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Cerca de un centenar de personas se han concentraron a las puertas de los juzgados de Burgos en el primer día del jucio.
Gamonal: realidad y leyenda de la protesta de un barrio

Gamonal: realidad y leyenda de la protesta de un barrio

Los disturbios, que son juzgados estos días, comenzaron en la tarde noche del viernes 10 de enero de 2014 pero hay quien dice que «se venía venir»

pedro sedano

Domingo, 12 de marzo 2017, 14:01

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Más de tres años después de las protestas de Gamonal, en las que el barrio fue primera página en los medios de comunicación españoles y ocupó un lugar destacado en varios internacionales, la realidad se sigue mezclando con la leyenda.

Los disturbios, que son juzgados estos días, comenzaron en la tarde noche del viernes 10 de enero de 2014 pero hay quien dice que "se venía venir", porque la tensión iba en aumento desde que comenzaron las obras en el barrio unos días antes.

Horas antes de que se destapara la caja de los truenos, la Policía Nacional tuvo que acudir a la zona de las obras, en el tramo de entrada de la calle Vitoria en Gamonal, porque decenas de personas impedían la entrada y salida de camiones.

Ya se apreciaba una gran zanja donde se iniciaba la construcción de un aparcamiento subterráneo en la primera fase de una obra que aspiraba a convertir la calle en un gran bulevar.

Por la tarde, los ánimos de iban caldeando y se mezclaban vecinos que se manifestaban con viandantes que se preguntaban qué estaba ocurriendo.

El panorama cambió algo después de las ocho de la tarde, cuando todo el barrio parecía en calma salvo una zona pequeña, cerca de una gasolinera, en la que unas doscientas personas cortaban un nudo de carreteras y el tono iba subiendo, hasta que los concentrados arrojaron piedras, latas de bebida y botellas contra un coche de Policía Nacional.

Las lunas del vehículo reventaron y los antidisturbios recibieron la orden de intervenir; era el principio de una serie de altercados, cargas policiales y detenciones que se sucedieron hasta el 13 de enero, un día antes de que el Ayuntamiento anunciara que descartaba la obra.

Hoy la calle Vitoria tiene el mismo aspecto que antes de abrirse la gran zanja y solo de forma ocasional y tímida hay algunos políticos locales que se atreven a hablar de posibles actuaciones en el futuro consensuadas con el barrio.

Las manifestaciones habituales de la tarde durante esos días terminaban en dos bloques: uno frente a la Comisaría de Policía Nacional, donde había varios detenidos; y otro frente a la sede de un grupo de comunicación (PROMECAL) a cuyo presidente, Antonio Miguel Méndez Pozo, atribuían ser adjudicatario de la obra en una maniobra especulativa.

En realidad, la adjudicataria era una Unión Temporal de Empresas formada por Copsa y Aroasa, que no está directamente relacionada con Méndez Pozo y a la que el Ayuntamiento terminó por indemnizar con casi 300.000 euros por el perjuicio ocasionado al rescindir el contrato de esta actuación.

No era la primera vez que una obra proyectada por el Ayuntamiento en Gamonal terminaba en disturbios porque en 2005 los vecinos paralizaron también la construcción de un aparcamiento subterráneo bajo la avenida Eladio Perlado, donde los incidentes se saldaron con varios policías locales y nacionales lesionados y la condena a penas de cárcel de uno a dos años a tres de los participantes en los altercados, por atentado y lesiones.

La descripción de los policías que declararon en el juicio es muy parecida a la que están ofreciendo estos días los que prestan testimonio en la vista oral por los disturbios de Gamonal.

Recurren a descripciones como "batalla campal" o "lucha callejera" y aseguran que se sintieron "acorralados" y que temían por su integridad física.

Lo cierto es que no hay una evaluación económica de los daños que se produjeron durante los incidentes de 2014, aunque en algún momento se llegó a barajar la cifra de 100.000 euros en mobiliario público, sobre todo contenedores y papeleras, sin contar las lunas de varias entidades bancarias, algunas fracturadas varias noches consecutivas.

Como balance quedan los casi 50 detenidos, de los que solo se ha mantenido la acusación en los tribunales contra tres menores y dieciocho mayores de edad.

También el local municipal aún ocupado junto a la iglesia Real y Antigua y la Asamblea de Gamonal, que realiza actividades en el barrio y respalda a los encausados, incluso con cuestaciones para pagar los gastos de su representación.

Reivindican aún "el espíritu de Gamonal" y consideran que se quiere reprimir a todo un barrio y escarmentar a los jóvenes por defender lo que creen justo.

El alcalde, Javier Lacalle, insiste en que fueron unos incidentes provocados por una minoría que no representaba el sentir general del barrio, donde su partido, el Partido Popular, obtiene tradicionalmente unos buenos resultados electorales.

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