El Premio Treciembre mantiene la promoción de los poetas españoles

La poesía es emoción y tiene memoria. El grupo Sarmiento y Juan de Baños convocó ayer la segunda edición del Premio Nacional de Poesía Treciembre con la intención de mantener la promoción de los poetas españoles, asegurar la calidad de los trabajos y llegar al centenar de obras recibidas desde todos los puntos de España. Araceli Sagüillo recuerda que se creó para no olvidar a dos personas importantes en su vida como fueron Andrés Quintanilla Buey y José Luis Quintanilla Sagüillo y que Treciembre fue el último poema que escribió su marido Andrés Quintanilla.

Carlos Aganzo, director de El Norte de Castilla y miembro del jurado, aseguró que «el año pasado abrimos una ventana a la poesía de la gente joven y este año es más amplio, más abierto».

En tiempos en los que «hay dificultad de publicar poesía», los organizadores del Premio Treciembre apuestan por «proteger la poesía, porque es la que más sufre en los tiempos de crisis».

Mostró su satisfacción por la buena respuesta en la primera edición del año pasado que ganó Eduardo Roldán, «porque se cumplieron todos los objetivos que nos habíamos propuesto. En esta segunda edición, esperamos llegar a al centenar de trabajos recibidos, doblando a los del año pasado».

En referencia a las bases de la edición anterior, indicó una pequeña variación, «este año la entrega será por triplicado, en vez de quintuplicado» y considera que «hay que estar contentos por presentar esta segunda convocatoria, aunque los premios se consolidan a partir de la tercera edición».

Coincidió con Araceli Sagüillo y José Antonio Valle en que «los tiempos de crisis son buenos para la creatividad, aunque es curioso que haya más poetas, pero menos libros publicados».

Precisamente, la publicación del libro será el premio que reciba el ganador de esta segunda edición del Premio Treciembre, «más abierto en cuanto a la edad. Queremos que participen todo tipo de poetas españoles, desde noveles o jóvenes hasta mayores. No queremos restringir la participación a nadie».