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La hora de la comida en el Centro de Día que Cáritas tiene en la calle San Claudio. / Word
Tres frenos contra la adicción
PROGRAMA DE DROGODEPENDENCIAS

Tres frenos contra la adicción

Cáritas atiende cada año a más de 700 personas con adicción a las drogas

J. HOLGUERA

Martes, 22 de abril 2014, 15:14

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El Programa de Drogodependencia de Cáritas atiende anualmente a más de 700 personas. Fran Gazapo, su coordinador también es el psicólogo del Servicio Ambulatorio.

Como las consecuencias del consumo de drogas pueden tan variadas como personas se vean afectadas por ellas, en este programa existen tres recursos diferentes para incidir en el aspecto personal de cada paciente . En primer lugar hay que reseñar que todos estos servicios se encuentran englobados dentro de la Red de Asistencia a las Drogodependencias en la que se incluyen todos los recursos de la ciudad.

El tratamiento ambulatorio está gestionado por un psicólogo, una médica y una enfermera. A este recurso acuden mensualmente una media de 130 personas, dependiendo de la época del año. Funciona de lunes a viernes, y en el se recibe y acoge a las personas que acuden por primera vez y se les informa sobre los recursos terapéuticos disponibles en la red asistencial.

El tratamiento de las personas drogodependientes se divide en dos partes: Por un lado, se encuentra el que se realiza «libre de drogas», aplicado a las personas con adicciones al alcohol, la cocaína o el cannabis, Por otro lado, las personas que tienen adicción a heroína y cocaína, es decir estas dos sustancias juntas, el tratamiento suele ser con metadona.

Nuevos hábitos de consumo

Los protocolos van cambiando porque los hábitos de consumo de drogas también lo han hecho. «Hace cinco años sólo se consumía heroína», aclara Fran Gazapo.

El perfil más habitual de personas que acaban con adicción a drogas es el más lúdico, explica Fran Gazapo, es decir, el de esas personas que empiezan los fines de semana tomando alcohol y a la vez coca con los colegas, después estas personas acaban consumiendo diariamente.

Es una adicción que no desean, pero que acaba por controlarlos.

En el servicio ambulatorio se trabajan las dimensiones psicológica, social y jurídica y la sanitaria. Mediante la perspectiva psicológica se hace ver a la persona que cualquiera en su medida es recuperable. En estas áreas a nadie se obliga a nada, porque sin la voluntad no se puede hacer nada. De hecho, Fran Gazapo concretiza que hay dos tipos de pacientes, el que por voluntad propia quiere dejar las drogas y el que no quiere dejarlas. Evidentemente, las personas que tienen grandes intenciones de salir adelante sin las sustancias que le causan adicción acaban rehabilitados antes.

Las adicciones son difíciles de asumir, por ese motivo muchas de las personas que llegan al Programa de Drogodependencia de Cáritas, lo hacen tras algún problema judicial o de salud. En caso de no plantearse dejar el consumo de drogas, el objetivo de este programa se centra en que se hagan el menor daño posible, por mantener este hábito negativo. Siempre se espera que se planteen dejarlas drogas.

Atención integral

El segundo pilar de intervención con Drogodependientes en el que trabaja Cáritas es la Atención Integral en el Centro de Día para la rehabilitación. Mensualmente se benefician de este recurso una media de 40 personas. Este funciona durante toda la semana, con actividades terapéuticas, ocupacionales y formativas. En este trabajan un equipo de psicólogos y educadores.

El mismo se estructura en tres fases que tiene una duración media de dos años. La primera fase tiene una duración de seis meses y consiste en la estructuración de la vida de la personas desde lo más básico, es decir, horarios, hábitos de alimentación. La segunda fase dura siete meses y consiste en una preparación para vida laboral. Cuentan con un Taller de Jardinería. Se realiza trabajo en equipo y actividades de orientación laboral. Aquí se trabaja en conjunto con el Programa de Inserción Laboral de Cáritas. El último paso es una etapa de seguimiento, que tiene una duración media de un año.

Lazarillo es un programa preventivo de apoyo a adolescentes y jóvenes entre 11 y 21 años aproximadamente, con problemas de abuso de drogas, y en los que confluyen otras variables de riesgo que pueden potenciar un proceso de adicción, así como para los padres, madres o tutores de dichos jóvenes. Una psicóloga se encarga de llevar a cabo la dinámica de este programa preventivo junto a algunos de los 50 voluntarios de Drogodependencias.

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