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Investigan si cinco veterinarios dejaron mover reses de una explotación infectada

Investigan si cinco veterinarios dejaron mover reses de una explotación infectada

La Junta ha abierto expediente a estos profesionales, que están adscritos a la unidad salmantina de La Fuente de San Esteban

Silvia G. Rojo

Sábado, 1 de agosto 2015, 19:05

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Cinco veterinarios de la unidad de La Fuente de San Esteban, en pleno campo charro, y entre los que se encuentran el coordinador de dicha unidad y cuatro veterinarios más de ganadería, están siendo objeto de una investigación tras haberse producido el movimiento de ganado desde una explotación que lo tenía prohibido.

Los hechos están vinculados a una ganadería de la localidad de Boada que además cuenta con varios códigos de explotación. Al parecer, ese código tenía prohibido el movimiento de ganado ya que uno o varios de sus animales habían dado positivo por tuberculosis. Por circunstancias que aún se desconocen y que se están investigando, los animales, con su correspondiente guía, es decir, con su permiso pertinente, fueron trasladados a otra explotación. En concreto, un ganadero compró quince animales de los que once, dieron positivo posteriormente.

Según algunas fuentes consultadas por este diario, habría sido ese segundo ganadero el que detectó la presunta irregularidad y puso la situación en conocimiento de los servicios competentes al considerar muy extraño que unas vacas recién compradas y que, en teoría, procedían de una explotación libre de tuberculosis, dieran positivo.

A partir de ese momento se inició la investigación y la Administración regional incoó los cinco expedientes que afectan al coordinador de la unidad (que al parecer quiere asumir toda la responsabilidad) así como a cuatro compañeros más. La causa está abierta desde hace al menos dos meses pero que aún hoy, se siguen investigando. De hecho, desde la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Agricultura y Ganadería, aseguran que se está actuando con «celeridad y transparencia», para su pronta resolución.

Fuentes veterinarias consultadas explican que «es muy difícil que lo que pasa en una unidad veterinaria no lo sepan todos», y por otra parte, añaden que «la situación puede atender a un malentendido, a lo mejor pensaron que se podía autorizar y no se podía». En cualquier caso, hay algunos tipos de explotaciones que, por encontrarse en una determinada zona o porque es ganado que va a mercados exteriores o está sujeta a muchos movimientos, está sometida a controles mucho más estrictos que quizás, en esta ocasión, no se llevaron a cabo.

Según la normativa, los animales que están en explotaciones que han dado positivo, tienen que pasar tres pruebas continuas sin dar positivo para volver a la normalidad; mientras tanto, el ganado, da igual que haya dado positivo o no, con uno es suficiente; no puede salir de la explotación a no ser que sea con destino al matadero donde otros veterinarios deberán comprobar si existen daños.

Fuentes de la Administración consideran este asunto como un caso aislado puesto que la situación real de enfermedades animales en Castilla y León evoluciona favorablemente. Según los últimos datos aportados por la Consejería de Agricultura, entre el periodo 2007-2014, la prevalencia de tuberculosis bovina ha descendido un 46,6%, pasando del 4,16% al 2,2%.

Desde la Consejería destacan que «otro punto clave en el análisis de la evolución favorable del control de esta enfermedad en Castilla y León es la comparación con el resto de comunidades autónomas y fundamentalmente con aquellas donde el bovino de carne tiene mayor importancia como Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha.

Así, Castilla-La Mancha en el año 2013 superaba en 0,45 puntos porcentuales la prevalencia de Castilla y León, Extremadura en 1,65 puntos porcentuales y Andalucía en 3,06 puntos porcentuales. Si estos datos eran favorables en 2013, en el año 2014 son aún mejores, dado que Castilla y León ha tenido un descenso de prevalencia 2013-2014 del 30%, Castilla-La Mancha y Andalucía han duplicado la prevalencia».

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