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Gabriel de la Iglesia
Miércoles, 24 de mayo 2017, 19:58
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Las comisarías de Aranda y Miranda ya no gestionarán las llamadas al 091. Así ha quedado establecido en virtud del programa de centralización de servicios puesto en marcha por la Policía Nacional en toda España, un programa que ya ha comenzado a aplicarse en Burgos. Desde ahora, todas las llamadas efectuadas al 091 se tramitarán desde la centralita ubicada en la comisaría de la capital provincial, sea cual sea el origen de estas.
Según ha explicado hoy el subdelegado del Gobierno, Roberto Saiz, la principal ventaja que aporta este nuevo modelo de funcionamiento es la coordinación de servicios y, a mayores, la obtención de una mayor eficiencia en la plantilla. No en vano, la gestión de las salas del 091 de Aranda y Miranda obligaban a la Policía Nacional a disponer de varios agentes dedicados en exclusiva a este menester. Agentes que, obviamente, no estaban "en la calle". A partir de ahora, esos agentes podrán ser destinados a trabajo de campo, mientras que la centralita de Burgos solo ha tenido que ser reforzada con dos agentes.
Eso sí, esta actuación no es sino la primera fase de un proyecto mucho más ambicioso, que pasa por centralizar la atención del 091 por comunidades autónomas, tal y como sucede ya con otros teléfonos de emergencia, como el 112. De hecho, la iniciativa ya ha comenzado a desarrollarse en Aragón y los resultados están siendo «muy positivos», tal y como ha reconocido el nuevo jefe superior de Policía de Castilla y León, Jorge Zurita.
El propio Zurita ha asegurado que esta iniciativa se enmarca dentro de uno de los grandes objetivos puestos sobre la mesa tras su llegada a la Jefatura, como es la «incorporación de las nuevas tecnologías» a todos los procesos de la Policía. En este sentido, el jefe superior también ha hecho especial hincapié en la necesidad de mejorar algunas infraestructuras del cuerpo y de mejorar la atención a víctimas vulnerables.
Y todo ello mientras se mantiene el equilibrio de personal, un ámbito que «no depende» del cuerpo, sino de la propia Oferta de Empleo Público (OPE) que decida poner en marcha el Gobierno.
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