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López, en su explotación de Tornadizos de Arévalo.
«Ha llegado la hora de hacer el relevo, no optaré alcongreso de junio»

«Ha llegado la hora de hacer el relevo, no optaré alcongreso de junio»

Julio López, secretario regional de UPA

sonia andrino

Martes, 21 de abril 2015, 08:47

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La de este martes será, sin duda, la junta regional de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) más difícil para Julio López. Ha dirigido muchas ya, pero mañana su intervención será diferente. Lleva un tiempo preparando el anuncio que le ha robado muchas horas de sueño, otras de conversación y que ha creado una emoción contenida que brota en cada instante de esta conversación. Su semblante es serio, pero sigue siendo amable, aunque sus ojos le juegan más de una mala pasada. Se ahogan por segundos brotando de inmediato una cómplice sonrisa. La convocatoria ya está lanzada. Él, tranquilo.

Toca reunir a la junta directiva. ¿Qué puntos incluye el orden del día?

Solo uno, la convocatoria del congreso regional de UPA Castilla y León. Tenemos que hacerlo en la primera quincena del mes de junio.

¿Se va a presentar usted?

No. (largo silencio). No, porque creo que es la hora de hacer el relevo. Es cierto que quizá habría que haberlo hecho antes porque son cinco congresos, llevo 22 años al frente de la organización y creo que a todos nos llega el momento de decir «hasta aquí». Es importante el relevo y creo que el mío ha llegado.

¿Le ha costado mucho tomar esta decisión?

Hay una parte sentimental, que lógicamente cuesta, pero hay que ser pragmáticos. La UPA de Castilla y León no es Julio López, ni mucho menos.

Y si UPA no es solo Julio López, ¿qué es para Julio López UPA?

Es parte de mi vida, años de los más importantes. Son toda una época. Han pasado muchos años, desde 1977 que empezamos el movimiento sindical en la comarca de la Moraña ha formado parte de mi vida. Siempre he sido agricultor y ganadero, pero el sindicalismo agrario ha formado siempre parte de mi vida.

¿Desde cuándo lo lleva pensando?

Estas cosas se tienen que madurar y se tienen que hacer con responsabilidad. Es cierto que esta última etapa, sindicalmente hablando, ha sido importantísima porque hemos consolidado un proyecto que formaba parte de un sueño, que es La Alianza de UPA y COAG. Entendía personalmente que tenía que estar al frente de la organización hasta consolidarlo. Me queda la espinita de no haberlo exportado a nivel nacional pero, bueno, hoy está hecho y creo que el relevo se tiene que hacer con toda normalidad.

¿Qué ha sido lo más difícil en esa toma de decisión?

Cuando ejerces algo con responsabilidad, difícil es todo. Terminas una etapa, pero tampoco ha sido tanto. Yo entré a dirigir esta organización siendo agricultor y me marcho siendo agricultor. Es una etapa más de mi vida, muy bonita, siempre con mucha ilusión, con problemas que he tenido que afrontar sobre todo a la hora de reivindicar, pero creo que forma parte de lo normal. Ha habido momentos muy difíciles sobre todo de confrontación con la policía, no por mí, sino por la responsabilidad que tienes cuando llevas a gente. Pero creo que las responsabilidades son más fáciles de afrontar cuanto tienes un equipo.

Hablando de equipos y personas cercanas, ¿cómo lo han encajado sus más allegados dentro y fuera de la organización agraria?

Todavía hay muchos que no lo conocen porque se oficializará mañana. He sufrido bastantes presiones para que no me fuera.

¿Y cómo lo interpreta?

(Se alumbran sus ojos y no puede reprimir que se empañen en lágrimas). Eso no se interpreta...

No es habitual dar un paso a un lado. ¿Teme segundas lecturas?

Yo creo que cada uno debe hacer la suya y yo respetaré todas, pero creo que en estos tiempos es muy importante, y lo digo sin ánimo de ser pretencioso. Asumí esta responsabilidad en tiempos difíciles. No es ningún logro pero yo entré duchado y salgo limpio. Eso debería ser lo normal. ¿Interpretaciones?Las que quieran. Es verdad que, cuando asumes esta responsabilidad, de alguna manera me ha impedido crecer en mi explotación como me hubiera gustado. Aunque he hecho todo lo que he podido, podría haber hecho más. Dejas parte de lo personal para trabajar por lo colectivo pero pienso que no hay nada más grande que trabajar por los demás.

Dentro de esos demás, están sus compañeros y su familia. Si le pidieran que continúe, ¿con qué argumentos les contestará?

Les trataré de convencer de que cuando llega el momento, llega. Todos tenemos que saber cuándo. Y, sobre todo, no pensando en mí sino en la organización. Hombre, le engañaría si no le dijera que tratas de dejar la casa bien ordenada antes de irte.

¿Qué organización agraria deja?

