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Ana Redondo: «Con Soraya y José Luis hay sintonía, y sintonía fina»

Ana Redondo: «Con Soraya y José Luis hay sintonía, y sintonía fina»

La viceportavoz del Grupo Socialista en las Cortes va a dar un paso al frente para liderar el partido en Castilla y León «en la medida en que pueda ser útil»

M. J. Pascual

Lunes, 25 de agosto 2014, 14:55

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Si Andalucía tiene una mujer socialista al frente de la Junta, ¿por qué no puede ocurrir en Castilla y León? Otra cosa es en qué horizonte. Pero, para tener opciones, primero hay que tener una candidata. A medida que se llega «el día de los avales», el 8 de septiembre, la idea está tomando cuerpo en buena parte de los militantes socialistas de la comunidad, y para muchos este congreso extraordinario del 4 de octubre es «el momento» de Ana Redondo, el «ahora o nunca» para que la viceportavoz del Grupo Socialista en las Cortes, «se reivindique». Al fin y al cabo, apuntan, «ella nunca se ha ido y siempre ha estado aquí, dando la cara», en referencia a sus encendidas y argumentadas contiendas dialécticas desde la tribuna del hemiciclo con los pesos pesados del PP en su papel de sustituta del portavoz, Óscar López. Consciente de que ese un valor pero al mismo tiempo un handicap la «contaminación» que le achacan algunos de los suyos por formar parte decididamente de la corriente lopecista, la procuradora y profesora de Derecho prefiere moverse con el mismo tacto que con el alumno enamorado de la maestra.

A estas alturas de la película, cuando los otros dos aspirantes declarados a secretario general del PSOE de Castilla y León (el exsecretario, Julio Villarrubia, y el alcalde de La Granja, José Luis Vázquez ) están ralentizando su proclamación formal y apuran hasta septiembre, lo de conseguir presentar una candidatura única es una posibilidad que se va diluyendo. Al fin y al cabo, y especialmente en el PSOE, no hay dos sin tres.

En eso debe consistir la tercera vía, aunque Ana Redondo es una política, o sea, una mujer de recursos. Por si acaso, muestra abiertamente sus preferencias por «el municipalista» Vázquez y no deja de expresar su «admiración profesional» y «afecto personal» por la hasta ahora portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Soraya Rodríguez. Hay testimonio gráfico de esa «sintonía fina» en Tudela.

¿Viene con fuerza de las vacaciones?

Nooo, no hemos tenido vacaciones. La actividad parlamentaria ha seguido. Aunque no haya pleno de techo de gasto, es probable que el dia 27 se produzca ese debate sobre dos cuestiones importantes que hemos planteado: lo que ha sucedido con El Árbol, una empresa integrante del músculo empresarial de Castilla y León, y que el consejero de Educación explique cómo va a repercutir la Ley Wert en Castilla y León, si hay financiación suficiente y si va a suponer beneficios para los estudiantes. Así que no, no hemos tenido vacaciones, hemos seguido con las tareas de representación, trabajando en las ponencias de la Ley de Reforma de la Administración Autonómica... La actividad ha continuado, porque nos interesa preparar bien nuestras propuestas para que se aprueben. No, no hemos descansado.

¿Cómo está hoy el PSOE en Castilla y León: convaleciente de una larga y penosa enfermedad, en coma o, directamente, al borde de la refundación, mirando de reojo a Podemos?

Está en un proceso interesante, muy democrático, abierto y de reformulación, no sé si de reestructuración, o como se quiera llamar. Espero que nos procure un digno adversario del PP dentro de ocho meses. Nos hemos dotado de un instrumento ilusionante y muy democrático: un militante, un voto. Va a suponer un revulsivo para este partido y, si todos los partidos hicieran este ejercicio, probablemente contribuiríamos a la regeneración democrática que necesita este país. Estoy muy esperanzada porque en el PSOE estamos siendo capaces de dejar atrás la vieja política y es indispensable abrir el partido a la sociedad. La regeneración la exige la sociedad, la necesitamos todos los partidos y somos un ejemplo.

Pero en ese proceso, el PSOE de Castilla y León parte de una situación de desventaja que desembocó en fractura el pasado abril, y el resultado del congreso federal, con la pérdida de peso de los socialistas castellanos y leoneses en el cuadro de dirección.

