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Sus Majestades llegan a Béjar a lomos de un camello, una elefanta africana y un dromedario
CABALGATA DE REYES

Sus Majestades llegan a Béjar a lomos de un camello, una elefanta africana y un dromedario

El desfile se cerró finalmente sin ningún percance pese a las protestas, y los niños y sus familiares llenaron de alegría e ilusión las calles de la ciudad textil

ELENA GÓMEZ

Martes, 7 de enero 2014, 11:13

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Miles de personas llenaron ayer las calles de Béjar para dar la bienvenida a la ciudad a los tres Reyes Magos, llegados desde Oriente aprovechando la tregua que dio la lluvia. Pasadas las 18 horas, las 12 carrozas elaboradas por diferentes asociaciones, entidades y grupos de la ciudad, y que representaban motivos tan diversos como personajes de dibujos, el circo, los cuentos o la propia ciudad de Béjar, empezaron a desfilar desde la calle Recreo, punto de inicio de la cabalgata.

Pero sin lugar a dudas el mayor atractivo de una cabalgata son los Reyes, y este año en Béjar especialmente, ya que venían precedidos por un rebaño de 150 ruidosas e inquietas ocas, que hacían las delicias de los presentes, y montados en animales exóticos. De este modo Melchor apareció a lomos de un camello, Gaspar sobre un dromedario y Baltasar encima de Baby, una elefanta africana cuya presencia despertaba el interés de todo el público.

La primera parada fue en los cañones de la calle Libertad para tirar caramelos, ya que este año solo se podía cuando los camiones estuvieran parados aunque algún pequeño, fruto de la emoción, los tiró también en marcha. Tras la parada, la cabalgata se dirigió hacia la plaza de España donde miembros del Ayuntamiento y de las diferentes carrozas encendieron los farolillos para celebrar la conocida como fiesta de los deseos. Aunque finalmente no hubo que lamentar incidentes, el viento provocó que algunos farolillos se dirigieran hacia el público o hacia los árboles del parque municipal, provocando que alguno de ellos se pudiera prender, aunque finalmente no fue así.

Tras celebrar la fiesta de los deseos en una abarrotada Plaza de España, los Reyes se encaminaron hacia la Plaza Mayor, pasando por la calle Mayor. Dada la estrechez de las calles, algunas de las carrozas tuvieron que pasar muy poco a poco por algunos tramos, lo que retrasó un poco el recorrido. Una vez llegados a la Plaza Mayor, los Reyes fueron a hacer sus ofrendas al Niño Jesús, que estaba acompañado de la Virgen María, San José, algunas pastoras e incluso de un soldado romano. Tras la entrega de ofrendas dejaron a los animales descansando y subieron al balcón del Ayuntamiento, donde el alcalde, Alejo Riñones, se dirigió a ellos, y a toda la ciudad, deseando que este año los Reyes trajeran muchos regalos a los niños bejaranos y trabajo y felicidad a los mayores. A continuación hizo entrega de la llave de la ciudad a los Reyes, para que por la noche pudieran entrar en todas las casas de Béjar.

Tras reemprender la marcha, los Reyes se dirigieron hacia el barrio de La Antigua, donde había mucho menos público que en los tramos anteriores, pero en el que los vecinos miraban igual de ilusionados el paso de la cabalgata de los Reyes, que también se habían acordado de ellos. Finalmente, y tras comenzar a llover débilmente, la comitiva real llegó hasta La Fabril, punto final del recorrido, donde se hicieron fotos con todos los niños que iban en las carrozas y que no habían podido disfrutar de ellos durante el recorrido.

Polémica

Para la cabalgata de este año se había desplegado un fuerte dispositivo de seguridad con el fin de evitar que hubiera problemas, sin embargo, aún habiendo más gente que nunca en la cabalgata de Reyes de Béjar, no se registró ningún incidente grave, más allá de alguna pequeña caída por la cantidad de gente que había y el problema con los farolillos. Tampoco se perdió ningún niño este año, frente a los tres que tuvieron que ir a buscar al puesto de la policía en el Ayuntamiento el año pasado. Eso sí, una de las ocas sufrió un pequeño corte en una pata, probablemente por un cristal, que le hizo sangrar durante parte de la cabalgata.

Sin embargo sí hubo protesta, y no solo por los problemas de seguridad que podía suponer una cabalgata de estas características, si no por el gasto que la misma ha supuesto y por el uso de animales en este tipo de actos. Minutos antes de la cabalgata, las dos recogidas de firmas iniciadas en la plataforma Change.org para evitar la presencia de animales en la cabalgata de Reyes de Béjar, recogían unas 3.180 firmas y, en el propio acto, a la altura del museo Mateo Hernández, una decena de personas mostraron pancartas donde expresaban su rechazo a este tipo de eventos.

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