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SEMANA SANTA

La Esperanza del Cristo triunfa a la tercera

La Procesión de los Cinco Misterios reúne a decenas de fieles en la noche del Martes Santo

El Norte

Miércoles, 16 de abril 2014, 20:39

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A la tercera fue la vencida y el Cristo de la Esperanza pudo completar, por primera vez a costal, su recorrido entre la iglesia parroquial de Santa Eulalia y la Catedral . Más que puntual, cinco minutos antes de las ocho de la tarde del martes, se abrió el portón que asoma el templo a la calle José Zorrilla.

Con la imagen tumbada sobre su paso, ya que la altura de la talla no permite su salida erguida, los costaleros superaron la escalinata de salida de la iglesia y el Cristo salió a la calle. Por primera vez, sin que la oscuridad del cielo amenazara su procesión. El año pasado no pudo ni pisar la calle y el anterior tuvo que darse la vuelta en la plaza de Somorrostro. Junto a la parroquia se rezó el primero de los cinco misterios, ante el gentío expectante. Los sonidos de la banda de cornetas y tambores, que ya habían sonado instantes antes de la salida del Cristo, completaron la estampa y la comitiva echó a andar hacia la Plaza Mayor.

La Procesión y Oración de los Cinco Misterios es uno de los actos de la Semana Santa segoviana que más ha arraigado entre los fieles. Organizada por la Hermandad de la Soledad Dolorosa y la Cofradía del Recogimiento, comenzó circunscribiéndose al barrio de Santa Eulalia, pero de unos años a esta parte llega hasta la Catedral, lo que ha contribuido a dar cuerpo en el programa a un Martes Santo vacío de contenido. Fieles y parroquianos acompañan al Santo Cristo de la Esperanza, una talla de finales del siglo XVII que forma parte de la Procesión de los Cinco Misterios desde el año 2004. Esta procesión, austera pero muy sentida, es una invitación a ese recogimiento que precisamente da nombre a la cofradía que la organiza, enclavada en el histórico barrio de Santa Eulalia.

La oración, que cuenta con cinco paradas (misterios), de la iglesia parroquial. El cortejo recorrió las calles de Puente de Muerte y Vida, Independencia, Gobernador Fernández Jiménez, Fernández Ladreda, Azoguejo, Cervantes, Juan Bravo, Isabel la Católica y Plaza Mayor. En la Catedral se rezó el quinto misterio y se cantó la Salve, ya bien entrada la noche.

El Santo Cristo de la Esperanza, de escultor anónimo, tenía su propia capilla en la iglesia de Santa Eulalia. La talla guarda una curiosa historia. En el año 1782, el obispo de Segovia, Alonso Marcos de Llanes, concedió cuarenta días de indulgencia a todas aquellas personas que devotamente asistieran a los actos religiosos de este Cristo.

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