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Karan Singh. / EL NORTE
«Es peligroso usar la religión para fines políticos»
Karan Singh. Pensador y político indio

«Es peligroso usar la religión para fines políticos»

El filósofo pronunció en Valladolid una charla sobre la sabiduría india y representa a su país en la reunión de la Unesco en París

VICTORIA M. NIÑO

Jueves, 17 de abril 2014, 19:15

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o ha sido casi todo en la política de su país, pero también en la filosofía. Karan Singh, que no renuncia a la vida pública pero sí a la acción, vive desde hace tres lustros centrado en su labor filosófica y casi predicadora. Su mensaje: llevar por el mundo las virtudes integradoras y humanistas del vedanta, la síntesis de los últimos textos antiguos del hinduismo. El jueves de la semana pasada participó en el Aula de Cultura de El Norte, en colaboración con la Universidad de Valladolid y la Casa de la India.

Lleva lustros dando conferencias en Occidente sobre la sabiduría india. ¿Cuáles son los principios que transmite al público?

Como explico en mis conferencias, los principios del vedanta son el mundo entendido como una familia, la esencia idéntica de todas las religiones y el bienestar de todos. Van encaminados a subrayar la importancia de la dimensión espiritual. No podemos quedarnos solo en el trabajo, en nuestras relaciones con el jefe, la familia, los amigos. Eso remite a una dimensión horizontal, mientas que la dimensión vertical nos dirige a nuestro ser esencial, a nuestro núcleo, a lo que podemos acercarnos por el yoga, no en sentido del ejercicio, sino de buscar la luz divina que todos tenemos dentro.

¿Cómo se reciben esos principios en estas sociedades escépticas y materialistas?

Bueno aquí se han desarrollado en un aspecto material, sí, pero nosotros no rechazamos eso. India ha sido empobrecida por el colonialismo y los malos gobernantes pero en el siglo XIV fue el país más rico del mundo, junto con China producíamos el 40% del PIB mundial. No estoy en contra del materialismo. Los cuatro retos del hinduismo son el dharma, vivir nuestra vida según una ética y unos principios espirituales; el artha, aspirar a la salud, lo cual depende de los medios materiales, aunque esa salud se busco con principios morales; el kama, o el deseo sensual, el sexo, y el moksha, o la liberación, la trascendencia.

¿Qué es el Templo del Entendimiento del que forma parte?

Me uní en la reunión de Chicago de 1993, pero este movimiento ya había sido creado por una americana hacía 60 años. Cuando Juliet Hollister murió, me nombró el representante internacional, pero no es algo único, hay más iniciativas que buscan el diálogo entre las religiones. Este en concreto tiene ahora más actividad en la India que en EE UU.

Desde su experiencia ¿qué relación debe haber entre religión y política?

La religión es una vivencia individual y la política, colectiva. Es difícil disociar ambas en un país como el mío, con una religión que lo abarca todo. También la política bien hecha ayuda al dharma, se puede hacer aceptablemente. Pero lo que no está bien y es muy peligroso es usar la religión para lograr objetivos políticos como el Tea Party en EE UU o los fundamentalistas islámicos. En cualquier caso, la religión no puede ser ignorada por la política.

Personalmente ¿se siente más filósofo o político?

He estado 36 años en el Parlamento, aún soy miembro pero ya no me considero político. Tengo una vida pública, eso sí, y represento a la India en la Unesco, por ejemplo, pero el pasado 10 de abril había que votar en las elecciones generales y yo estaba en Valladolid. Eso ilustra un poco mi relación con la política hoy.

Otro tema que ha abordado en sus libros es el medio ambiente. ¿Hemos roto la cadena armónica entre hombre y naturaleza?

Es una gran preocupación. Estuve en la primera reunión en Estocolmo, en 1972 con Indira Gandhi y Olof Palme. Veinte años después en Río se multiplicó la asistencia a la Conferencia Internacional sobre el medio ambiente y seguimos haciendo las cosas mal. Hay países muy desarrollados como Estados Unidos que no se plantean reducir sus emisiones. Seguimos quemando carburantes y produciendo contaminación indiscriminadamente. Creo que hay que mirar a nuevas formas de producir energía. El sol que adoramos desde la prehistoria todos los pueblos puede ser una alternativa, creo que hay que trabajar en buscar otras formas de energía. En los pueblos donde no llega la luz, podrían existir lámparas con energía solar. Como sigamos así, nada nos salvará del desastre.

¿Cuáles son los principales problemas de la India hoy?

Los principales son la pobreza, hemos sacado a millones de personas de ese umbral, pero aún así hay millones que siguen sin una vida digna y es inaceptable. El otro problema es la superpoblación, cada año sumamos la población de Australia a la India y, tercero, la corrupción.

Su estado natal es un paraíso golpeado por el terrorismo ¿Cómo está la situación en Cachemira?

Hay ciertos problemas en la frontera, desde la independencia parte del estado depende de Pakistán y siempre hay gente en la frontera que quiere venir a la India. Pero el país está bien y recibimos miles de turistas al año.

Estuvo en política internacional cuando el telón de acero dividía países capitalistas y comunistas ¿hacia donde hemos evolucionado?

En aquel momento muchos decidimos que no queríamos estar ni con la URSS ni con EE UU y creamos el movimiento de los países no alineados. Creo que aquella iniciativa, en la que estaba Nasser, Nerhu, Sukarno, Tito y muchos más, salvó al mundo de una tercera guerra mundial. Ahora, aunque sigue teniendo presencia en la ONU, ya no tiene mucho sentido.

La India tiene una brillante tradición de matemáticos que ahora están en el Silicon Valley ¿revierte en su país?

Sí tenemos una gran tradición matemática, de hecho inventamos el cero que ha hecho posible su desarrollo. Durante unos años muchos se fueron a California y otros sitios, somos un país libre no se le impide a nadie salir. Pero ahora muchos de ellos vuelven a la India de nuevo porque quieren reencontrarse con sus raíces y hacer algo por su país.

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