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SEMANA SANTA 2014 | SEGOVIA

La hostelería se encomienda a la 'pasión' turística por Segovia

La previsión apunta a un 80% de ocupación media durante toda la semana, rozando el 100% del Jueves al Sábado Santo

CÉSAR BLANCO

Domingo, 13 de abril 2014, 02:52

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Las cofradías, hermandades y feligresías no son las únicas que viven pendientes del pronóstico del tiempo. Los hosteleros, al igual que los agricultores, también miran de reojo al cielo cuando el calendario voltea estas fechas de una primavera revoltosa en lo meteorológico, y se encomiendan a la bondad de las predicciones para hacer su particular 'agosto' en pleno abril gracias a la Semana Santa. Ese interés es casi una inercia, porque al final la realidad y la experiencia dicen que el mejor o peor tiempo tampoco se erige como un factor determinante que afecte al ámbito pura y meramente turístico.

Así lo percibe el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Tierra de Pinares de Segovia (Aturtipise). A juicio de Manuel García, «el tiempo no es un problema porque la gente que quiere salir en estas fechas sale igual». La opinión que tienen en la Agrupación de Industriales de Hostelería de Segovia (AIHS) es similar, aunque con matices. Las terrazas de bares y restaurantes no funcionan igual y los visitantes optan por resguardarse de las inclemencias en los cuarteles generales de sus alojamientos. Pero lo que es venir, vienen, asegura el gremio. Puede sonar pretencioso, pero el atractivo turístico de la provincia trasciende las adversidades meteorológicas. Llueva, nieve o haga sol, Segovia sigue al frente de los lugares escogidos entre quienes prefieren el interior peninsular a la costa en estas pequeñas vacaciones.

Es cierto que los precedentes de los últimos años no son especialmente halagüeños, con suspensiones de procesiones incluidas y la brillantez de los actos sacros afeada y estropeada por inoportunas e imprevistas adversidades que deslucieron el indudable reclamo religioso y patrimonial del que presume la Pasión segoviana y que atrae cada año a miles de viajeros. Este año, de hecho, la nueva directiva de la Junta de Cofradías de Semana Santa ha dado pasos firmes y serios para concitar fuerzas y afianzar una vieja aspiración como es el reconocimiento de Interés Turístico Nacional.

Son los fieles y los cofrades los que más sufren esa caprichosa meteorología. El tiempo se coloca la toga de juez y decide entre el brillo y el éxito o el deslucimiento y la decepción por la supresión de unas celebraciones que con tanto anhelo aguardan y que con tanto mimo y dedicación preparan.

Arranque prometedor

Mientras las predicciones se actualizan, el fin de semana que anticipa la semana de Pasión da buenos pálpitos sobre la afluencia de turistas que se avecina. La concejala de Patrimonio Histórico y Turismo del Ayuntamiento de la capital, Claudia de Santos, habla de unas previsiones «buenísimas». Este sábado ha sido el primer día de evaluación, pero cunde el optimismo. Baste algún dato para alimentarlo. Al mediodía de se habían registrado 1.200 consultas solo en el Centro de Recepción de Visitantes del Azoguejo, punto de encuentro neurálgico que da la bienvenida a los viajeros que llegan a la ciudad. Eso supone que al menos 2.500 personas habían accedido a estas dependencias situadas a los pies del Acueducto. «Ha pasado gente de Cataluña, de la Comunidad Valenciana, por supuesto de Castilla y León y muchos de Madrid», repasaba la edil.

De Santos dice estar «convencida» de que, con los pronósticos que maneja sobre reservas hoteleras, este año se superarán los datos del curso pasado, que ya de por sí vivió una buena Semana Santa en lo turístico, al menos mejor que en 2012. Los principales indicadores revelaron, por ejemplo, un aumento del 20% en el volumen de consultas atenidas en el Centro de Recepción de Visitantes, que superó el número de 9.000 peticiones de información entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección, para sumar 13.000 a lo largo de toda la semana. El Punto de Información de la Estación de Autobuses también disparó un 57% la cifra de viajeros atendidos.

A por el lleno desde el Jueves

De momento, la media de ocupación hotelera que se prevé para toda la semana ronda el 80%, bosqueja la concejala. Es eso, un promedio, porque en los días fuertes del periodo vacacional (Jueves, Viernes y Sábado Santos) se espera colgar el cartel de completos en los establecimientos hoteleros de la provincia. Ese porcentaje y ese deseo de abarrotar de visitantes los alojamientos, las barras y los comedores de Segovia también es el que baraja la AIHS. Su gerente, Javier García, eleva por encima del 90% las reservas para esos días centrales de la Semana Santa, por lo que si se suman los viajeros rezagados de última hora ve factible rozar el 100%. Estos índices ponen de relieve el «poderío» de la Semana Santa de Segovia y su atractivo como destino de interior.

Aunque el sector parece que se resiste a remontar el vuelo por culpa de la dichosa y pesada carga de la crisis de consumo, García si augura una afluencia mayor que la del año pasado. Entre un 10% y un 15% más que en 2013, vaticina el gerente de la patronal de la hostelería segoviana. El hecho de que el calendario haya retrasado el ciclo central de la Semana Santa a estas alturas de abril ha podido contribuir a animar a los potenciales viajeros, primero por una mayor seguridad en la bondad meteorológica, pero sobre todo porque las vacaciones se han hecho de rogar y hay ganas de salir.

El turismo rural se prepara para el desembarco de visitantes. La provincia cuenta con un censo de unos 450 alojamientos de este tipo y suma más de 4.500 plazas, lo que supone el 11% de la oferta global existente en Castilla y León. Como dice el presidente de la Asociación de Turismo Rural y Activo de Segovia (Aturacse), Domingo Asenjo, estas fechas «son las demandadas del año». En verano o en invierno la afluencia se dispersa mucho más y la ocupación es mucho más baja, precisa Asenjo.

El cliente del turismo rural suele ser familiar, también algunas parejas y bastantes grupos de amigos, apunta por su parte el presidente de Aturtipise. Además, parece ser un viajero fiel. Si le gusta, vuelve. Hay un significativo porcentaje de inquilinos de centros rurales que repiten la experiencia del contacto con la naturaleza y del turismo cultural y activo

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