Yo no dejo ninguna organización agraria, dejo una responsabilidad...

Pues esa casa que usted dice...

Dejo una organización muy profesional, muy volcada en los problemas de los agricultores y ganaderos profesionales y creo que esto no es cosa de uno solo, es un proyecto que se va desarrollando con todos. UPA tiene un reconocimiento por el que siempre hemos luchado gracias al trabajo de muchos compañeros. Yo soy la cara de la organización pero el cuerpo, las piernas, el músculo, están en el territorio.

Usted defiende un sindicalismo agrario profesional, ¿qué significa?

Lo de profesional es por lo que representas cuando eres agricultor y ganadero, con todos mis respetos para aquellos que están al frente de una organización sin tener esta actividad. No se puede confundir eso de la profesionalidad con profesión sino con dedicación. Lo que no compartimos es que un responsable de organización diga, ante los problemas, «es que yo pasaba por aquí». Creo que las responsabilidades hay que asumirlas estando al frente, para bien y para mal. No se puede echar balones fuera. Somos los responsables.

¿Qué diferencia el sindicalismo agrario actual del de hace 22 años, cuando llegó a la secretaría general?

Ha cambiado todo. Las políticas agrarias, el concepto que tienen los agricultores, la forma de trabajar, la forma de invertir, de modernizar. Y aunque critiquemos la política agraria tal y como se lleva a efecto, creo que ha sido fundamental para modernizar muchas explotaciones y para que los profesionales vivan mejor. Y yo de eso me alegro mucho. También me llevo cierta frustración y sobre todo cuando tienes oportunidad de dar un sentido mayor al agricultor profesional y que esas políticas europeas no se utilicen de forma cariñosa con lo que quieres hacer con el sector. La PAC reparte mucho dinero y viene de mucha gente que tiene dificultades y hombre, te da pena que no sirva para hacer una agricultura competitiva o un rejuvenecimiento del sector agrario. Creo que muchos políticos no tienen un concepto claro de lo que es el sector agrario y producir alimentos.

¿Ese cambio se ha notado también en el campo?

Sí, pero quizá no tanto como nos hubiera gustado. Si se hubiera priorizado sobre los agricultores activos, habríamos resuelto parte del despoblamiento, hubiéramos dado una solución al relevo generacional porque esta política agraria impide que haya un relevo real, no de papel.

¿Por qué no entran los jóvenes en el sector o por qué parece que no entran?

Cuando se pretende hacer políticas para los jóvenes solo mediante ayudas, no se soluciona el problema. Los jóvenes saben muy bien que si les dan una ayuda, tienen que estar en el sector cinco años. Pero un joven, cuando se incorpora, lo primero que tiene que tener es vocación y preparación. La incorporación de un agricultor es más serio que coger un trabajo.

¿Qué le gustaría haber conseguido durante este tiempo y le quedará pendiente?

Queda pendiente lo más importante, convencer de verdad a los gobernantes, a los partidos, de poner en valor el campo, el sector agrario, nuestro trabajo. Yo tengo una envidia sana de Francia porque valoran sus productos, lo que produce su territorio. Aquí, no. Hay muchas cosas por hacer y de hecho, aunque no me corresponde a mi, me da mucha pena no tener unas grandes cooperativas.

¿De qué se siente más orgulloso?

De lo más orgulloso que me siento es de haber representado a miles de agricultores (resopla y no puede evitar volver a emocionarse)

Si pudiera dar marcha atrás en el tiempo, ¿qué no volvería a hacer?

Siempre hay cosas que se podrían hacer de otra manera. Yo lo he hecho lo mejor que he sabido y he podido, siempre con la máxima ayuda de mis compañeros. Cuando hemos tenido que ponernos al lado de las administraciones, a mí no me han dolido prendas. Ni tampoco ponerme detrás de la pancarta a criticar lo que perjudicaba al sector.

¿Y qué repetiría sin dudar un instante de ello?

Pues no lo sé. Creo que hay cosas a las que he renunciado en mi vida personal, que ya no vuelven, pero bueno, con el apoyo de tu gente...

¿Se le ha pasado por la cabeza que nadie quisiera recoger el testigo?

No es fácil en las organizaciones agrarias que alguien se parta la cara por estar, pero siempre hay compañeros que están dispuestos a asumir la responsabilidad porque es su vocación, porque saben que otros lo hacen por ellos.

¿Se imagina a una mujer al frente de la organización?

Por supuesto que me gustaría. Es verdad que el sector agrario es un sector masculinizado, también machista, por la cultura, el tipo de trabajo. Es verdad que se están incorporando muchas mujeres, menos de las que deberían, pero hay que entender que si hay profesionales que tienen que salir del sector todavía se les pone más pegas a las mujeres.

¿Aceptaría la dirección honorífica del sindicato?

No. No creo en esas cosas.

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