Emprendimiento y aventura, la esencia de los ruteros de 2014

Hace poco más de un mes, el 19 de junio, comenzaba esta aventura para los más de 200 expedicionarios de la Ruta BBVA, anteriormente conocida como Ruta Quetzal. Se respiraba emoción, ganas e ilusión aquel primer día, pero también incertidumbre y nerviosismo. Era normal, estaban a punto de embarcarse en la que sería una de las mejores experiencias de su vida. Esta XXIX edición bajo el nombre En busca de la fuentes del río Amazonas ha visitado Perú en la primera etapa del viaje, y el norte de España en la segunda.

Aunque no suele ser habitual, España ha sido la gran favorita en este viaje. Este año, el programa ha experimentado dos cambios: el emprendimiento social como uno de los pilares fundamentales, con el objetivo de que los expedicionarios reflexionen y conozcan los retos más importantes de la sociedad como las transformaciones del medio ambiente y la exclusión social, y en segundo lugar, el cambio de nombre, que elimina la palabra Quetzal y añade Jóvenes por un futuro mejor. Esta nueva denominación ha hecho hueco tímidamente entre los ruteros ya que es complicado desprenderse de la compañía durante tantos años del querido pájaro Quetzal.

La Ruta BBVA es un programa de estudios y aventura creado en 1979 por Miguel de la Quadra-Salcedo a sugerencia del Rey Don Juan Carlos I. Los participantes de este viaje tienen entre 15 y 17 años, provienen de 21 países diferentes y han sido elegidos por un riguroso proceso de selección a través de un trabajo literario o musical.

Aprendizaje y aventura

Lima, conocida como la Ciudad de los Reyes, porque se fundó en una fecha cercana al 6 de enero, fue la primera parada de esta expedición. Los ruteros recorrieron durante varios días las calles de la capital peruana y visitaron los lugares más emblemáticos como el Palacio del Gobierno, la Municipalidad de Lima o la Catedral.

A continuación, la expedición se trasladó a la Reserva Nacional de Paracas, una zona protegida de la Región de Pisco en la que pudieron disfrutar del mar y del desierto. La Playa de Yumaque, dentro de Paracas, fue unos de los lugares más increíbles donde acamparon durante el viaje, según Marta Medina de Salamanca.

De la noche de San Juan de este año jamás se olvidarán. Gracias a la diversidad de culturas que existe en la Ruta BBVA expedicionarios de 21 países diferentes esa noche pudieron compartir las costumbres y tradiciones relacionadas con esta festividad.

Al día siguiente, tras levantar el campamento se dirigieron a Nazca para conocer sus famosas y misteriosas líneas. Estos enigmáticos geoglifos, que abarcan tanto diseños simples como líneas hasta más complejas como figuras humanas, solo pueden observarse en su totalidad desde el aire.

Arequipa, cuna del escritor Mario Vargas Llosa, fue la siguiente parada de la aventura americana. Arequipa, conocida como La Ciudad Blanca por la blancura de la piedra de sus edificios, es la segunda ciudad más poblada e industrializada de Perú y está situada a 2.328 metros de altitud. Esto causó los primeros síntomas de molestias y cansancio entre los ruteros. Para contrarrestar este pequeño malestar, los arequipeños les recibieron con los brazos abiertos. El alcalde de la localidad les dio una calurosa bienvenida en un acto amenizado por una orquesta. Pero no solo nunca olvidarán este día por la acogida que tuvieron, sino porque pudieron disfrutar de su primer y tan deseado tiempo libre. En la Ruta, no puedes comprarte un refresco cuando te apetezca, ni unas patatas, ni unos chicles. La expedición está formada por la más de 200 personas y es necesaria una gran organización.

