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Solo el 18% de los jóvenes vive en un hogar propio

Solo el 18% de los jóvenes vive en un hogar propio

Castilla y León ocupa la undécima posición autonómica en población de 16 a 35 años que tiene ya una independencia residencial

Ana Santiago

Valladolid

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Lunes, 27 de noviembre 2017, 13:38

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Adquirir una vivienda supone un compromiso serio apuntalado por un buen contrato de trabajo, avales y seguridad. Todo un lujo para cualquier joven saber qué va a ser de su vida simplemente dentro de seis meses. El alquiler abre algunas puertas más; pero también hay unas exigencias de fianzas, adelantos, garantías para el propietario –cada vez más ­desconfiando en el arriendo de una segunda vivienda– muy difíciles de cumplir incluso con trabajo porque el salario, casi siempre es escaso.

Esto sujeta a los jóvenes en casa de sus padres y lo hace más tiempo de la cuenta. Un buen porcentaje está en plenos estudios, cada vez más largos y costosos con el acúmulo de máster y formación de postgrado; otros simplemente no encuentran empleo y los que lo tienen suele ser bajo la amenaza de la temporalidad, también del contrato a tiempo parcial y del mileurismo.

Los datos

  • 18,2% Es el porcentaje de los jóvenes de entre 16 y 34 años de la comunidad que logran ivir en un hogar propio.

  • 2002 Es el año que registró la última tasa alta de emancipación.

  • 65,5% Es el porcentaje de jóvenes que logra vivir independientemente que optan por el alquiler de vivienda.

  • 60,8% Es el porcentaje de jóvenes con contratos temporales.

Así las cosas, la convivencia en la residencia paterna se alarga más de lo deseable y esperable y Castilla y León no solo no es una excepción, sino que registra una de las peores tasas de emancipación de España y suma una de las más altas de huida de la comunidad en busca de una oportunidad fuera. La región ocupa la undécima posición entre las comunidades en población de entre 16 y 35 años que tiene ya una independencia residencial

El Observatorio del Consejo de la Juventud de España, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, revela que ­entre los 30 y los 34 años todavía tres de cada diez castellanos y leoneses viven en la casa familiar y seis de cada diez entre los 25 y los 29 años. Por ­debajo de dicho tramo, los datos de emancipación son más bajos pero es la edad propia de los estudiantes de instituto, universitarios o ­formación profesional; lo que hace más lógicos los datos.

La subida del aquiler y la dificultad del acceder a un crédito hipotecario impiden independizarse

La tasa de emancipación residencial de la población joven de ­Castilla y León es inferior a la del conjunto de España y ello pese al ligero repunte –de décimas– interanual registrado. La situación laboral de la comunidad «es más positiva también en términos de ocupación y desempleo que el de la media del país, con una tasa de paro del 26,1% y un nivel de contratos a tiempo parcial inferior al del resto de autonomías. Sin embargo, la subocupación en Castilla y León es superior al resto de España, como sucede con la temporalidad que, en la región, es de un 60,8%, entre las más altas del país que tiene una media de 57,1%. También la sobrecualificación es mayor que en las demás regiones. Las personas asalariadas que no cursan estudios y que tienen una ­instrucción académica superior a la que exige como mínimo la ocupación que desempeñan es un fenómeno que alcanza en Castilla y León al 57,5% asalariados jóvenes. Esta situación de alta titulación se mantiene en España entre una horquilla muy estable comprendida entre el 52% y el 55%.

El observatorio indica que lo recomendable sería no dedicar más del 30% a la casa

El informe del Observatorio, que trabaja entre otras con las ­encuestas de Instituto Nacional de ­Estadística y de la EPA, señala que es «algo resaltable dentro de la comunidad, por su gran repercusión, el menor peso de la población joven en su estructura demográfica». Castilla y León «presenta una de las tasas más altas de pérdida de población joven, con una pérdida en 2016 de 9,3 ­personas jóvenes por cada mil habitantes en favor de otras comunidades». Además, la tasa de actividad de los menores de 30 años es menor que la de España en su conjunto. El último trimestre de 2016 constató una ­caída del 3,26% en términos ­interanuales.

La emancipación de este colectivo en Castilla y León –el informe abarca de los 16 a los 34 años– a lo largo del último año experimentó un comportamiento dual, puesto que disminuyó ­intensamente entre los que tenían entre 16 y 24 años, a la vez que aumentó entre en la franja de edad comprendida entre los 25 a 29 años. Los datos también revelan una caída de la emancipación entre las mujeres de esa edad.

Pocos, muy dispersos y con preferencia por las zonas urbanas

Castilla y León es la quinta comunidad con menor población joven, con 329.135 adolescentes y jóvenes entre 15 y 29 años, el 13,4% de sus 2,4 millones de habitantes, frente al 15,3% de peso de este grupo poblacional en el conjunto nacional. Además, dada la dispersión de la comunidad, los jóvenes prefieren las nueve capitales para vivir, de forma que se concentra el 44,5% en zonas urbanas, frente al 22% que opta por hacerlo en pequeños municipios, de hasta 2.000 habitantes.

