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Rafael Santandreu con una calavera, símbolo de la muerte, protagonista en algunos de sus libros.
Rafael Santandreu: «Nos exigimos una barbaridad y eso nos llena de temores hasta la depresión»

Rafael Santandreu: «Nos exigimos una barbaridad y eso nos llena de temores hasta la depresión»

Presenta el jueves 9 en el Aula de Cultura de El Norte su libro 'Las gafas de la felicidad', en el que aporta claves para «cambiar el diálogo interno» y ser feliz

JESÚS BOMBÍN

Miércoles, 8 de octubre 2014, 12:13

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Ha acuñado los términos terribilitis y necesititis para definir las tendencias a creer que cualquier adversidad es terrible y que necesitamos muchas cosas para estar bien. Ambas ideas son el padre y la madre de una buena parte de las enfermedades emocionales, una plaga a la que el psicólogo Rafael Santandreu lleva años enseñando cómo plantar cara. Ha plasmado sus enseñanzas en libros como El arte de no amargarse la vida y Las gafas de la felicidad y mañana acude al Aula de Cultura de El Norte de Castilla en la Casa cómo para derribar obstáculos en el camino de la felicidad.

¿Cómo son sus gafas de la felicidad?

Todos sabemos, según el dicho popular, que todo es según el cristal con que se mira. Pero no captamos la importancia del concepto. Es la llave para transformarnos.

¿Cómo se lleva a la práctica?

El método cognitivo es realmente brutal, porque lo que persigue es ese cambio que mucha gente que ha sufrido un accidente o una enfermedad muy grave, te cuenta que después de pasar por ello se toma las cosas de otro modo: me dedico a lo que más me interesa, ya no me estreso.... Se trata de hacer esto sin que sea necesario tener un accidente.

¿En qué se inspira en sus libros?

En la psicología cognitiva, que es la más efectiva de todas las terapias. Hay más de mil estudios publicados que refrendan su eficacia. Se trata de una especie de lavado de cerebro benéfico: buscamos que a la persona se le gire la cabeza y vea el mundo de otra forma: sosegada, alegre, sin miedos.

¿Cómo se aprende a estar bien?

Tienes que cambiar tu diálogo interno. Lo que te dices todos los días a ti mismo, especialmente cuando te suceden adversidades. Las personas fuertes tienen un diálogo particular. Y las personas débiles otro diferente. Por ejemplo, Stephen Hawking, el científico en silla de ruedas, tiene un diálogo antiqueja. Él se dice: «Quejarse es inútil y una pérdida de tiempo. No lo pienso hacer jamás». Hay toda una serie de principios, que llamamos racionales, que transforman tu mundo emocional.

Habla de que el 30% de la gente está fatal. Y advierte de que esa cifra aumentará

Se debe a que el mundo se ha vuelto hiper exigente. Nos exigimos a nosotros mismos una barbaridad de cosas: ser elegantes, listos, extrovertidos, tener novia, un buen trabajo, una buena casa, estudios y si fallas en alguna sola, nos decimos: «¡Soy un maldito gusano de la peor especie!». Esta megaexigencia nos bloquea, nos llena de temores hasta la ansiedad y la depresión.

¿Cuál es su propuesta?

La solución es combatir la terribilitis y la necesititis. La terribilitis es la tendencia a creer que cualquier adversidad es ¡terrible!. «Si me dejase el novio, eso sería terrible»; «Estar en el paro, sería terrible». Fíjate que las personas más fuertes, jamás se dicen eso. Hawking es feliz pese a no poder caminar ni hablar. La necesititis es la creencia de que necesitas mucho para estar bien. La verdad es que los seres humanos solo necesitamos la comida y bebida del día para ser super felices. Todo lo demás es accesorio. Pero la necesititis no es solo de bienes materiales, sino también inmateriales: creer que necesitas pareja, que te respeten, una vida emocionante

Piensa que la sociedad no tiene solución, que solo es posible la salvación individual ¿Por qué?

Porque nuestra civilización, que es global, se dirige hacia la destrucción psicológica y ecológica y eso no lo puede parar nadie. Nuestra locura se basa en la idea de cuanto más mejor, la idea del progreso continuo, del crecimiento a pesar de todo. Pero a mí eso no me preocupa: algún día tenía que acabar esto. Pero sí podemos salvarnos a nivel individual: ser felices mientras vivamos sin presiones estúpidas.

¿Donde está la línea que marca la necesidad de adaptarse a un entorno, huir de él o combatirlo?

Podemos ser felices en cualquier lado prácticamente en cualquier situación si estamos bien preparados mentalmente. Yo hago lo que me apetece más en cada momento. Estar en el Caribe tomando el sol podría ser guay, pero estar en Barcelona trabajando también lo es Valoro lo que es más fácil, lo que me apetece, lo que me puede divertir en cada momento Quedarte o marcharte son dos buenas opciones, siempre y cuando te des cuenta de que podrías ser feliz en ambas situaciones.

¿Hay un personaje que sea su referente de vida feliz?

Muchos. Mi querido Stephen Hawking, pero también Joan Pipa, el último pastor trashumante del Pirineo. Pasa meses solo, con sus ovejas, por el campo. Y es un tipo genial y feliz. Joan tiene una filosofía maravillosa y de ahí su amor por la vida.

¿Cuáles son las plagas mentales de nuestro tiempo?

La creencia irracional de que necesito a alguien que me quiera a mi lado ha hecho mucho daño. Porque si no lo tienes, te haces un desgraciado a ti mismo. Y si la tienes, también. Porque genera parejas dependientes, quejicas, infelices. La idea de que el buen amor es un amor pegajoso y exclusivo hace que actualmente el 75% de los matrimonios no vayan a durar más de 15 años. En un futuro próximo casi todo el mundo será separado o divorciado.

Proyecta abrir un gimnasio mental.

Será un gimnasio en el que, como en uno deportivo, se podrá ir durante la semana para hacer psicohigiene y prevención para tener una gran salud mental. Se trataría de enseñar a vivir feliz, que ante cualquier adversidad no te puedas deprimir y disfrutes más de la vida ganando capacidad para trabajar, amar..

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