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Trabajos de explanación en los terrenos de Mombeltrán (Ávila), donde se ubicará la nueva planta. :.
Un grupo soriano edifica una planta de biomasa en Ávila de 3,5 millones de euros

Un grupo soriano edifica una planta de biomasa en Ávila de 3,5 millones de euros

La factoría producirá 80.000 toneladas de astilla para seis millones de clientes potenciales

Isabel G. Villarroel

Lunes, 1 de junio 2015, 08:26

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«En apenas un mes comenzará la selección de personal», indica el alcalde en funciones de Mombeltrán, Julián Martínez, «para un proyecto que va a ser muy beneficioso para el pueblo y los alrededores». La empresa soriana Centrales de Calor con Biomasa, un grupo especializado en este tipo de energía verde, promueve la construcción de una planta de astillado y secado de astilla de madera a partir de Biomasa en Mombeltrán, provincia de Ávila, con un presupuesto de 3,5 millones de euros y un plazo de ejecución de cuatro meses. La ubicación de la planta se concreta en la parcela número uno del polígono número 11, que se ubica en el paraje conocido como Dehesa de Pazos, dentro de suelo rústico que estuvo ocupado por una planta de extracción de áridos. Los accesos conectan con la carretera C-501.

Los trabajos ya han comenzado y la previsión es que en septiembre hayan terminado y la planta entre en funcionamiento en octubre. Explica el director de obra de la empresa soriana, Gustavo Moreno, que el proyecto consiste en la instalación de una planta de 11.610 metros cuadrados de plataforma en terrenos del Ayuntamiento de Mombeltrán, de los que 5.280 metros cuadrados corresponden a la nave de producción de astillas de madera, que transformará 80.000 toneladas al año de biomasa. En su primera fase será utilizada como combustible en todo tipo de instalaciones térmicas, tanto industriales como domésticas. La potencia térmica asciende a 5,5 MW.

Red de fábricas

«Los objetivos de producción que se pretenden conseguir se sitúan en 50.000 toneladas de astilla clasificada al 18% de humedad para el primer año y un aumento progresivo hasta las 80.000 toneladas», continúa explicando Moreno. Y es que, subraya, esta planta va a edificarse en lo que se considera una de las mejores ubicaciones de España, ya que se encuentra en un entorno con clima continental y más de seis millones de potenciales clientes en el referido radio de 150 kilómetros, incluyendo Madrid; además de un gran potencial de consumidores industriales cuyo crecimiento es mayor, incluso, que el de los domésticos. Generará una decena de puestos de trabajo directos, a lo que hay que sumar los empleos indirectos derivados de la construcción, así como la revitalización del medio rural al crear trabajo en torno a la limpieza de los montes de esta zona de la sierra abulense, muy castigada por los incendios, y la extracción de madera. Además, será la planta piloto para la construcción de una red de fábricas con capacidad de 80.000 toneladas al año en cada una de ellas, situadas muy próxima a los centros de producción de biomasa y, a su vez, que su consumo se produzca en un radio máximo de 150 kilómetros.

Aserraderos y limpieza

  • La biomasa que se utilizará en la planta de Mombeltrán tendrá dos orígenes los subproductos de los aserraderos de la zona y la materia resultante de los tratamientos silvícolas y de los aprovechamientos forestales. La especie principal será el pino, aunque no son de descartar otras especies como robles, encinas, castaños y fresnos, siempre y cuando cumplan con los requisitos. El problema que hay en otras plantas de biomasa es la gran distancia entre la zona de producción y los consumidores industriales de este tipo de materiales, lo que eleva los costes de transporte a 17 euros la tonelada y ello hace inviable su explotación. Sin embargo, Mombeltrán cuenta con un gran crecimiento de su masa forestal, existe una densidad muy elevada y con un alto riesgo de incendio, como demuestran los fuegos originados en los últimos años en esta zona.

El grupo calcula que la cantidad anual del residuo que se produce, la ceniza, se sitúa en torno a 30 toneladas al año, cuyo destino final es la valorización agrícola, ya que las cenizas de la biomasa se consideran un buen fertilizante por sus características y composición química.

La constante subida de los precios de las energías fósiles hace que el crecimiento de la demanda de energía térmica producida con biomasa sea desarrolle de manera exponencial, algo que solo puede verse frenado por la falta de combustible en cantidad y calidad. Prueba de ello ha sido la dificultad para el abastecimiento que se ha producido en la campaña 2012-2013 y la escalada de precios que ha supuesto.

En las edificaciones se instalarán equipos que permiten el uso de astillas, sobre todo en los centros de grandes consumos, como comunidades de vecinos, residencias de ancianos, hospitales, hoteles o instituciones penitenciarias, por lo que la empresa cree imprescindible «el establecimiento de una red de producción que satisfaga estas necesidades». Gustavo Moreno explica que «el Plan de Ámbito Sectorial de la Bioenergía de Castilla y León establece las cantidades de material disponible en la actualidad, pero que no se extrae por falta de demanda. La compra de madera se hace principalmente en los montes donde las administraciones locales permiten la extracción regulada, lo que hace que no se produzca un desabastecimiento».

La planta completará las necesidades de suministro a los clientes actuales y será un motor para dinamizar los trabajos de limpieza de los montes, contribuirá a la prevención de incendios forestales y será un generador de puestos de trabajo.

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