En la Ruta te das cuenta de muchas cosas, pero sobre todo de la libertad que tienes en tu día a día. Y llegó el momento de la primera marcha de la XXIX edición. Esta expedición que tuvo lugar por el Valle del Colca terminó con un buen baño en las aguas termales de la Calera. Al día siguiente llegaron hasta el Mirador de la Cruz del Cóndor, uno de los lugares preferidos de muchos expedicionarios. Según Antonio, monitor procedente de Aranda de Duero, la inmensidad de las vistas le hizo sentirse muy pequeño en un mundo tan grande. Antes de finalizar esta jornada, tuvo lugar uno de los momentos más tristes de la ruta. Les comunicaron que al día siguiente no todos podrían subir al Nevado Quehuisha, la caminata más esperada de toda la ruta.

Los afortunados en subir al Quehuisha se levantaron a las 3:30 para trasladarse al punto de partida de la caminata. La etapa ya comenzó a una altura de 4.500 metros y poco a poco los dolores de cabeza y la aceleración del pulso se fueron haciendo protagonistas de la expedición. Sin embargo, casi todos lograron el objetivo de la Ruta BBVA 2014: llegar a los 5.170 metros, lugar exacto del nacimiento de las Fuentes del Río Amazonas. La vuelta al campamento se hizo complicada, el guía que los dirigía se desvió del camino correcto y les alcanzó la noche. Decidieron resguardarse en un refugio, hacer una hoguera y dormir abrazados para no pasar frío. Horas más tarde apareció un equipo de Policía de Rescate que supo guiarles hasta los autobuses. «Y es que en la Ruta cuando crees que no puedes más, sí que puedes» como diría el profesor D. Jesús Gutiérrez.

La última etapa en el país andino tuvo lugar en el buque de la Armada Peruana que les llevaría hasta el puerto del Callao de Lima, punto final de su aventura americana.

Llegada a Castilla y León

Tras visitar Madrid y realizar algún tramo del Camino de Santiago, por fin llegó el día en el que la Ruta BBVA recaló en Castilla y León, no sin antes celebrar el 16 de julio, la festividad del Carmen en Plentzia, y visitar el Santuario de Loyola. Eran más de las ocho y media de la tarde cuando llegaron los ruteros a Santervás de Campos. Familiares de los expedicionarios castellanos y leones que allí esperaban no pudieron evitar la emoción al abrazar a sus «niños» que hacía ya casi un mes que no veían. Los vecinos de la localidad vallisoletana junto con su alcalde, Santiago Baeza, y su familia recibieron a la expedición con los brazos abiertos y se volcaron en que su estancia allí fuese inolvidable.

En Santervás no solo conmemoraron el V centenario del nombramiento de Ponce de León como adelantado a la isla de la Florida, sino que se adentraron en los Campos de Castilla aprendiendo a primera hora de la mañana las arduas labores del campo. A continuación, la Ruta BBVA se dirigió a pie a COFOCYL, planta encargada de procesar el forraje del campo para la alimentación animal. Mayorga, y más concretamente su Museo del Pan, fue la siguiente parada del programa. Jesús Julio Carnero, presidente de la Diputación de Valladolid, esperaba a estos jóvenes en la recepción del museo para darles la bienvenida a la provincia. «Los chicos con sus diferentes banderas nos trasmiten que todos pertenecemos a una comunidad unida por la historia y los valores, pero sobre todo, unidos por algo tan fundamental como es el idioma» afirmaba Carnero, encantado de estar en compañía de tantos jóvenes con diferentes culturas.

Antes de la salida hacia Toledo, última ciudad de esta etapa española, la expedición se acercó a conocer la Villa del Libro de Urueña. Una visita corta pero intensa sirvió para abrir boca a los expedicionarios que aseguraron que volverían pero con más tiempo. El lunes 21 de julio, Sus Majestades, Don Felipe y Doña Letizia, recibieron a toda la expedición en el Palacio de El Pardo.

Los expedicionarios de la Ruta BBVA 2014 han tenido la oportunidad de pasar casi tres días en Castilla y León visitando Santervás de Campos, Mayorga y Urueña.