Las peticiones en la región para adoptar niños extranjeros bajan de 275 a 38 en cinco años

La tendencia se ha invertido por completo. Hace unos años la adopción nacional era casi impensable y marcaba unos siete años en el calendario para poder hacerse cargo de un bebé sano español mientras que la internacional reducía la espera a un par de años, incluso a uno en casos como el de China. Ahora, la adopción está cada vez más difícil y, en especial, la de un niño extranjero.

En ambos casos, la demanda ha sufrido una importante caída en el último ejercicio;pero, en el de los pequeños extranjeros, el descenso es drástico y se arrastra desde antes, desde 2009.

Los datos evidencian la situación. En la adopción nacional, en 2012 se rompió una tendencia al alza que había llegado a las 288 demandas en Castilla y León el año anterior 73 más que en 2009 y en el cerrado ejercicio, el descenso ya es importante hasta las 156 peticiones. En 2014 fueron entregados 52 pequeños, doce menos que el año anterior y 97 menos que hace un lustro. Un considerable descenso que corresponde a solicitudes, obviamente, presentadas unos cuatro o cinco años antes.

De los 52 niños españoles a los que se les buscó familias el año pasado, cinco tenían características especiales y 40 eran considerados de riesgo. Es decir, el 86,5% del total de los adoptados no eran bebés sanos menores de seis años, la mitad tenían más de dos. El 62% fueron niñas.

Tanto han cambiado las cosas que, desde la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades responsable de Infancia, la recomendación actual es la de optar por la adopción nacional y, desde luego, donde hay más posibilidades de poder ocuparse de un niño es en los casos en que tienen características especiales, es decir, o son grupos de hermanos o ya no son bebés o tienen alguna enfermedad o problema de discapacidad o son considerados de riesgo.

Varios son los factores que han provocado tal descenso. Según explica PabloRodríguez, director técnico de Atención a la Infancia de la Junta, la falta de niños viene provocada por las nuevas realidades de los países de origen. «Ahora el tiempo es más o menos el mismo en la nacional que en la internacional, entre cuatro y cinco años». Y son varias las razones que han generado la lista de espera en otros países donde antes no había gran demora. Por un lado, los requisitos que cada vez son mayores en los países de origen, hay más exigencias y dificultades. Además la burocracia es terrible, tienen muchos expedientes para resolver y pocos medios para hacerlo».

El colapso sufrido por un gran número de países debido al elevado volumen de solicitudes recibidas, ha llevado a suspender o paralizar la entrada de nuevas demandas. Además, los acuerdos adoptados por las comunidades autónomas en consenso con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para suspender la tramitación de la adopción en diversos países, debido a la falta de garantías, han influido en este descenso. Así como la crisis económica que hace que muchas familias se replanteen esta opción. Hay que tener en cuenta que, aunque es muy variable, difícilmente la adopción de un pequeño en el extranjero baja de los 20.000 euros y son muy habituales los 30.000 los países del Este y la República de Kazajistán son los más caros a diferencia de la nacional que es gratuita. Además, tener un hijo trae después lógicamente gastos de por vida.

En cuanto a los niños extranjeros entregados, lógicamente el descenso es paralelo al de las solicitudes. Es 57 el número total de niños que, en el año 2014, se ha tenido conocimiento de forma oficial de su llegada a Castilla y León, 39 menos que en 2013; lo que supone un descenso del 40,6%.