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Trabajadores de la fundación Juan Soñador, en su sede de Pajarillos. / Henar Sastre
El refugio de los jóvenes excluidos
ACCIÓN SOCIAL

El refugio de los jóvenes excluidos

La fundación Juan Soñador ofrece en Valladolid programas de intervención para menores, aunque la crisis ha ampliado su perfil de usuarios

V. V.

Domingo, 15 de diciembre 2013, 22:55

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La Fundación Juan Soñador ha celebrado este mes sus doce años de trabajo en Pajarillos con un repaso por la actividad desarrollada a lo largo de este tiempo, lo que ha permitido comprobar cómo la crisis influye también en el perfil de usuarios de un programa que ha atendido a cientos de jóvenes y que ahora, por los nuevos tiempos económicos, tiene que abrirse hacia otro tipo de usuarios.

Juan Soñador en Valladolid con el apellido Horizonte nació como lógica extensión de la Casa de Juventud Aleste. Un grupo de educadores, monitores y voluntarios vieron la necesidad de diseñar un espacio de intervención socioeducativa con adolescentes y jóvenes en situación de riesgo. Y así, en 2001, y con el respaldo de los salesianos, nace el centro de día Alalba. En 2002 la atención se ampliaría con un taller de hostelería; en 2003 nacería el programa Despega de orientación laboral, que la vivienda El Desván abriría sus puertas en 2004. En 2008 comenzarían las líneas de intervención psicológica. En 2009, los programas de cualificación profesional. En 2010, el trabajo en red. En 2011, la apuesta por las empresas de economía social. En 2012, el refuerzo de los proyectos educativos. La penúltima línea, la de 2013, hace referencia a un programa específico, auspiciado por la consejería de Familia, para prevenir la violencia de género entre adolescentes. Y ahora stán pendientes de una subvención para la generación de empleo a través del Ecyl con personas en situación de riesgo.

Estos doce años de intenso trabajo 19 empleados, cinco voluntarios, decenas de colaboradores desde Pajarillos tienen su reflejo este domingo en un reportaje la edición impresa de El Norte de Castilla y en kioskoymas.com. Allí se hace un repaso a las acciones emprendidas por Juan Soñador y cómo ha variado el perfil de usuarios, por ejemplo, en el programa de orientación laboral Despega. Es verdad que en un principio la mayoría de sus usuarios eran jóvenes, pero la actual situación económica les ha obligado a abrirse a otro perfil de usuarios. Su punto de atención, en la calle Sisón, es un reflejo de lo que ha vivido el país en los últimos años. «En 2007 tuvimos una oleada de jóvenes inmigrantes. Personas de Marruecos, de Rumanía o de Bulgaria que se acercaban para optar a un trabajo», explica Edurne. Desde 2011, con la crisis en las entrañas y muchas prestaciones de desempleo caducadas, se ha multiplicado el número de usuarios españoles, mayores de 50 años o mujeres que no han trabajado nunca y que ahora tienen que zambullirse en el mercado laboral para llevar ingresos a casa.

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