Percibo un interés colectivo por superar esta situación. Hemos aprendido muy pronto de los errores, y ese aprendizaje nos lleva a poner en manos de los militantes la solución del conflicto. Entonces esperamos que resurja una etapa nueva, con el partido unido, pacificado y preparado para ofrecer una alternativa a 30 años de gobierno del PP que no ha resuelto los graves problemas de Castilla y León. Tenemos un mecanismo útil, un congreso extraordinario que concluirá con un liderazgo nuevo y terminará con un partido unido.

Al liderazgo hay que ponerle cara.

No se trata de ambiciones concretas. Hay que superar el qué hay de lo mío y ser capaces de conectar con la ciudadanía para ser una alternativa fiable. Estoy convencida de que la gente está harta del PP porque lo único que busca es perpetuarse: lo vemos en la propuesta para mantenerse a toda costa en las alcaldías, en el poder. Estoy convencida que una alternativa de izquierdas es una alternativa, y a partir de ahora, mucho más. ¿Qué necesitamos? Reforzar un partido que ha estado en una situación muy difícil, con una bicefalia que ha incidido en los problemas y que no sirve. Vamos a configurar un proyecto desde la perspectiva de la izquierda, de lo que somos, con una oferta ganadora, posible, dentro de ocho meses, y que los ciudadanos la van a identificar como solución a los problemas.

Entonces, no es partidaria de un secretario general distinto del candidato a la Junta.

El problema de la bicefalia es que los proyectos no sean compartidos y haya distintas visiones de los problemas y de las soluciones. Eso genera disfunciones que impide que el mensaje de que nuestro objetivo es liderar el cambio en la sociedad se traslade a los ciudadanos. La experiencia no ha sido buena. Reconocemos que no ha sido un camino de éxito y nos toca ponernos las pilas en ese sentido para centrarnos en el problema principal: que Castilla y León no sea la comunidad de salida de jóvenes: 26.000 se han ido en los seis primeros meses del año. Si eso no lo vemos, no sé para qué estamos en política.

Interprete usted, en clave del congreso del 18 de octubre, la fotografía que publicó El Norte en la que aparece en Tudela con el alcalde de la Granja, José Luis Vázquez, y Soraya Rodríguez.

Es una fotografía estupenda, de una celebración en un pueblo que siempre nos acoge con mucho cariño, y que refleja nuestra voluntad de superar personalismos y ofrecer un proyecto común. Refleja que una amplia mayoría del partido está buscando conectar con la sociedad y que las personas son instrumentos y nosotros tres somos parte de la solución. Pero debe ser un proyecto compartido y de equipo, y pensar en los ciudadanos de Castilla y León, en el interés general. Es cierto que tenemos mucha sintonía, y sintonía fina, en una misma dirección: ganar la Junta. Porque cada joven que se va es una enmienda a la totalidad a las políticas de la Junta.

¿Se vé usted con capacidad para ordenar las cosas en el PSOE de Castilla y León? ¿Va a dar el paso?

Yo lo voy a dar en la medida en que pueda ser útil y si mis compañeros quieren.

De entrada tiene el aval de Zapatero.

Un aval del que estoy especialmente orgullosa, aprecio su lucha por la igualdad, dentro y fuera del partido. Es un orgullo para mí.

Usted ha sido arte y parte de la ejecutiva que descabalgó a Villarrubia. Cree que la maniobra lopecista va a favorecer a la candidatura del ex secretario autonómico?

¡Él ha sido parte importante del problema! Y no hubo una maniobra: hubo una petición de un congreso extraordinario por parte de la mayoría de esa ejecutiva porque no podíamos solucionar una situación muy crítica, y Julio se negó radicalmente a que los militantes resolvieran la situación. ¿Qué nos quedó? Lo que estatutariamente está recogido: la dimisión.

Óscar Lopez es el portavoz. Su compromiso es firme y sigue siendo portavoz. Como senador puede hacer perfectamente el enlace entre las Cortes y la Cámara territorial. Ya se produjo esta situación al principio de la legislatura. Otra cosa es que asuma otras responsabilidades (la portavocía del PSOE en el Senado). Si ello se produce, habrá una reunión. Pero creo que el compromiso es firme. Ha sido y sigue siendo un excelente portavoz.

Si usted resultara candidata a la Presidencia de la Junta, ¿preferiría que Herrera fuera su adversario por el PP o a otro candidato?

Yo a Herrera le aprecio personalmente, pero como político ha resultado un desastre para Castilla y León. En 12 años de su gobierno los grandes problemas de la comunidad se han agravado. No es un buen líder, tiene un perfil bajo y falta de liderazgo a nivel nacional para exigir más para Castilla y León. Creo que esta legislatura le ha sobrado. Si tengo que dar un nombre al recambio, es Mañueco.

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