El plátano de sombra deja reinar

Ha sido el señor de avenidas y plazas. El emperador de los árboles urbanos, pero hoy está en declive, a pesar de dominar aún en territorios tan nobles como el Paseo de Zorrilla. El rápido desarrollo de este caducifolio, su enorme porte de hasta 40 metros y gran longevidad le llevaron a poblar con rapidez unas ciudades que necesitaban 'verde' con urgencia ante tanto ladrillo. Ahora, su poder está en entredicho. Las enfermedades que atacan al plátano de sombra antracnosis, el 'tigre' o la clorosis férrica, entre otras y que obligan a continuos tratamientos químicos, así como sus problemas de 'convivencia' con el hombre han llevado al Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Valladolid a reducir al mínimo imprescindible su plantación. «Solo hacemos sustituciones en alineaciones ya consolidadas o en grandes avenidas con una anchura de más de cinco metros que permitan abrir alcorques más grandes», explica Ángel Asensio, el veterano jefe del departamento de la Concejalía de Desarrollo Sostenible, que gestiona Jesús Enríquez.

Apuesta por la variedad

Con cerca de 17.000 ejemplares es, con mucho, el vecino con más presencia en la ciudad habitada supone el 39% de los 43.589 ejemplares censados solo en las calles y plazas, pero según los datos del departamento ha perdido casi el 40% de espacio en los últimos ocho ejercicios. El Consistorio está apostando por la sustitución de esta especie por otras que se adaptan bien a la vida urbana como aligustres, arces, prunos, tilos o perales ornamentales, entre otros. La biodiversidad, según apunta el experto, no solo enriquece el paisaje, sino que al variar las plantaciones por calles se evita que las enfermedades y plagas actúen en una virulenta cadena, llevándose por delante conjuntos muy amplios. En el servicio reconocen que el plátano de sombra ha ido muy bien hasta ahora, pero está perdiendo su predicamento no solo en Valladolid, sino en el resto de España. Y es que presenta inconvenientes importantes. «Tiene un gran porte, que puede alcanzar más de treinta metros de altura. En algunas zonas las ramas se meten por las ventanas y además las raíces levantan las calles, lo que provoca daños en la urbanización», explica. Estas dos circunstancias suponen un importante gasto en cuidados como podas en altura, además del arreglo de vías.

Por otro lado, la mayor parte de los tratamientos para las patologías que les afectan y debilitan son químicos potentes, fórmulas más agresivas con el medio ambiente, que desde la propia Unión Europea se desaconsejan. Ahora, la línea son los tratamientos biológicos, entre otras alternativas a base de insectos.

Solo las plantaciones consolidadas

Los datos del servicio avalan la apuesta municipal por esta nueva estrategia. Así, durante la presente temporada 2013-2014 se han plantado en Valladolid un total de 2.190 nuevos ejemplares en 280 calles. Tanto en las reformas de vías como en aquellos trazados donde se han detectado ejemplares decrépitos se ha optado por especies como el árbol de los tulipanes, fresnos, olmos, falsos laureles o diferentes variedades de liquidambar, que presentan menos inconvenientes en su mantenimiento, al mismo tiempo que permiten variar la ornamentación. En ningún caso, el Ayuntamiento se plantea la sustitución del plátano de sombra en aquellas avenidas donde las alineaciones están asentadas y presentan una estado de salud aceptable, como el Paseo Zorrilla, donde las hileras de la especie forman parte de la personalidad de esta arteria.

Otro de los aspectos que convierte al plátano de sombra en un problema de convivencia con quienes cobija bajo su copa es el de sus efectos en los alérgicos. El 70% de las afecciones son provocadas por el polen y el de esta especie tiene una prevalencia del 5,52%.