La UBU se personó como acusación contra el profesor investigado por abuso sexual

Los hechos se remontan a 2015, cuando una alumna de intercambio de nacionalidad japonesa cursó tres meses en la UBU. En ese momento, fue tutelada por un profesor da la facultad de Ciencias, a quien se le imputan todos los delitos señalados anteriormente.

En este sentido, la UBU defiende que, desde que tuvo conocimiento de que podían haberse producido estos hechos, abrió un expediente disciplinario al docente, lo comunicó a la Inspección y lo denunció ante la Fiscalía. Es por esto que la institución académica defiende que hizo todo lo que estaba en su mano para tratar de aclarar lo ocurrido entre la alumna y el profesor. De hecho, la alumna no llegó a denunciar lo ocurrido, ni lo puso en conocimiento de nadie en Burgos, sino que lo hizo al regresar a su país de origen, desde donde se pusieron en contacto con la UBU.

A partir de entonces, la UBU actuó y llegó a personarse como acusación popular, pero fue desestimado por la jueza de instrucción, por considerar que la entidad podía tener responsabilidad civil subsidiaria.

Así las cosas, la UBU ha hecho público un comunicado que trata de evitar cualquier género de duda sobre el rechazo de la entidad a «cualquier acto de acoso o abuso, tanto de carácter sexual, como de cualquier otro tipo». Al mismo tiempo, la UBU «mantiene desde hace años un compromiso activo para situar la igualdad de género como una prioridad estratégica y estandarte de calidad y excelencia para defender la justicia social y la libertad».

No en vano, en el texto se recuerda que, en 2013, «se creó la Unidad de Igualdad y desde 2015 mantiene un Protocolo de Actuación ante Situaciones de Acoso Sexual o Acoso por Razón de Sexo en la Universidad y se reafirma en su actitud beligerante ante cualquier actuación que implique abuso, coacciones, hostigamiento o acoso sexual».