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Una de las salas del Roxy, vacía. / RAMÓN GÓMEZ
Valladolid dice adiós a su último cine histórico con el cierre del Roxy
CINE

Valladolid dice adiós a su último cine histórico con el cierre del Roxy

El Ayuntamiento mira hacia el Carrión como nueva sede para proyecciones de Seminci

V. V.

Viernes, 10 de enero 2014, 11:38

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La claqueta final del cine Roxy (este miércoles 8 de enero) certifica el cambio de modelo que ha vivido el negocio cinematográfico en este siglo XXI y sitúa a Valladolid en el triste listado de ciudades que pierden sus históricas salas de proyección. Con el cierre del coliseo situado en María de Molina, abierto en 1936, Valladolid pierde no solo mil butacas en el centro, sino también parte de su patrimonio cultural. Ya no hay ni rastro de los cines en los que se pudo ver por primera vez 'El puente sobre el río Kwai', 'La guerra de las galaxias' o 'Solo ante el peligro'.

Los Manhattan, en la calle Cervantes, pueden presumir ahora de ser los cines más antiguos de la ciudad (abrieron en 1983). Hoy precisamente se cumplen 31 años de su inauguración, que se presentó como la de los primeros multicines de Valladolid. «Para mí es muy triste vivir el aniversario a la vez que el cierre del Roxy. Cuando yo llegué, esta ciudad estaba llena de cines... y ahora solo quedamos tres en el centro», explica Paco de las Heras, gerente del Manhattan... y también del Broadway, cuyas butacas se empezarona ocupar en mayo de 1996. Entre medias encendió sus proyectores el Casablanca. Lo hizo en Plateriás, en mayo de 1987. En 2002 se mudaron a Leopoldo Cano. Y desde allí ofrecen una cartelera diferente «que apenas tendría cuota en la multisala de un centro comercial», explica Luis Javier Fernández, quien trabajó en el Embajadores, el Vistarama o el Lope de Vega y hoy ve con pesar «la marcha del Roxy». Estas son las tres salas de exhibición que subsisten en el centro, los herederos del cine de barrio, de las salas en el centro, de la tarde de paseo y peli.

En total, el trío Broadway-Manhattan-Casablanca suma 2.833 (el 27,7%) de las butacas que hay en Valladolid y su entorno. El resto, 7.375 plazas (el 72,3%) están ubicadas en los minicines de los centros comerciales. Son 1.746 en Vallsur, 4.083 en Zaratán y 1.546 en Río Shopping. La apertura el año pasado de este último complejo trajo a la provincia un respiro. Después de años de cierre, Valladolid volvía a sumar nuevas salas... y esto provocó además un repunte en el número de espectadores, después de seis temporadas seguidas con caídas en la recaudación.

Aún así, el sector vive unos momentos complicados, con la las descargas de Internet a la cabeza. «Pero el cine en el centro no ha muerto», afirma De las Heras. «Lo hemos visto estas Navidades. Y lo interersante es que la gente que va al cine, también da vida a la ciudad, a las calles. Hay que inyectar optimismo, hay que empezar a trabajar para no destrozar el centro de la ciudad y que no pierda servicios», añade el empresario cinematográfico.

La concejala de Cultura, Mercedes Cantalapiedra, ha recordado que pese a la «cierta pena y nostalgia» que supone el cierre del Roxy, el espacio no estará «muerto», puesto que tendrá «con carácter inmediato» una nueva actividad, con el traslado hasta este inmueble de María de Molina de las salas de juego del Casino, que mantendrá en Boecillo su rama hostelera.

Eso sí, la despedida del Roxy obligará a buscar un nuevo espacio de proyección para la Seminci. Cantalapiedra desveló ayer que el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con el Carrión para que pueda albergar las sesiones que hasta ahora acogía el Roxy. El problema es que se hace necesaria una inversión para que el Carrión pueda ofrecer proyecciones digitales.

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