Los continuos fallos informáticos bloquean las consultas de los centros de salud

unca fue bien. Sindicatos y trabajadores se han hartado de denunciarlo. Los médicos incluso llevan consignas en sus batas de Medora me demora. La Confederación de Asociaciones de Vecinos, Consumidores y Usuarios de Castilla y León (Cavecal) se ha implicado con recogida de reclamaciones y escritos de protesta. Ocupa de forma intermitente titulares de medios de comunicación. Sacyl ha tenido que salir a la opinión pública a pedir disculpas por las molestias y a dar explicaciones en numerosas ocasiones aunque solo suele destacar que «se está cambiando el sistema informático de Sacyl y esto está haciendo que se produzcan fallos e incidencias». Son múltiples las versiones que han intentado, con continuas inversiones a costa del erario público, enmendar la plana, y el Sindicato Médico emprendió una larga campaña, que mantiene, de reclamación y denuncia. Pero ahí sigue. Con reiterados fallos que obstaculizan y ralentizan la ya de por si saturada AtenciónPrimaria.

El programa Medora, que gestiona las consultas de los centros de salud, sigue agotando la paciencia de los profesionales sanitarios y de los pacientes que, demasiado a menudo, tienen que volver a sus casas sin el problema asistencial resuelto. No es extraño tener consulta con el médico de familia y que, tras esperar a la cita y observar cierto nerviosismo entre los profesionales al no poder atender y después de dar un tiempo razonable al sistema para ver si funciona, tengan que salir educadamente a pedir disculpas y explicar al usuario de Sacyl que, como no hay conexión al sistema informático, ni pueden acceder a su historia clínica ni consultar pruebas o resultados ni emitir recetas y las consultas programadas tienen que ser o demoradas unas horas o trasladadas a otros día, volviendo a citar a los afectados. Los médicos se limitan a atender algunas urgencias o problemas a ciegas con lo que narra el paciente cuando la demanda no es demorable.

Pasa cada poco, en todas las áreas de salud de Castilla yLeón y las explicaciones administrativas ni convencen ni solucionan nada. Así lo critican afectados y la Cesm.

Ya en su pilotaje esta aplicación demostró problemas. El proyecto implicó a una treintena de profesionales contratados directamente por Sacyl como responsables de su diseño general; aunque su materialización pasó por diversas manos de empresas de informática subcontratadas. Es así un producto de la propia Consejería de Sanidad, incompatible con los sistemas de otras comunidades, y que solo en cerca de tres años ya ha provocado más de cinco mil quejas y reclamaciones que han recogido, en toda la comunidad, asociaciones de vecinos y usuarios.

Desde la Cesm, central que ha liderado toda una campaña para reclamar un sistema efectivo y compatible, el secretario de comunicación del Sindicato Médico, José María Soto, destaca que «el problema lejos de disminuir ha ido en aumento. Ahora, junto a los problemas del propio Medora están los cambios con las impresoras.Pese a funcionar perfectamente las que había, la Consejería de Sanidad las ha cambiado todas y las han conectado en red y así, lo que antes cuando funcionaba el programa informático era fluido y los médicos podían sacar sin problemas las recetas, ahora se suma el bloqueo que provoca el mal funcionamiento de las impresoras. Tardan cuatro o cinco minutos o más, depende. Casi más que la propia consulta. Esto es algo que, además, ocurre de forma aleatoria, deja de funcionar de pronto y durante un par de horas», añade este portavoz de los trabajadores.

«Los informáticos nos explixcan que estos errores de las impresoras se deben a la falta de potencia suficiente al estar todas en red y, hasta que se van desconectando, no vuelven a arrancar. El área Oeste de Valladolid, por ejemplo, se colapsa y, en cambio, la Este funciona bien. Pero nadie nos explica la ventaja de estar así conectadas y tampoco las causas de cambiar equipos de impresión que funcionaban».

A este problema «hay que añadir el del Medora on line, que es la forma de trabajar en los consultorios de los pueblos al no tener acceso a internet. No tienen conexión hasta que llegan al centro de salud; lo que supone, a la hora de sincronizar datos, una gran pérdida de tiempo; además de no poder acceder en cualquier momento a las pruebas del paciente», añade José María Soto.

«Hay médicos añade el portavoz de al Cesm que cuando se enteran de que va a haber una actualización del sistema informático, lo que dura unos días, se los piden libres para no tener que trabajar en esas condiciones. Es una vergüenza y absolutamente irracional seguir arrastrando esta situación en un sistema ya de por si bastante saturado como para añadir pérdidas de tiempo por un programa informático que no ha funcionado nunca bien», destaca por último Soto.