El Observatorio de la Juventud en España recoge en un informe sobre este colectivo revela que España tiene actualmente la población joven que tenía en 1960, pero un menor peso demográfico. Si hace medio siglo su peso era del 23,4% –ya que había menos habitantes–, en 2016 se registró ese 15,3 citado. Las comunidades marcadas por una decreciente tasa de natalidad, un envejecimiento al alza y una mayor migración desde el mundo rural al urbano son también las que cuentan con menos jóvenes entre sus habitantes. Así, la representación juvenil en Asturias es del 12%, apunta el informe; lo que la convierte en la comunidad con menor incidencia de la juventud en su población. Le siguen Galicia y el País Vasco, ambas con el 13%, Cantabria con el 13,2%, y Castilla y León con el 13,4%.

Las asturiana, gallega, cántabra y la castellano y leonesa son precisamente las comunidades que con más dedicación impulsan y reclaman una Estrategia Nacional para el reto demográfico.

En cuanto al nivel formativo de la población joven, las personas con titulación superior representan un 26,9% del total de los emancipados, por encima de la de España en su conjunto, aunque también es superior el porcentaje de personas con estudios primarios, un 7,7% del total.

La población activa de 16 a 29 años en Castilla y León (51,6% del total) presenta una caída en términos interanuales del 3,26% y la ocupada, en cambio, aumentó en un 6,34% respecto al año anterior, ­incremento que se dio principalmente entre los menores de 25 años, con un 13,5% de población con trabajo más que en el ejercicio anterior. De este modo, la tasa de paro descendió en un 22,99% respecto al año anterior (situándose en un 26,1%), una de las más bajas de España. La caída del paro fue superior entre las mujeres menores de 30 años, de un 33,2%; lo que deja una tasa de paro femenino del 25,2%.

Tipo de jornada

El tipo de jornada influye ­claramente en la calidad del trabajo y en las posibilidades de lograr vivir en casa propia. El Observatorio detecta un aumento de empleos a jornada completa –crecen un 10,49% respecto al año anterior– y, a la par, un ­descenso de los contratos a tiempo parcial del 3,15%, hasta situarse en un 27,7% del total, algo más bajo que el resto de España. En cuanto a la permanencia en la empresa, otro factor determinante, hubo una ­caída del 6,36% respecto al año anterior de las personas que llevaban en la misma más de tres años. Con todo, es un porcentaje superior al del conjunto español. En cuanto a la llamada subocupación, al empleo precario, desciende el 17,08% respecto al año anterior, con una tasa del 20,3%, cifra superior a la de España, sobre todo entre los más jóvenes y entre las mujeres ocupadas menores de 30 años, con un 23,4% de ellas con disponibilidad y voluntad de trabajar más horas.

En cuanto a los salarios, los ingresos de los hogares jóvenes de la comunidad cayeron el 2,4%, situándose en 18.742,51 euros anuales. Tanto en el caso de la retribución de la persona joven como de los ingresos del hogar en su conjunto, las cantidades alcanzadas en Castilla y León son inferiores a las del conjunto de España. En el año 2015, la pobreza entre los menores de 30 años de la comunidad alcanzaba al 34,1% . De hecho, la población joven desempleada y los hombres de dichos tramos de edad son los que padecían un mayor riesgo de exclusión social.

Los ingresos medios se sitúan en 18.742 euros, lo que dificulta salir del domicio familiar

La posición de las personas menores de 30 años en Castilla y León para acceder a una vivienda es mejor que en otras autonomías. Sin embargo, respecto al año anterior, empeora el alquiler. Al descenso de los ingresos del hogar joven, hay que sumar el aumento del 5,75% del precio de la renta de un piso. Así, el esfuerzo que deben hacer estas personas se lleva hasta el 50,6% de su renta.

En el caso de la compra, los precios experimentaron un descenso del 1,53% en un año, caída concentrada en la vivienda de segunda mano. De este modo, se redujo el porcentaje de renta que deben dedicar para adquirir una vivienda con compra hipotecaria. Acapara hasta el 44,7% del sueldo.

Caro para una persona

El trabajo del Consejo de la ­Juventud destaca que «para un hogar joven la vivienda en Castilla y León sería accesible a un coste inferior al 30% recomendable, no ocurriendo así en el caso de la emancipación en solitario, que se hace inviable con los precios y la capacidad adquisitiva de los jóvenes en la actualidad». El alquiler, por lo tanto, se impone como una oportunidad mucho más real y útil porque bajo la marca de la temporalidad ni siquiera se puede ­apostar por la misma ciudad. Así, el 65,5% de los jóvenes de hasta 30 años que lograr emanciparse lo hace en vivienda de alquiler y esta opción ­crece en ocho puntos, mientras que el 16,2% tiene domicilio en propiedad con hipoteca.

Respecto 2014, «se observa una reducción del 5,76% del coste efectivo en compra de vivienda y un aumento del 18,11% por el alquiler».

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