Disfraces perrunos

«No me he podido resistir a participar en el concurso», decía ayer Rocío mientras esperaba en la Plaza Mayor con sus dos perros, Boris, un labrador negro de año y medio, y Pepa, una yorkshire de dos años, a que empezara el concurso de disfraces organizado por la Asociación Defensa Animal. Tanto Rocío como Boris lucían un disfraz de gallinas, mientras que a la pequeña Pepa decidieron vestirla como a un pollito que acababa de salir del cascarón. Gracias a su desparpajo, consiguieron alzarse con el primer premio en la categoría de mejor disfraz grupal.

El certamen contó con otras dos categorías. En la de disfraz más divertido, lograron hacerse con el primer premio Romeo y Sona, que iban disfrazados de raperos, mientras que en la categoría de mejor disfraz casero ganó la pequeña Vera, que se disfrazó de abeja junto a Pipo, un bichón maltés de un año. «Todos los años venimos a ver el concurso y este año, en cuanto le regalamos el perrito, dijo que había que hacerles un disfraz para participar en el certamen», explicó la madre de Vera.

De manera paralela al concurso, la Asociación Defensa Animal instaló también en la Plaza Mayor un mercadillo solidario en el que vendieron multitud de artículos para recaudar fondos para la protectora de animales, principalmente para comprar pienso y para costear los servicios veterinarios que necesitan los perros y los gatos a los que atienden.