Borrar
Maximiano Trapero, Joaquín Díaz y José Manuel Pérez-Prendes, ayer durante el simposio celebrado en el Centro E-Lea de Urueña. El Norte
El romance abre el camino en Urueña para ser Patrimonio de la Humanidad

El romance abre el camino en Urueña para ser Patrimonio de la Humanidad

Un simposio de la Fundación Joaquín Díaz reúne en el Centro E-Lea a especialistas en el romancero

Jesús Bombín

Miércoles, 9 de julio 2014, 12:22

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El año pasado los principales expertos mundiales en hispanismo se reunieron en Argentina y acordaron que en 2016 celebrarían un congreso en la localidad vallisoletana de Urueña, que acoge la sede de la Fundación Joaquín Díaz. Antes, hay una cita intermedia que comenzó ayer en la localidad vallisoletana con el romance como protagonista. «Ha habido un intento de declarar el romancero Patrimonio de la Humanidad y este foro es una especie de portal para hablar de la importancia de romancero, plenamente vivo en América, e impulsarlo», apuntaba Joaquín Díaz ayer tras la apertura de una cita que continúa hoy. «Dentro de dos años seremos el foco de atención, porque vamos a despertar el interés por un tema que en España parece aparentemente olvidado, pero solo está dormido».

En este aliento al romancero el simposio tiene una relevancia especial junto al trabajo de la asociación Lyra Mínima, integrada por especialistas en lírica y épica hispánica. «El romance forma parte de la memoria colectiva que han alimentado los grandes cantores del género; a Urueña ha venido gente muy diversa a hablar de su trabajo, hay quien está trabajando en el romancero en Chile y ha grabado su intervención para darla a conocer aquí».

Recuerda Joaquín Díaz que el romance en la vertiente escrita y oral «es un texto que se recita, se canta o se lee y tiene un número indeterminado de versos de ocho sílabas». Aunque en España se ha debitado su uso, considera que aún pervive. «Siempre se ha dicho que el español cuando hablaba lo hacía en romance, y ello no quiere decir en lengua procedente del latín, sino que hablaba en ocho sílabas, un ritmo que a nosotros nos caracteriza».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios