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El Rosario del Dolor sale de la Vera Cruz hacia el encuentro en San Pablo./ G. Villamil
El Rosario del Dolor vuelve a encontrarse en San Pablo
SEMANA SANTA 2014

El Rosario del Dolor vuelve a encontrarse en San Pablo

La procesión del Cristo de la Buena Muerte estrena medalla Real ante un público que deslumbraba por los flashes

ALEJANDRO ANDRÉS

Martes, 15 de abril 2014, 14:58

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Noche solemne en Valladolid. Después de la jornada festiva del Domingo de Ramos, el Rosario del Dolor fue el encargado de abrir las procesiones ayer, el Lunes Santo. Unos mil cofrades y seis pasos acompañaron al primer encuentro en años ya que durante un tiempo se había movido de lugar y los dos últimos años el tiempo no quiso acompañar de los Cinco Misterios con la Virgen Dolorosa a los pies de la barroca iglesia de San Pablo. Y ayer, después de la espera, y porque Dios aprieta, pero no ahoga, una noche perfecta volvió a permitir, y de qué manera, que el Rosario del Dolor saliese a las calles de Valladolid, mientras las nubes, tan dañinas años pasados, dejaron que la luna iluminase la llegada de la procesión a la plaza del Instituto Zorrilla. Ese fue el momento en el que la Semana Santa, un año después de marcharse, volvió a Valladolid.

Porque los primeros curiosos que se agolpaban en las calles aledañas a San Pablo antes de la llegada de los pasos todavía hablaban en un tono más de Cuaresma que de Pasión. Pero, según los cofrades llegaban y paraban con su paso a los pies de una de las iglesias más características de Valladolid, el público asistente, alrededor de dos mil personas, fue enmudeciendo. Hacia las diez de la noche y con el máximo respeto presente en la ciudad los Cinco Misterios y la Virgen Dolorosa se encontraron en San Pablo escoltados por sus fieles cofrades de seis hermandades, donde al menos dos cofrades afectados por lipotimia tuvieron que ser atendidos.

Doscientos fueron los hermanos que salieron con su Cristo, a los que hay que sumar otros doscientos de otras cofradías que acudieron a representar sus hábitos en la procesión de la Buena Muerte. La cofradía titular del paso, la Preciosísima Sangre, estrenaba este año el título de Real después de que en el junio pasado la Casa del Rey les otorgase la mención. Por eso, y durante el clásico recorrido que sube desde su iglesia hacia la plaza de la Universidad para acabar en el Real Colegio de San Albano, la hermandad entregó la medalla Real a los cofrades de honor, los hermanos del Colegio de los Ingleses. Tras ello, y con la vuelta a la Antigua, el Lunes Santo se despidió para dejar hueco al resto de la semana.

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