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Aspaym acerca la fisioterapia para todo tipo de pacientes en las zonas rurales

Aspaym acerca la fisioterapia para todo tipo de pacientes en las zonas rurales

Fisiomer está destinado sobre todo a mayores de pueblos de hasta 5.000 habitantes

Ana Santiago

Miércoles, 22 de junio 2016, 14:11

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Cada vez más demandada. La fisioterapia da respuestas a una larga lista de patologías neurológicas y de problemas musculo-esqueléticos. Y, por ello, ralentiza o impide la dependencia, previene la discapacidad y regala calidad de vida y salud, en definitiva. Su desarrollo en las zonas urbanas, desde iniciativas públicas, privadas o de colaboración entre ambas, es una realidad aunque insuficiente desde Sacyl a juzgar por las largas listas de espera y, en ocasiones, también corta en la calidad de algunas ofertas al carecer del aparataje más adecuado o necesario. Así, con sus peros, en la ciudad y grandes localidades es una realidad palpable;pero en los pueblos es o un sueño o una oferta a kilómetros, escasa y, por lo tanto, limitada solo a los casos en que una rehabilitación se hace imprescindible.

Envejecimiento, enfermedades crónicas y aumento de dolencias que afectan a la musculatura y a los huesos. Solo la experiencia de Aspaym en Valladolid que cuenta con casi 400 usuarios ya confirma la creciente demanda de fisioterapia. El plan ahora es llevar esta oferta a las zonas rurales que carecen de la misma y hacerlo de forma estable, continuada y con calidad.

Surge así Fisiomer, explican Julio Herrero Bermejo, director de Aspaym y Anabel Pérez,coordinadora del servicio. Un proyecto que busca instalar en distintos núcleos rurales centros de fisioterapia «donde podamos atender aquellas personas que necesiten y demanden nuestros servicios a fin de mejorar su calidad de vida, que es nuestro objetivo principal, y evitar en la medida de lo posible , o retrasar en el tiempo, que en un futuro tengan que enfrentarse a una intervención quirúrgica prótesis, operaciones de columna, problemas circulatorios ... para que acaben la gran mayoría de ellos en una situación de dependencia problemática no solo para el usuario sino para las familias y para los Servicios Sociales que tendrán que buscar soluciones a esta situación de las personas mayores en el medio rural, con el coste adicional que estos servicios conlleva».

Aspaym es una asociación de personas con paraplejía, pero su vocación va mucho más allá y sus servicios también. Así este proyecto, como los centros urbanos que ya tiene montados, no están dirigidos solo a personas con lesión medular o con una discapacidad sino que está destinado a todo tipo de paciente y, muy especialmente, a las personas mayores. Fisiomer no implantará este servicio de rehabilitación en localidades grandes o en las que ya tengan semejantes ofertas desde la mano privada «porque no queremos hundir a nadie dado que nuestros precios son muy competitivos y además queremos dar accesibilidad. Por ello, ya hemos desterrado alguna localización que ya tenía centros», explica Julio Herrero.

Beneficiarios

Así, los destinatarios serán los habitantes de pueblos de menos de cinco mil habitantes y es necesario que el Ayuntamiento aporte el local, la luz y el mantenimiento de las instalaciones que serán de un mínimo de cien metros cuadrados. En Castilla y León hay 34 municipios de este tamaño; lo que supone una cifra superior a las 130.000 personas potencialmente beneficiarias del proyecto.

Desde Aspaym explican que «sería muy interesante y permitiría un mayor desarrollo del proyecto si las administraciones autonómica y provincial también se implicaran. La Junta podría incluir pueblos de la zona en el transporte a demanda y, sobre todo, nos gustaría que diseñara un mapa de necesidades para que la oferta se corresponda con la demanda y no se desequilibre en ninguno de los dos sentidos y la Diputación podría facilitar ayudas o financiación para el material».

El proyecto, que pretende llevar la fisioterapia a tres o cuatro pueblos por provincia en unos diez años Aspaym podría montar uno por ejercicio, se estrenará con la localidad leonesa de Sahagún y la palentina de Paredes de Nava en breve, previsiblemente a mediados del verano. Además de para sus habitantes y los del entorno, en el caso de Sahagún al estar en el Camino de Santiago, Aspaym prevé atender peregrinos, una demanda que ya sabe que existe. «Acercar la fisioterapia a los pueblos supone evitarles a algunas personas desplazamientos de hasta 40 kilómetros para 20 minutos de tratamiento o que vengan hasta Valladolid y tengan que dormir en casas de familiares para recibir la atención con una continuidad...», destaca Anabel Pérez.

El tratamiento que ahora llegará a los pueblos es, por término medio, de hora y media. Treinta minutos en manos del fisioterapeuta y, los otros sesenta, en aparatos. El protocolo de tratamiento es una sesión a días alternos de dicho tiempo cada jornada abierto mañana y tarde, en principio cinco días a la semana repartido entre fisioterapia, mecanoterapia y electroterapia. El tratamiento es personalizado y específico en función de las necesidades y los objetivos que el equipo busca para cada usuario. Para los que sean tratados de trauma, «el objetivo será una recuperación total o lo más funcional posible a su patología. Suele durar un mínimo de diez sesiones. La terapia se compartirá además con AtenciónPrimaria y los Servicios Sociales para potenciar y adecuar las sesiones; ello influirá en la reducción de las listas de espera y en una mayor efectividad del sistema.

Esta implantación en zonas rurales es, además, algo que Aspaym ha exportado a Baleares y Granada, bajo la marca y la gestión de la asociación vallisoletana.

El proyecto crecerá en función de la demanda y adaptará el personal y dotación a la misma. En principio los nuevos centros arrancan con un fisioterapeuta titulado y con espacio para una capacidad máxima de doscientas personas en dos turnos de cien. Si se llegara a este máximo, la plantilla sería de cinco fisioterapeutas. Aspaym también prevé la contratación de uno o dos celadores, preferentemente serán personas con discapacidad las contratadas. Los profesionales que trabajen en cada centro serán además, si los hay, del pueblo o su entorno.

El equipamiento es exigente y completo y supone una inversión de 50.968,90 euros.

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