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Joaquín Márquez Ruiz. / EL NORTE
«Otros pueblos tendrían que tomar el ejemplo de Nava»
JOAQUÍN MÁRQUEZ RUIZ, GANADOR DEL XI PREMIO GIL DE BIEDMA

«Otros pueblos tendrían que tomar el ejemplo de Nava»

«A los jóvenes que les gusta escribir poesía les diría que, si es lo que les gusta, sigan adelante», afirma el poeta

FERNANDO DE LA CALLE

Domingo, 19 de enero 2014, 15:46

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A sus 79 años, el poeta Joaquín Márquez Ruiz se muestra encantado con el premio poético Jaime Gil de Biedma y Alba que el pasado ocho de enero se hizo público en Nava de la Asunción con la unanimidad del jurado. Todo un veterano en este tipo de premios que sin embargo destaca este último «fundamentalmente por lo que significa un premio que lleva este nombre». El poema, 'Fontana di Trevi', forma parte de un poemario que aún no tiene fecha de publicación.

Ha ganado ya muchos premios en su vida, ¿le sigue gustando de igual forma cuando le dan uno?

Claro, es que depende. Cuando yo pienso que hay un grado que no se deja convencer por los amiguetes como es este caso, lo sé por otros amigos que lo han ganado, y tiene una dotación interesante pues me parece muy bien presentarme a este tipo de premios, a este premio concretamente. Y además el nombre me atraía también.

¿Quién es para usted el poeta Jaime Gil de Biedma?

Creo que es una de las cumbres de la poesía en castellano, un poeta extraordinario con una obra no excesivamente amplia pero tampoco tenía porqué. Lo que sí me parece que es un poeta dentro de las cumbres, concretamente en su generación si no el mejor, de los mejores.

¿Conocía la vinculación de Jaime con Nava de la Asunción?

Sí, sí que lo había leído en alguna ocasión, lo sabía.

¿Qué le parece que un pueblo pequeño como es Nava, tengan un premio de estas características?

Lo que me parece es que otros muchos pueblos tendrían que tomar ejemplo de esto porque hay montones de pueblos que han tenido a alguien importante, lo mismo poetas que cualquier otro tipo de artistas, y sin embargo ni los nombran, o al menos no hacen nada que engrandezca su nombre. Habla por sí solo del pueblo y además un premio así que se mantiene en las condiciones actuales me parece una maravilla y para dar ejemplo.

En Nava de la Asunción hay también un certamen de poesía para público adolescente. Desde su experiencia, ¿qué les diría a los jóvenes que quieren dedicarse al mundo de la poesía en este momento?

No es cuestión de dedicarse, uno tiene la sensación o ese interés en escribir sin pensar en dedicarse, además viene un poco después. A los jóvenes, simplemente les diría que si es lo que les gusta que sigan, a pesar de los inconvenientes que hoy tiene el tema de la poesía, concretamente porque es difícil publicar, no publican con facilidad en absoluto y los premios cada vez son menos y están más dados de antemano. Es decir, el panorama en ese sentido es bastante defectuoso.

Vamos, que no se puede vivir de la poesía.

No, no, Nunca. No viven ni los poetas verdaderamente importantes, tienen cada uno su trabajo. A menos que al mismo tiempo sean novelistas y por ahí se busque una vía mejor, pero con la poesía en absoluto.

Usted es novelista y poeta. ¿Se puede elegir entre estos dos hijos?

Se puede. Yo realmente pienso que la mayoría de los buenos novelistas han sido poetas. Quiero decir que su vocación primera pudo ser poeta. En mi caso lo otro es una especie de complemento, entre inspiración e inspiración pues he ido escribiendo esas cuatro novelas que son las que tengo. Y no pienso escribir ninguna más, aunque eso nunca se sabe del todo, pero en principio creo que no.

¿En qué se encuentra ahora ocupado?

Tengo un poemario que estoy retocando y preparando, está prácticamente terminado pero ahora será cuestión de ver donde lo voy a publicar, y desgraciadamente la única forma de publicarlo es mandarlo a un premio que sea honesto y que tengas la suerte de que te lo publiquen.

¿El poema ganador forma parte de este poemario? ¿Qué puede contar de él?

Sí, sí que lo es. Es un poema de una fotografía que tengo de mi estancia en Roma que me hicieron unos amigos en la Fontana di Trevi. Y en un ángulo del retrato aparece una joven que estaba echando su moneda al agua, y esto me hizo crear ese problema.

El jurado ha destacado la frescura del poema y se sorprendió de sus 79 años. ¿Qué le parece?

Para mí es muy sencillo, por dentro nunca se hace viejo. Me río igual, me tomo las mismas copas y yo creo que escribo igual o algo mejor, he tenido tiempo

¿Acudirá a recoger el premio?

Ese es el problema, andamos con médicos y me va a costar trabajo. Mi intención, y fue lo primero que dije cuando me llamaron era ir, pero estoy viendo que en principio me parece un plan muy difícil porque estamos mi mujer y yo de médicos. Hablaré con ellos y les explicaré lo que ocurre. Lo sentiré muchísimo porque me encantaría ir.

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