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Rebeca Alonso
Miércoles, 8 de abril 2015, 12:40
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En esta época en la que aún no hemos salido de la crisis económica, la obra social llevada a cabo por entidades financieras está en vías de extinción. Kutxabank es un banco con alma de caja (nació de la integración de BBK, Kutxa y Vital), o un «banco con ADN social», como ellos mismos se autodenominan, y se ha erigido como un férreo defensor de la inversión en causas sociales y solidarias. Tanto es así que lleva financiando proyectos en Castilla y León desde el año 2001. Tan solo en 2014, Kutxabank contribuyó a la puesta en marcha de una decena de iniciativas sociales por un importe global cercano a los 82.500 euros. Cuenta en la región con más de 20.000 clientes atendidos por 40 profesionales y centra su trabajo en pymes y familias, esos pequeños engranajes que, en su suma, ayudan a que el gran motor de la economía se mueva. También ha conseguido revalidar su liderazgo como entidad más solvente del sistema financiero español, según los últimos resultados definitivos del proceso de evaluación global bancario de 2014. Ignacio Sánchez-Asiaín, director general de Kutxabank, interpreta estos datos como una evidencia de que «Kutxabank es la entidad con menor probabilidad de quiebra del sistema». Además, a finales de 2012, el análisis de la consultora Oliver Wyman a los catorce principales bancos del Estado atribuyó a Kutxabank el índice más elevado de todo el sistema. Se trata de pruebas contundentes de que un modelo de negocio basado en la obra social y en el trato cercano con particulares puede ser exitoso.
>> Continuar leyendo la entrevista en Solidarios
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