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Los problemas de espalda derivados de cargar o mover pesos son la principa causa de baja laboral.
Ansiedad y estrés, nuevos culpables de las bajas laborales

Ansiedad y estrés, nuevos culpables de las bajas laborales

El absentismo por enfermedad vuelve a aumentar por segundo año consecutivo tras caer el 42% desde 2008

Ana Santiago

Miércoles, 10 de agosto 2016, 06:25

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La crisis trajo consigo un enorme descenso de las balas laborales en Castilla y León. Disminuyeron un 42% entre el año 2008 y hasta 2013 y aunque los dos últimos ejercicios registra ya una recuperación de cifras, aún son muy inferiores a los de años anteriores. Menos bajas pero más largas. Eso sí. Algo que los sindicatos achacaban a la reforma laboral y al desempleo, al miedo a perder el puesto y al hecho de haber menos trabajadores. Y también son menos afiliados a la Seguridad Social. El cerrado ejercicio, 2015, registró así 863.577, un 2,1% más que en 2014; pero muy lejos de los siempre más de 913.000 de mínimo habitual. Y no solo los datos muestran unos movimientos mucho más repetitivos antes de la recesión económica sino las causas de incapacidad laboral temporal registran unos considerables cambios que no parecen desde luego casuales.

El cerrado ejercicio, 2015, regisró así 156.259 bajas laborales, un 1,1% más que en 2014 que ya había crecido el 1,2% pero muy lejos de los siempre más de 200.000 de mínimo habitual.

La espalda lumbagos, ciáticas... soporta cargas y malas posturas. Es la gran sufridora en cualquier trabajador y da igual que sea de oficina, comercio, el sector de la restauración, sanitario o cuidador de Servicios Sociales como de hacer descargas de un camión, conducción o construcción. La espalda recibe la carga de pesos, la tensión y el estrés. No extraña por ello que, año tras año, sea la principal causa de baja laboral en Castilla y León, y en el resto de España. Estos trastornos afectaron en 2015 a 13.305 trabajadores. Y va en aumento, fueron 978 más que en 2014 y 1.563 más que en 2013 y con un número de días medios de incapacidad temporal cada vez más importante, de 49, 7 jornadas frente a las 45,8 del año anterior. Es la principal justificación para faltar al trabajo, lo es desde hace años, y lo era seguida de las gastroenteritis y las colitis no infecciosas hasta el año pasado. Los datos del informe al respecto de la Consejería de Sanidad revelan claros cambios en los diagnósticos más frecuentes para las bajas laborales.

Larga duración

Los problemas de ansiedad, cansancio y estrés se disparan y se sitúan en segundo lugar como causa con 7.171 trabajadores de baja por esta causa. Solamente en el último ejercicio han sido 883 más que en 2014.Año este último que ya sumó 512 más respecto a 2013 y registró 6.288 diagnósticos que permitieron reconocer otros tantos casos de incapacidad temporal. Y la cifra es creciente desde 2012, año en que, no obstante, fue inferior a 2011 con 7.617 casos entonces.

Estos trastornos son procesos de larga duración y, además, los días de baja media registrada han evolucionado también negativamente hasta los actuales 78,8 días cuando en 2011 fueron solo de 54,8 jornadas. Pero además, en el último año el trastorno de inadaptación se sitúa entre los diez procesos que provocan un mayor tiempo de incapacidad temporal. Así aparece en la lista por primera vez desde hace al menos un decenio la catalogada patología como reacción de adaptación. Un concepto, que también afecta a la salud mental, y que sumó el año pasado 1.078 bajas con 102.100 días acumulados a esta lista, a mayores de las patologías codificadas bajo el epígrafe de ansiedad o depresión. Además, la duración media es muy larga, de 91 días.

Un estudio de Ibermutuamur publicado en la revista Scielo en 2013 analizaba específicamente este trastorno. Dsetacaba que las enfermedades mentales constituyen una importante causa de incapacidad temporal y de absentismo laboral en los países industrializados, con la consiguiente carga socio-sanitaria e impacto económico que conllevan. De ahí, el interés en un análisis más profundo de las mismas que emprende lesta mutua. Explica que «una de las causas más importante de estas enfermedades mentales son los trastornos de adaptación» y que «la predisposición o vulnerabilidad individual que da lugar a su aparición y manifestaciones, junto con la dificultad de aplicar criterios diagnósticos determinantes y cuantificables, hacen que muchos pacientes sean encuadrados en este diagnóstico». Y, por ello, «no reciben un tratamiento adecuado a la patología que realmente padecen, con el consiguiente desajuste temporal» en la duración de su situación de baja en su trabajo.

Este es el motivo de dicho trabajo de revisión de la incapacidad temporal por este diagnóstico en función de «mejorar el control y seguimiento de estos procesos, ajustando su duración en beneficio del paciente, su empresa, la mutua y la sociedad en general».

Tras la realización del estudio epidemiológico observacional de los datos registrados en los procesos de su propio programa sanitario durante tres años, Ibermutuamur concluye que, salvo algunos datos orientativos para su gestión, «como su mayor frecuencia de aparición en mujeres, y en ellas, de recaídas y evolución a una incapacidad permanente, o el hecho de que además del diagnóstico genérico, los subtipos diagnósticos Reacción de adaptación con características emocionales mixtas y Reacción de adaptación con humor de ansiedad son los más frecuentes, no existe ninguna variable que por sí misma pueda determinar la toma de decisiones para mejorar la evolución de las bajas por esta patología».

También son prolongadas, de un par de meses, las bajas por trastornos en las articulaciones, daños cervicales y tendinitis. En particular, los trastornos del disco intervertebral que provocan bajas muy prologadas, de casi cuatro meses, según datos de la Consejería de Sanidad.

Otras patologías

El proceso de incapacidad temporal se inicia con un reconocimiento médico, generalmente es el facultativo de Atención Primaria de Sacyl quien reconoce un problema de salud que impide desarrollar el trabajo. El reconocimiento del derecho a la prestación económica se realiza por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social, previa emisión del parte de baja. En Castilla y León se tramitaron a lo largo del año pasado 156.259 bajas (48,6% hombres y 51,4% mujeres), un 8,4% más que el año anterior, lo que supone una media de 13.022 bajas al mes.

El Índice mensual de bajas de 2015 en el total de la Comunidad ha sido de 1,51 bajas nuevas por cada 100 afiliados activos. Por provincia, Burgos y Valladolid son las que tienen un índice más elevado, ambas con 1,77. Zamora y Salamanca son las que tienen un índice menor, 1,07 y 1,17 respectivamente, tal y como sucedía en años anteriores.

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