Los vecinos piden firmeza en la aplicación de la ordenanza de ruidos

Las molestias producidas por vecinos o por establecimientos de ocio nocturno, el ruido fuera de los horarios establecidos para los locales, la contaminación acústica y la música callejera siguen encabezando las quejas tramitadas por el Defensor del Ciudadano de Segovia. La nueva ordenanza contra el ruido, que está pendiente de su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia y que entrará en vigor en poco más de un mes, apunta directamente hacia estas actividades contra las que los vecinos vienen luchando.

Tanto la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, como la Asociación del Recinto Amurallado (AVRAS) y Segovia Cívica, además de los vecinos que a título particular han colaborado para sacar adelante esta ordenanza, están de acuerdo en que «la redacción definitiva, aunque habría sido mejorable en alguno de sus artículos, ha recogido de manera adecuada algunos de los aspectos más importantes que han sugerido estos colectivos».

Las asociaciones vecinales y los particulares que en su momento presentaron alegaciones al texto que propuso el Ayuntamiento han mantenido una reunión para hacer una primera valoración de la ordenanza, encuentro que también contó con la presencia de dos concejales del Partido Popular.

Encuentro vecinal

Tal y como advierten los colectivos vecinales, «ahora queda la parte más importante, que es que la ordenanza sea de efectiva aplicación por parte del Gobierno municipal y que de verdad sirva para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de Segovia, tan deteriorada en algunas zonas a consecuencia del ruido y el ocio nocturno. Para ello habrá que seguir trabajando y aportando todas las ideas que faciliten su desarrollo». En este sentido, «se ha acordado solicitar entrevistas con los representantes municipales que tienen responsabilidades en diferentes áreas relacionadas con temas de ocio nocturno, orden público, etcétera, y también se ha considerado interesante convocar un encuentro vecinal, para que todo el que quiera acudir tenga la posibilidad de conocer la nueva ordenanza y pueda aportar sus sugerencias».

Según explicó el presidente de Avras, Pedro Montarelo, la ordenanza «acepta como fundamental el derecho al descanso de los vecinos». A través de las alegaciones, se ha logrado que se corrijan algunos artículos, «que por haber sido copiados de otras ordenanzas, dejaban fuera algunas limitaciones. Por ejemplo, el hecho de que determinadas actividades en la vía publica molestan tanto de noche como de día», extremo este último que no se había contemplado, señaló Montarelo. «Poner música muy alta, gritar en la calle o producir en el domicilio ruidos que puedan molestar será sancionable tanto de noche como de día».

El presidente de Avras destacó que también se vigilará el nivel de decibelios de los músicos callejeros y también el de los actos públicos que organicen las instituciones, incluido el propio Ayuntamiento de la capital. «Ha sido unánime la opinión de que la colaboración de los distintos colectivos y vecinos ha resultado muy positiva, y que esa colaboración con los representantes políticos es la única vía eficaz en una sociedad verdaderamente democrática», señalan los representantes vecinales.

La nueva ordenanza, denominada de Ruidos y Vibraciones, aprobada el pasado 31 de mayo por el pleno del Ayuntamiento de Segovia con los votos en contra del grupo municipal del PP, sustituye a las dos normas municipales que estaban vigentes, la de ruidos de 1987 y la que se refiere a vehículos de motor de 2007, y establece varias novedades, entre ellas la que impone la obligación de realizar la zonificación acústica del suelo urbano y urbanizable en cada modificación o revisión del planeamiento urbanístico. También será obligatorio que los promotores de nuevas construcciones realicen estudios acústicos previos para obtener la licencia de obras, así como la de primer uso, tanto en edificios destinados a viviendas, usos hospitalarios, asistenciales, educativos o culturales.

Hasta 300.000 euros

La norma, que prevé sanciones de hasta 300.000 euros para las infracciones graves, supone la adaptación de la Ley 4/2009 del ruido de Castilla y León a la realidad de la ciudad». La ordenanza establece un control de las actividades de emisión acústica y añade un grupo más a los dos que fija la ley regional, pues si ésta indica las actividades con y sin música la norma municipal añade las relativas a las actuaciones musicales en directo, de manera que los locales deberán tener un mayor aislamiento además de los correspondientes limitadores de potencia.

No obstante, el Ayuntamiento ha sido flexible para que, dada la situación actual de la economía, los titulares de los locales con actividades musicales puedan disponer de un mayor plazo para realizar la adecuación, que es de seis años a partir de la publicación de la ley, es decir, hasta 2015.

Las infracciones graves van desde incumplir las condiciones acústicas establecidas en las licencias, a superar en más de 5 decibelios y hasta 10 decibelios los límites sonoros a circular con «escape libre» o con silenciador manipulado o no comparecer a una inspección. Las muy graves son superar los límites en más de 10 decibelios, romper los precintos del Ayuntamiento o cometer dos faltas graves en el plazo de dos años. En la escala de sanciones, la ordenanza establece que las faltas leves podrán ser sancionadas con multas de 50 a 600 euros, las graves de 601 a 12.000 euros y las muy graves de 12.001 a 300.000 euros.