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Acto de entrega de llaves y títulos / Archivo Histórico Provincial
500 casas para obreros
VALLADOLID A TRAVÉS DE EL NORTE

500 casas para obreros

El Polígono XXV Años de Paz, inaugurado en 1967, trataba de paliar las abultadas necesidades de vivienda y glorificar, de paso, la memoria de la guerra

ENRIQUE BERZAL

Viernes, 18 de abril 2014, 20:30

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Presenta todavía Valladolid capital un problema con características muy agudas, no obstante las construcciones efectuadas a partir del Plan 1954 por la Organización Sindical y las que realizó posteriormente el Ministerio de la Vivienda a través del Patronato Francisco Franco, y posteriormente el gran volumen de viviendas construidas por otras Entidades colaboradoras y sobre todo por promotores particulares...

El problema de la vivienda se presenta con características especialmente graves para las clases económicamente débiles, donde el número de viviendas necesarias podemos considerar todavía del orden de las 10.000. El informe de la Organización Sindical, fechado en 1969, se quedaba corto; meses después, uno más extenso y riguroso fijaba en 11.245 las viviendas necesarias para la provincia vallisoletana.

En parte para paliar este problema entre la clase obrera, la Obra Sindical del Hogar había construido 3.610 viviendas en capital y provincia hasta 1957, cantidad a todas luces insuficiente si tenemos en cuenta que la demanda de viviendas en ese momento se aproximaba ya a las 10.000.

La Rondilla era, sin duda, uno de los barrios con mayores necesidades en este terreno. Por eso el I Plan Nacional de la Vivienda, iniciado en 1955 para un total de cinco años, centraba su actuación prioritaria en esta zona: 503 de las 841 viviendas proyectadas para Valladolid se ubicarían en el barrio, sumándose así a las 636 construidas anteriormente también por la Obra Sindical del Hogar. A ellas había que añadir las 550 del Instituto Nacional de la Vivienda, entregadas en 1959, y que conforman el polígono del 18 de julio, concebido igualmente para cubrir en lo posible las necesidades de viviendas de las familias obreras.

Las 503 viviendas incluidas en aquel Plan de 1955 forman el actual Polígono XXV Años de Paz, denominación dirigida a exaltar de manera propagandística el 25 aniversario de la victoria del bando sublevado, liderado por el general Franco, en la guerra civil, ya que la promoción fue aprobada en 1962 y no se finalizaría hasta 1967. Los arquitectos serían Julio González Martín y Carlos-José Balmori López, y, como contratista, la empresa Constructora Asturiana S.A. Las obras incluían dos grupos escolares y centro cívico.

Se trata de 47 bloques de edificios que obedecen a dos tipologías: cuatro torres de ocho alturas de tres viviendas por planta, dotadas de ascensor, y 43 bloques lineales de cinco alturas sin ascensor. Como ha escrito Basilio Calderón, su sistema compositivo se basa en la la manzana de grandes proporciones, que deja en su interior amplios patios para dotaciones fundamentalmente docentes; en definitiva, una forma de producción de espacio eficaz por su bajo coste y relativa rapidez de construcción, con una tipología tan característica que, sin embargo, terminaría por acentuar su carácter segregado respecto de otras zonas y calles.

El sorteo de las viviendas se celebró el 10 de mayo de 1967 en el salón de actos de la Delegación Provincial de Sindicatos; al ser construidas por la Obra Sindical del Hogar, los agraciados debían estar afiliados a alguna de las entidades sindicales entonces existentes. Las listas para el sorteo las publicó El Norte de Castilla el 20 de abril.

Los beneficiarios de las 84 viviendas de segunda categoría y de las 327 de tercera fueron excombatientes, miembros de la Vieja Guardia, viudas de caídos en la guerra, personas que habían contraído matrimonio ese mismo año de 1967, cabezas de familias numerosas y chabolistas, realquilados y desahuciados, categoría incluida para las viviendas de tercera categoría.

No por casualidad, el acto de entrega de títulos y llaves tuvo lugar el 18 de julio, fecha conmemorativa del Alzamiento nacional, y estuvo presidido por el gobernador civil, José Pérez Bustamante, el arzobispo de Valladolid, presidente de la Audiencia, delegados de Hacienda, Obras Públicas, Vivienda y otros departamentos ministeriales, así como el Consejo Provincial del Movimiento y la Comisión del Consejo Provincial Sindical.

En nombre de los beneficiarios habló José Baticón Palenzuela, mientras que el delegado de Sindicatos, Santos Sánchez Marín, destacó la voluntad de la institución que presidía de fomentar el interés por la vivienda propia desde la situación de una más elevada condición salarial (), y superar el viejo paternalismo de la concesión de la vivienda como una obra de caridad. Subrayó también como en este grupo, se conseguía una unidad vecinal completa, que se forma con el edificio cultural, cine, escuelas, jardín maternal, aparcamientos, etc., que en un futuro próximo estarán ya concluidos, informaba El Norte.

Para que no quedara ninguna duda, el gobernador civil aseguró que dicho acto encaja perfectamente en aquellos ideales del 18 de julio de 1936 de una España mejor para todos los españoles.

Los agraciados debían hacer un primer pago del 5,93% del valor provisional de la vivienda, esto es, 10.998 pesetas, para luego formalizar un contrato que solía fecharse el 1 de octubre de 1967. A continuación, se debía abonar una cantidad mensual de 587,21 pesetas los veinte primeros años, y otra de 742,61 durante los treinta siguientes.

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