Los conductores y vecinos de diversos pueblos denuncian el mal estado de muchas carreteras

Dicen que 'Cada uno cuenta la feria como le va en ella' y esto es lo que parece ser que pasa con las carreteras de la provincia de Salamanca. Hay alcaldes y, sobre todo, conductores que no dejan de quejarse y otros para los que la red provincial de carreteras está en perfecto estado. Pero las denuncias no dejan de aparecer por los tramos en los que no hay señalización horizontal, el aglomerado parece que ha desaparecido dejando zonas de tierra en el firme y algunas son tan estrechas que da miedo pasar por ellas. Y para constatar este hecho basta con darse unas vueltas por cualquiera de las comarcas de la provincia de Salamanca; ya sean titularidad de la Diputación, de la Junta o de los propios ayuntamientos, hay vías que parecen «caminos de cabras», explican algunos conductores.

El problema de la mayor parte de ellas es la falta conservación; algunas de las cuales están cada día peor por el gran número de vehículos que pasar por ellas. Javier Álvarez, alcalde de Los Santos, denuncia que todas las carreteras que unen su localidad con otros pueblos «están hechas una pena», tanto la que va a Endrinal, como la que les une con San Esteban de la Sierra o con Fuenterroble de Salvatierra. «Algunas hace años que ni se tocan, que nunca se han arreglado» y su estado «no puede ser peor», con baches, falta de señalización horizontal y un firme muy inestable, sin olvidar las cunetas sin limpiar. El Ayuntamiento, explica el primer edil, es consciente de que no hay dinero y que no se pueden hacer grandes obras pero pide a la Diputación que «al menos se mantengan» estas vías, ya que su mal estado es un gran problema para los que circulan a diario por ellas.

En la zona de Béjar, la carretera que une la ciudad textil con Aldeacipreste es, según algunos vecinos, el «eterno reclamo». Esta carretera, que pertenece a Diputación, no tiene grandes baches, en comparación con otras, pero su estrechez, sus curvas y los laterales de la misma, uno de los cuáles es un barranco y el otro una pared de monte y rocas de la que, a veces, se producen desprendimientos, la hacen peligrosa. «Y cuando pasa un tiempo sin que limpien las orillas de hierbas ya es imposible, no ves nada», aseguran los que transitan por ella. Según el exalcalde de Aldeacipreste, Justiniano Luengo, «la Diputación hizo mucho por esta zona, como traernos el agua hasta la puerta de las casas, pero ya hace como 15 años que nos reunieron por el tema de la carretera y nos dijeron que hasta que no arreglaran la otra, que es más importante, no empezarían por esta».

'La otra', a la que se refiere Justiniano es la que une El Cerro, Lagunilla, Valdelageve y, finalmente, Sotoserrano, la cual soporta un intenso tráfico, ya que «cualquier GPS te indica este recorrido para acceder, por ejemplo, desde el Valle del Jerte hasta La Alberca» y su estado, en general, no es «nada bueno» aparte de ser una carretera muy estrecha y con muchas curvas, explica el alcalde de Sotoserrano, Sebastián Requejo, quien señala la importancia de arreglar esta vía de titularidad de la Diputación, ya que es muy utilizada «por todos los que vienen del sur para llegar a Salamanca» y la impresión que da «de nuestra provincia al llegar a ella», añaden algunos vecinos, «no es nada positiva, ya que deja mucho que desear».

Una de las entradas a La Calzada de Béjar, precisamente por la carretera de Aldeacipreste a Béjar, es considerada un desastre por los vecinos. Se trata de un kilómetro de titularidad municipal lleno de profundos baches, pero el alcalde, Antonio González, asegura que no hay dinero para arreglarla ya que «con los treinta o cuarenta mil euros que costaría se pueden hacer muchas cosas necesarias para el pueblo» y añade que si la Diputación se quedara con su titularidad y la arreglara estaría «encantado» pero le han asegurado «que no hay dinero».

En la zona de Guijuelo destaca especialmente el estado de la carretera que une la villa chacinera con Santibáñez de Béjar, pasando por Guijo de Ávila. María José Herrero, alcaldesa de Guijo, destaca sobre todo que «según el GPS, esa carretera es la más corta para ir a Madrid, por lo que hay mucho tráfico, sobre todo por parte de los que no la conocen, que cuando la ven se asustan». Y es que se trata de una carretera especialmente estrecha, mal asfaltada, con mucha curva y con un arcén muy estrecho, incluso inexistente en algunos tramos. «Suelen venir a tapar baches una vez al año, pero porque no paro de llamarles para que vengan, ya me conocen por Fomento», asegura Herrero, quién añade que aunque solo se añadiera un poco de arcén, la carretera sería mucho mejor, pese a los baches. Además considera que si se arreglara la carretera tanto Guijo de Ávila como Santibáñez de Béjar se beneficiarían del turismo ya que están cerca de buenas comunicaciones, como es la autovía, y tienen un entorno especial con la sierra como telón de fondo y el embalse de Santa Teresa al lado.

Las denuncias llegan también de otras muchas zonas de la provincia, sobre todo, de la comarca de Ledesma, donde hace tan sólo unos días el alcalde de Canillas de Abajo, Alberto Hernández, culpaba a la Diputación del «aislamiento que sufre desde hace varios años el municipio, y la incomunicación que padecen todos los vecinos debido al mal estado de la única carretera de acceso que existe».

En la comarca de Vitigudino las voces llegan desde zonas como Hinojosa de Duero, Villavieja de Yeltes, Cerralbo u Olmedo. Todos denuncian el mismo hecho, la falta de mantenimiento de unas vías de comunicación que son esenciales para el desarrollo de sus pueblos.