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La talla del Jesús Flagelado a su paso por la fachada del edificio histórico de la Universidad de Salamanca. / Almeida
El Flagelado recoge su marcha
SEMANA SANTA 2014

El Flagelado recoge su marcha

La talla de Carmona estrena música procesional compuesta por Miguel A. Font

CECILIA HERNÁNDEZ

Jueves, 17 de abril 2014, 15:52

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Belleza incuestionable la de la procesión de Nuestro Padre Jesús Flagelado y Nuestra Señora de las Lágrimas de la que Salamanca pudo disfrutar ayer. Ya lo dijo en su momento el hermano mayor, José Luis Rivera, no había miedo a la coincidencia con el partido de final de la copa del Rey de fútbol. Al fin y al cabo era una coincidencia que ya se había dado en otras ocasiones y que no iba a restar importancia a la cita de las imágenes con las calles salmantinas. Así fue, a las nueve y media en punto tres golpes sonaron en la puerta de la Clerecía, que se abrieron inmediatamente para dejar salir el inicio del cortejo procesional.

La agrupación musical Virgen de la Vega comenzó a tocar el himno de España, mientras los aplausos resonaban entre el muchísimo público congregado en el entorno. Concluido el himno la agrupación emprendió la gran novedad de esta procesión: la marcha procesional compuesta para la imagen del Flagelado por Miguel Ángel Font, 'Tu manto de oración'. Música y procesión se unieron para crear un momento único que quedará para la historia de la Semana Santa de Salamanca, esa Pasión que el tiempo está respetando como hacía años que no pasaba, para alegría y cierta incredulidad de los cofrades y aficionados.

Que dure el buen tiempo, que duren el cielo azul y las estrellas bajo los pasos salmantinos es la petición más murmurada estos días. Un cielo como el que ayer recibió a Nuestra Señora de las Lágrimas, que 37 minutos después que el Flagelado, emprendió su camino desde la Clerecía. Lucía bellísima la imagen de la Virgen rodeada de claveles rosas, casi del mismo color que parte del hábito de sus hermanos, y con un nuevo manto donado por las hermanas Castillo, sus mayordomas de este año y pertenecientes a una de las familias con más tradición dentro de la hermandad del Flagelado. Porque si algo caracteriza a esta cofradía es su gran sentido familiar, y cómo ser cofrade ha pasado de generación en generación. Prueba de ello era el ambiente de la Clerecía minutos antes de que comenzara la procesión: padres, niños, abuelos comentaban sus últimas impresiones sobre el momento que iban a vivir.

Pero la propia procesión también dejó huella de la importancia que esta hermandad tiene en muchas familias, con la participación de los pequeños monaguillos y también de ancianos, que seguían los pasos con firmeza, como a buen seguro habían hecho durante buena parte de su vida.

Y comenzó la procesión, y el Flagelado, una de las tallas más valiosas de la Semana Santa de Salamanca, obra de Luis Salvador Carmona de 1760, caminó por el centro de la ciudad, pasando por la fachada del edificio histórico de la Universidad, y por la Plaza Mayor cuando pasaban algunos minutos de las once de la noche. Le seguía, como durante todo el camino, la Virgen de las Lágrimas, escoltada también por agentes de la Guardia Civil con uniforme de gala y seguida de la banda de música de Alba de Tormes, que interpretó para ella varias marchas procesionales comenzando por el Mater Mea.

Ambas imágenes volvieron a su recorrido tradicional tras el cambio del año pasado, cuando, con ocasión del centenario de la primera salida procesional de la talla de Carmona, se desvió la procesión para pasar por la ermita de la Vera Cruz. Fue esta hermandad, la decana de Salamanca, la que sacó por primera vez a esta hermosa imagen de Jesús en procesión, al incorporarla al Santo Entierro. En 1948 la devoción que había originado la talla motivó que se creara una hermandad filial, que fue independiente poco después gracias al apoyo de las congregaciones marianas, circunstancia que la enlaza a la Universitaria.

Desde el año 1977 el Flagelado desfila acompañado por Nuestra Señora de las Lágrimas, obra de José Miguel Sánchez Peña.

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