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Paula Velasco
Lunes, 9 de abril 2018, 19:35
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La fiesta de la Anunciación cuenta los días de embarazo de la Virgen María, hasta la próxima festividad del nacimiento de Jesús, el 25 de diciembre. En otras ocasiones la fecha de inicio de esta cuenta se sitúa el 25 de marzo, pero debido a la coincidencia con la Semana Santa, este año el Papa decidió trasladarla al día 9 de abril.
Por este motivo, el obispo de Ávila, Monseñor Jesús García Burillo, ha celebrado hoy una misa en el santuario de Nuestra Señora de Sonsoles de la capital abulense, situado a cinco kilómetros de la urbe. Un lugar al que los abulenses tienen gran devoción y al que acuden caminando en muchas ocasiones por la realización de promesas a la Virgen que allí se venera.
«Es una convocatoria para todas las madres gestantes, para darles una bendición en un momento tan importante. La bendición es como descubrir ese sentido de entrega y amor que es el embarazo», ha comentado el obispo de Ávila a El Norte de Castilla. «Traer un hijo al mundo es un acto total de entrega y generosidad».
Decenas de abulenses han llenado la ermita; muchos de ellos, mujeres en estado de buena esperanza. Laura, embarazada de treinta y ocho semanas, espera un niño y nos cuenta que cuando se enteró de que se celebraría esta misa, decidió que no faltaría: «siempre he sido muy de la Virgen de Sonsoles», comenta. Lo mismo pasa con Amalia, que viene desde el municipio abulense de Langa, en La Moraña. Espera a su hija para el mes de junio, se casó por la iglesia y espera también poder bautizar a su bebé. «No he tenido un embarazo bueno y espero que esto ayude a mejorar», cuenta risueña.
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