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El Museo del Prado presenta la exposición del pintor del romanticismo Genaro Pérez Villaamil.
Una rareza romántica en El Prado

Una rareza romántica en El Prado

El museo exhibe el restaurado díptico con vistas monumentales de ciudades españolas de Genaro Pérez Villaamil

Miguel Lorenci

Sábado, 20 de diciembre 2014, 07:21

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La sala Sotheby"s anunció en 2011 la salida al mercado de una verdadera y atractiva rareza de la pintura romántica española. Un díptico con más de cuarenta vistas de algunas ciudades españolas pintado por el maestro romántico Genaro Pérez Villaamil. El Prado anduvo avisado y se hizo por 100.000 libras (algo menos de 130.000 euros) con esta insólita pieza que, brillantemente restaurada, se incorpora a la colección permanente del museo que dirige Miguel Zugaza desde hace 13 años.

Ficha

  • Qué Vistas monumentales de ciudades españolas. El pintor romántico Genaro Pérez Villaamil.

  • Dónde Museo de Prado. Paseo del Prado s/n. www.museodelprado.es

  • Cuándo Hasta el 6 de septiembre de 2015.

  • Cuánto Entrada general 14 euros. Reducida 7. Gratis de lunes a sábados de 18 a 20h y domingos y festivos de 17 a 19h.

El Prado presentó el martes la pieza tras su adquisición en 2011 y su restauración a cargo de Lucía Martínez. Es una obra inédita y única en su género de Pérez Villaamil (El Ferrol, 1807-Madrid, 1854), el más destacado e influyente paisajista del romanticismo español. Se conforma con 42 pequeños óleos sobre hojalata, madera y papel, de 13 por 18 centímetros, enmarcados en dos molduras góticas de pino y ébano tan raras como las propias pinturas.

George Villiers, embajador británico en Madrid y luego Lord Clarendon, adquirió la pieza, que durante años estuvo en su mansión convertida en un biombo. Soportó el paso del tiempo sin ninguna intervención ni mantenimiento para librarla de los depósitos de polvo y suciedad acumulados durante más de siglo y medio.

Fue realizada entre 1835 y 1839 para el diplomático británico, que durante su estancia en nuestro país reunió la mayor colección de pinturas del artista romántico. Las 42 vistas de este inédito y singular conjunto en el género del paisaje, sobre todo de Sevilla y Toledo, están incluidas en un marco rematado en ojivas, según un gusto muy británico relacionado con el "revival" gótico.

Tras su restauración integral con el apoyo de la Fundación Iberdrola, que ha corregido la ondulación de los remates ojivales pintados sobre papel adherido a madera, el díptico se expone temporalmente en la sala 60 del edificio Villanueva del Prado, junto a otras pinturas, acuarelas y dibujos del propio Pérez Villaamil. Se muestran también los volúmenes con las litografías de "La España Artística y Monumental", gran proyecto editorial que él mismo dirigió, y dos pinturas de su maestro, David Roberts.

El conjunto permite completar la aproximación «a un artista decisivo para la comprensión del romanticismo en España», según Javier Barón, jefe del Área de Conservación de Pintura del Siglo XIX. «Estamos, ante el trabajo más ambicioso y preciso de Villaamil, que en lugar de permanecer en el estudio realiza estas pinturas del natural y nos ofrece una visión inédita, inmediata y brillante de las ciudades españolas hace 175 años y refleja el interés del artista por las ricas ornamentaciones mudéjares y góticas» resumió Barón. Calificó de «muy singular» esta colección de preciosas hojalatas «que forman una especie de guía turística».

«Con esta muestra celebramos la adquisición de esta obra tan especial, que completa la obra de Villaamil en el Prado, así como el laborioso trabajo de restauración realizado», dijo Miguel Zugaza, que aprovechó la ocasión para felicitarse por la intensa y constante labor de restauración en los talleres del Prado, por los que han pasado en los últimos año más de 300 piezas entre pinturas, esculturas y marcos.

Las planchas de hojalata forman «un compendio de todos los recursos pictóricos de Pérez Villaamil», explico Lucia Martínez. Conservan en su envés las huellas del pintor, que recurrió a una preparación oleosa de un tono claro que ensalzara los efectos lumínicos. «Utilizó el óleo con una destreza que le permite lograr efectos parecidos a los de sus dibujos y acuarelas» concluyó la experta.

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