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Uno de los caballos hinchables de la compañía Des Quidams, que abrieron el desfile de este martes entre cientos de curiosos.
Mejor de pingüino que de Tarzán

Mejor de pingüino que de Tarzán

Una noche gélida acompaña el desfile grande del carnaval de Segovia

c. blanco

Martes, 17 de febrero 2015, 23:58

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El termómetro marcaba 3º y bajando. Eran las ocho de la tarde y cientos de curiosos se abrigaban de los pies a la cabeza para hacer el paseíllo a los valientes que han querido demostrar que el del Martes de Carnaval es el desfile por antonomasia de estas celebraciones. En Segovia también hay transgresión, pero con prevención. Los chicos de la comparsa de Apadefim y los cosacos de Los Semaforitos fueron los más precavidos esta vez.

Y es que el motivo de sus disfraces invitaba a marchar calentito. Los primeros, una bandada de pingüinos y de muñecos de nieve muy invernales, muy acordes con el calendario y con el mercurio. Mejor así que disfrazados de Tarzán, comentaba alguno en asentimiento a ese dicho de 'ande yo caliente...'. Los segundos, embutidos en unas casacas rojas con pinta de abrigar lo suyo y unos gorros de paño para que las cabezas no se enfriasen.

Otros entraban en calor de las más variadas maneras. Por ejemplo, bailando las coreografías preparadas para desfilar en esta jornada grande del carnaval. Es el caso, como no podía ser de otra manera a tenor del origen de la agrupación y de su nombre, de los integrantes de la comparsa Para Que Tú Lo Bailes. Y es que aunque sus atuendos incas no tapaban tanto como otros disfraces, se han dedicado a danzar con gusto las músicas andinas que acompasaban su tránsito por las calles del centro de la ciudad.

Luchas de espadas y 'al abordaje'

La gente de la comparsa El Tudel ha preferido escenificar una coreografía de lucha de espadachines. Aunque más parecía un baile, con sus medias vueltas y sus pasos a derecha y izquierda adecuadamente coordinados. Primero con el de al lado y luego duelo con el de atrás. No en vano, estos mosqueteros con florete en ristre son expertos en el arte de la esgrima.

Abrían el paso de las comparsas los Merlines de la escuela infantil Pasitos. Magia, confeti y buen humor para que el cortejo se librara de más inclemencias, visto como está el tiempo. Con el frío era bastante, y los magos de capas azules y largas barbas blancas lo combatieron con los ánimos y jaleos de la gente arremolinada a su paso.

Los Vacceos se pusieron guerreros. Estos Piratas del Caribe arrancaban cada dos por tres a correr al grito de 'al abordaje' blandiendo sus sables y exhibiendo pistolones. Mire, otra manera de entrar en calor.

La Semifusa y sus manolas y toreros también han optado por pegarse unos pases de baile para no quedarse fríos durante el séquito carnavalero. Y es que las bellas sevillanas moviendo los volantes y abanicos al ritmo de samba y charanga ya son de por sí una bendita transgresión. Los Chirigoteros, por su parte, han desplegado su particular versión de Blancanieves y los siete enanitos. Algo gamberra, como manda don Carnal.

Delicados trotes con Des Quiams

Y delante de todos, el delicado espectáculo itinerante de la compañía gala Des Quidams. Unos caballos hinchables blancos portados por los artistas que han hecho las delicias con sus juegos y sus sutiles trotes.

No ha faltado a la cita la reivindicación. La Plataforma Stop Desahucios ha querido dar la nota verde al desfile para pedir el final de los lanzamientos. Detrás de ellos, los espontáneos han sumado sus disfraces más o menos elaborados al cortejo. La gente de los Hermanos de la Cruz Blanca, ataviados de coloridos caramelos de sabores cerraban el desfile, que ha desembocado entrada la noche en la Plaza Mayor, donde les aguardaba el tradicional potaje carnavalero. ¡Eso sí que quita el frío!

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