Borrar
Los nuevos criterios procedentes de Bruselas pueden provocar que medio millón de hectáreas se queden sin subvenciones. / El Norte
Calculan que las dehesas perderán el 40% de hectáreas admisibles con la nueva PAC
CAMPO

Calculan que las dehesas perderán el 40% de hectáreas admisibles con la nueva PAC

Salamanca cuenta con casi medio millón de hectáreas de este ecosistema

SILVIA G. ROJO

Lunes, 31 de marzo 2014, 15:45

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las asociaciones forestales han comenzado a mover ficha. La nueva PAC, la del periodo 2014-2020, aplicará nuevos criterios a la hora de considerar como admisibles las hectáreas arboladas. En el caso de la provincia de Salamanca el problema se ha planteado en las dehesas, casi medio millón de hectáreas, que podrían dejar de ser subvencionables, en función de la aplicación que el Estado y las comunidades hagan de lo fijado por Bruselas.

De manera general, a partir de ahora, una hectárea con 100 pies, tendrá una penalización total, es decir, el propietario no recibirá ayudas que hasta ahora sí le llegaban procedentes de los fondos comunitarios. En teoría, desde el año 2008 se lleva estudiando este planteamiento cuya máxima es primar lo que verdaderamente es pasto.

El presidente de la Asociación Forestal de Salamanca (Asfosa), Jesús Castaño, explica que «desde el principio teníamos el temor de las hectáreas que iban a ser admitidas en al PAC, que la reducción de hectáreas iba a ir en contra de las hectáreas arboladas, y aunque nos aseguraron que no, desgraciadamente, nos han dado la razón».

Según el criterio de la asociación a la que representa, «esta normativa no se puede aplicar a las dehesas, el pasto es lo principal de las mismas porque los árboles en muchos casos no dan e incluso, cuestan». Por este motivo, añade que «es injusto penalizar esas hectáreas de pasto que son mejores que las que no tienen bellota o ramo» y por eso dice que «cuando comentan que la ganadería es la gran olvidada de esta PAC, lo es por las hectáreas admisibles, no por las vacas nodrizas».

Si bien desde Europa se indica que esas hectáreas de más de 100 pies tendrán una penalización total a la hora de ser subvencionables, lo que se admita o no por debajo, será decisión de cada estado miembro.

El cálculo que hacen desde las asociaciones forestales y que indica el presentante de Asfosa, es que «las dehesas tendrán una penalización del 40% de media», o lo que es lo mismo, «el 40% de las hectáreas, dejarán de ser admisibles».

Se podría decir que, en buena medida, lo que pase en el futuro estará en manos de un sistema que está perfilando ahora mismo la empresa Tragsa, según orden del ministerio y las comunidades. La base experimental, se está ejecutando en cinco dehesas repartidas por toda la geografía española, en el caso de Castilla y León, uno de esos modelos se asienta en Arenas de San Pedro. El objetivo de este programa es detectar árboles y pastizal arbustivo para así poder hacer una aplicación de la nueva directriz pero según Castaño, «el sistema computa como que no es pasto, todo lo que pase de 40 centímetros de alto».

Ente los propios propietarios de dehesas ya está generado el debate y algunos sostienen que «no se está teniendo en cuenta que esos pastizales arbustivos el ganado siempre lo ha comido y ahora, todo lo que pase de 40 centímetros es arbustivo y hay que meter el coeficiente reductor pero es que todo eso, el brezo por ejemplo, los animales se lo comen y tienen más de esa medida».

Tanto Castaño como otras personas consultadas, ponen como ejemplo práctico, una dehesa extremeña de Herrera del Duque, que también se está tomando como referencia para experimentar el sistema y que representa una dehesa tipo. Los datos que los forestales manejan hablan de que de las 600 hectáreas de las que dispone el propietario, con la nueva PAC, tan solo serían admisibles 130 hectáreas.

En opinión de Cataño, «no se está aplicando correctamente el reglamento de la Unión Europea que da cierta libertad a los estados miembros para aplicar lo de los 100 pies». Define más la situación cuando indica que «si hay que aplicar una reducción a la dehesa, que se haga a la caza».

Desde Asfosa también se justifica el peso de lo que representan, «no estamos hablando por cuatro o cinco, sino por 1.100 socios en Salamanca, 6.000 en toda Castilla y León, y más de medio millón de hectáreas, y la verdad es que no se nos quiere escuchar».

Desde la comunidad se ha buscado la cooperación con otras zonas adehesadas, y los forestales también están actuando a través de 'Entretantos', Plataforma por la ganadería extensiva y el pastoralismo, cuyo origen es extremeño, y que se está moviendo a nivel europeo y ministerial.

De manera resumida, y con este problema planteado, algunas de las asociaciones de la comunidad, están reclamando un inventario de dehesas que según algunos, permitiría que ese medio millón de hectáreas, pudieran estar exentas de aplicación.

Por otra parte, recuerdan que hasta ahora, que un pastizal tuviera arbustos de más de 40 centímetros no era un problema para que fuera superficie forrajera y subvencionable, por lo que reclaman un plazo de tres o cuatro años, para que la gente se adapte y opte porque esa zona aparezca con, o sin arbusto.

Por último, reclaman una «consideración especial», para un ecosistema con más de 1.000 años, por lo que la petición es clara: eximir a la dehesa de esa normativa y que siga siendo superficie forrajera.

Más razones

Algunos propietarios de dehesas consultados, todavía se muestran desorientados sobre cómo quedará la situación o la superficie subvencionable que van a perder, pero rápido argumentan que «no se puede desclasificar de la noche a la mañana cuando además, lo que se dice, es que con más de 100 pies no son hectáreas admisibles y con menos, que cada Estado decida».

De igual modo, se habla de un contrasentido si se tiene en cuenta que durante los últimos años se han fomentado las superficies arboladas y que solo en la región, en los últimos 10 años, se han destinado 15 mil millones de euros a este fin por lo que «al final estás forzando a la gente a desbrozar masivamente y a tirar de motosierra, porque árboles, que a lo mejor ya no te dan bellota y lo que hacen es contribuir al coeficiente reductor, para qué los quieres».

En datos

Según el ministerio de Agricultura, en el conjunto del país se establecen alrededor de 25.000 explotaciones de dehesa, de las que 8.000, tienen más de 100 hectáreas. El 75% de las mismas son de carácter privado y el resto, son comunales.

El valor de este ecosistema, sin olvidar su contribución al medio ambiente, se podría abordar desde varios puntos de vista: por un lado, teniendo en cuenta las explotaciones ganaderas que en este espacio se asientan y entre las que se incluyen especies autóctonas o en peligro de extinción. En las dehesas pastan el 40% del censo total de ovejas, el 45% de cabras, más de un millón de vacas nodrizas destinadas a carne y se asientan 1200 ganaderías de todos de lidia.

No menos importante es la presencia de caballos, con más del 50% del censo total asentado en dehesas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios