Un comité de expertos evaluará el plan para restaurar la fachada universitaria

El proyecto para acometer la anhelada rehabilitación de la fachada del Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca está prácticamente ultimado. El interdisciplinar equipo de especialistas que ha redactado el citado documento tiene culminada su redacción, por lo que en fechas venideras el complejo proceso administrativo para acometer la restauración de una de las referencias mundiales más importantes de la Salamanca monumental comenzará a adquirir la velocidad deseada.

La Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León se prepara ya para remitir próximamente los contenidos del proyecto a un comité de expertos, con el fin de que hagan una «revisión crítica» del mismo, según explica el director gerente de la citada fundación, Ramón Álvarez Vega. Arquitectos, aparejadores y especialistas en este tipo de piedra han trabajado codo a codo durante los dos últimos años para detectar las deficiencias que padece la fachada de las Escuelas Mayores y determinar los ejes por donde deben pibotar los delicados trabajos de restauración. «Los daños que hemos localizado se sitúan en la parte superior de la fachada», puntualiza Álvarez Vega, quien alude a los problemas que generan desde «las palomas» hasta «las humedades», que explican el evidente deterioro del ático, desperfectos que pueden ser contemplados con una simple mirada al monumental conjunto arquitectónico.

El comité de expertos que pondrá la lupa y examinará con detenimiento el proyecto redactado congrega en sus filas a especialistas de primer orden, con perfiles profesionales como los de catedrático universitario y experto en patrimonio histórico, amén de representantes de la Junta y de la propia Universidad de Salamanca. Una vez que el citado comité concluya el diagnóstico del proyecto y emita su punto de vista, la pelota pasará a otras instancias, concretamente a las de la Comisión Regional de Patrimonio. Se trata de un trámite obligado en este tipo de actuaciones, dado que estamos hablando de una fachada centenaria, etiquetada como uno de los buques insignia del patrimonio histórico de la capital de Tormes y que forma parte del imaginario colectivo de los millones de turistas que han visitado Salamanca durante décadas y siglos.

El director gerente de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León se muestra prudente y prefiere no aventurar fechas para el comienzo de las obras, ya que todo ello hay que enmarcarlo en un rompecabezas de trámites. No en vano, antes de empezar las obras, y una vez que el comité de expertos y la Comisión Regional de Patrimonio de Castilla y León hayan bendecido el proyecto con la posible introducción de las mejoras que consideren oportunas, habrá que sacar a concurso público el plan de restauración de la fachada del Edificio Histórico. Y, posteriormente, deberá resolverse el concurso y procederse a adjudicar las obras. Por ello, el director gerente es reacio a bajarar fechas para el inicio de los trabajos.

Esta actuación de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León engarza directamente con Ascensum, una iniciativa que se desarrolló entre el 1 de junio y el 14 de octubre de 2012, también promovida por esta misma fundación, y que consistió en la utilización de un elevador para permitir a los turistas contemplar de una forma precisa la emblemática fachada.

De esta forma, las más de 7.800 personas que utilizaron Ascensum pudieron apreciar cada uno de los detalles del cuajado tapiz plateresco que atrae cada año la visita de dos millones de turistas. Para ello, se utilizó una plataforma que iba ascendiendo por la fachada y en la que los visitantes disfrutaban con las explicaciones de un guía especializado. Este andamio de gran altura se instaló, además, como medio auxiliar para los trabajos de estudio y documentación de la fachada, cuyo objetivo final es, precisamente, la restauración de la misma, un proyecto que ya está en ciernes. Y todo ello en el marco del convenio de colaboración suscrito entre la Fundación del Patrimonio Histórico, la Universidad de Salamanca y la empresa Enusa Industrias Avanzadas.