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Las comarcas de La Cabrera y Carballeda podrían albergar una nueva población de oso por su hábitat

Las comarcas de La Cabrera y Carballeda podrían albergar una nueva población de oso por su hábitat

La Fundación Oso afirma que todo dependerá del trabajo para favorecer la instalación de la especie y de que la población lo vea como una ventaja y no como un enemigo

juan lópez/ical

Sábado, 25 de abril 2015, 13:19

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La población de oso pardo tiene todo a favor para consolidarse en La Cabrera y Carballeda, dos comarcas colindantes con el sur de León y norte de Zamora que suponen un hábitat perfecto para su desarrollo debido, principalmente, a la despoblación. Lo explica el presidente de la Fundación Oso Pardo (FOP), Guillermo Palomero, que recuerda el hecho de que hace un año y medio apareciera en unas colmenas cercanas a Vega del Castillo un oso pardo puede ser el primer componente de una nueva cadena en una zona que la especie abandonó a principios del siglo XX.

A juzgar por los indicios detectados y por el tamaño del ejemplar, se pensó que podría ser un adulto en dispersión de la subpoblación cantábrica occidental, que cuenta con unos 200 ejemplares. «También se le ha visto en varios pueblos de La Cabrera», asevera. Esto ha llevado a pensar a los expertos que podría buscar acomodo, pues se trata de una zona rica para el oso por contener frutales y castaños, rodeada de roble y pino, un hábitat perfecto que, además, cuenta con escasa población.

«Eso sí, su consolidación depende en gran parte de si detrás hay un trabajo para favorecer su instalación y que los habitantes vean en ello posibilidades de cohábitat y no un enemigo», opina Palomero, y asiente Begoña Almeida, de la Patrulla Oso Pardo. Por este motivo, la Fundación ya ha suscrito convenios de colaboración con algunos de los municipios en los que se ha visto este oso, como Valdavido (León), donde los vecinos deben «ser aliados en el desarrollo rural y como atractivo turístico de observación de osos, siempre que se regule para que deje beneficios, un campo de acción impensable hace 15 años».

Existe la impresión de que «trabajando y mejorando las zonas de bosquetes para favorecer su alimentación se podría iniciar allí una zona para el oso». Son tendencias que pueden variar, porque «es el propio animal el que va señalando los terrenos del futuro». De hecho, Palomero asegura que no sólo se analiza esta nueva zona, sino que «aún queda mucha Cordillera Cantábrica por colonizar». El propio corredor cantábrico es un buen hábitat para que viva allí, pero la FOP valora «mucho» La Cabrera y La Carballeda, al igual que el Caurel lucense, colindante con la provincia leonesa y también al sur de la A-6.

Mejorar la permeabilidad

Para alcanzar el objetivo de consolidación de estos asentamientos, una de las reivindicaciones de la Fundación se centra en mejorar la permeabilidad de las infraestructuras artificiales «adecuando los pasos», principalmente de las autovías A-6 y A-67, en León y Palencia, así como la autopista AP-66, que una la Meseta con Asturias, para que los osos puedan cruzarlas sin peligro y favorecer la conexión de las distintas zonas, una iniciativa que se encuentra enmarcada en el proyecto LIFE Desfragmentación Oso, que se desarrolla hasta junio de 2016. «De este modo, los osos del Alto Sil podría llegar a la Carballeda, o del Caurel a los Ancares, y sobre todo utilizar el corredor de este a oeste y viceversa», sostiene.

Todo ello forma parte del conjunto de retos de la Fundación, como también lo es «no bajar la guardia contra el furtivismo», un aspecto en el que se ha avanzado notablemente en los últimos años gracias a la política de divulgación y el trato con los cazadores, a pesar de que aún se hallan lazos de vez en cuando en los montes -más de 1.500 desde 1993-.

«Es importante adelantarnos a los problemas», asume Palomero, quien habla de reducir los conflictos puntuales con el hombre, como colocar pastores eléctricos en las colmenas, a coste cero para el apicultor, una de las medidas que contribuyen a favorecer la relación entre el hombre y el animal. En Villablino y en algún núcleo asturiano, tres osos jóvenes «que nunca han sido hostigados por el ser humano no sienten ningún miedo y bajan hasta los pueblos a alimentarse y sin asustarse», explica, para precisar, que también «hay que estar atentos a estos casos».

El oso pardo aún está presente en el Catálogo de Especies Amenazadas, pero no en peligro crítico, sino de extinción, pero Palomera asegura que la población crecerá en la Cordillera gracias al empuje de la zona occidental. Habla de un «periodo esperanzador porque la mezcla genética de ambas poblaciones ha incrementado las perspectivas de conservación», como quedó reflejado en un informe reciente elaborado por la FOP, en colaboración con ENEL Green Power y la Junta, con muestras de ADN de 26 ejemplares de la zona oriental.

'Territorio Oso'

La Fundación Oso Pardo no ha olvidado el proyecto Territorio Oso, el cual se puso en marcha en 2012 como una marca de calidad que englobara todos los productos relacionados con el oso y producidos en alguno de los 86 municipios considerados oseros, tanto de la Cordillera Cantábrica como en Pirineos. «Lo vamos a remodelar. No por falta de adhesiones, sino porque necesita un impulso», admite Palomero, quien habla de crear una red de puntos de información en estos pueblos que apuestan por el oso.

También incluirá paneles con consejos por si un visitante se encuentra con uno oso en el monte, una página web y otra serie de «buenas ideas que destaquen los productos de estas comarcas». Sin embargo, ello requiere fondos, una cuestión que confía en que no sea un obstáculo para su desarrollo.

'Territorio Oso' pretende aglutinar y recomendar el consumo y adquisición de productos agroalimentarios y artesanales, además de actividades relacionadas con el turismo de naturaleza, con el fin de poder ayudar a los emprendedores de las áreas oseras y ofrecerles una promoción «específica».

Otra iniciativa es la colaboración con la agencia de viajes 'Wildwatching Spain', formada por veteranos conservacionistas y ubicada en Riaño, que promociona visitas para poder observar al oso. «Si se hace bien, este tipo de turismo puede ser muy positivo», reafirma.

Educación ambiental

La FOP abrió hace casi 11 años el Museo del Oso en Verdeña (Palencia). Tras años de éxito, la institución ha decidido trasladar a un edificio cedido por el Ayuntamiento de Cervera de Pisuerga la mayor parte de su continente y en la primera «sólo se mantendrá la parte de educación ambiental». Esto contribuirá a conservar los empleos existentes de la Fundación «en un momento en que no hay ayudas».

Una de las personas que más conoce la Montaña Palentina y los programas de educación ambiental y sensibilización iniciados hace diez años es Begoña Almeida, de la Patrulla Oso Pardo. «Es positivo empezar con ellos desde Infantil, porque se quedan con muchos conceptos. Los niños que empezaron hace muchos años ahora lo vinculan con la naturaleza y no lo ven como negativo», comenta. Destaca que el Museo del Oso «les encanta, porque pueden ver excrementos reales y recreación de encames».

Sonríe cuando habla de este animal, al que conoce desde niña. Pero advierte del peligro que tiene encontrarse de frente un oso, más si es una hembra con crías. En ese momento, lo mejor es «vocearle», a no ser que él siga un camino que no afecte a la persona, «para lo que es mejor quedarse quieto».

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