano y leonesa que aparece reflejada es Valladolid, en el puesto número 15, seguida de León, ambas citadas por el 3,5% de los consultados. En cuanto a la calidad de las propuestas culturales, Valladolid aparece en el puesto número 12, y León en el 19.

Sobre los campos de la cultura más apreciados, los panelistas destacan la gastronomía, valorada con 8,25 puntos; diseño, con 8,25%;fotografía, con 6,97; moda, con 6,91; teatro, con 6,85; literatura, con 6,85, y artes plásticas, con 6,53, seguidas de arquitectura, cine, música clásica y contemporánea, danza y vídeoarte con calificaciones entre 6,53 y 6,01 puntos en el informe. En la escala de acontecimientos e instituciones culturales nacionales se cita en primer lugar al Museo Nacional del Prado, seguido del Museo Reina Sofía, San Sebastián 2016 Capital Europea de la Cultura, el Teatro Real, el Museo Guggenheim, el Festival de Cine de San Sebastián, Matadero Madrid, Fundación Mapfre, PhotoEspaña, ARCO, Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y CaixaForum, entre otros foros.

La Semana Internacional de Cine de Valladolid aparece en el puesto 27 de esa lista, con una valoración ligeramente superior a la del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, el Museo Picasso de Málaga y el Instituto Valenciano de Arte Moderno. En el ámbito regional, la Seminci lidera la programación cultural más valorada por los expertos consultados por el Observatorio de la Cultura, seguida por el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, el Museo de la Evolución Humana, el Hay Festival Segovia, la Feria de Teatro de Castilla y León de Ciudad Rodrigo, Titirimundi de Segovia, el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid (TAC), el Museo Nacional de Escultura, el centro de Arte Caja Burgos, Cir&Co en Ávila y el Festival de Teatro Alternativo (FETAL) de la localidad vallisoletana de Urones de Castroponce.

Carencias

Otros aspectos que se abordan en el informe aluden a la recuperación económica del sector cultural anunciada el pasado año tras seis años de ajustes. Así, el 32,4% de los consultados trabaja con un presupuesto superior al del ejercicio anterior (frente al 33,5% de hace un año) y para un 55% el dinero disponible en esta anualidad será similar al del pasado.

Por primera vez se analizan las carencias del panorama cultural de las ciudades y se concluye que los consultados demandan mejores políticas culturales, más planificación a largo plazo y equipamientos. Se señala también que es preciso una «mayor profesionalización» de la gestión cultural, con más personal y mejor formado, así como una mayor coordinación entre administraciones y más colaboración entre el sector público y el privado. «Falta público para la cultura y se necesitan programas para su desarrollo, con especial énfasis en los niños y jóvenes. Hay que mejorar la comunicación de la cultura», se concluye.

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