Un tesoro musical y material

Con un lleno absoluto, la Sala Cultural Alfonsa de la Torre se vistió de gala el pasado sábado durante la presentación del 'Cancionero de la memoria', un trabajo de la Iniciativa Social de Mujeres Rurales (Ismur) y la organización Colectivos de Acción Solidaria (CAS), que recupera parte de la tradición oral y musical de la comarca de la Tierra de Pinares segoviana.

El acto contó con las intervenciones de Rosa Arranz, presidenta de Ismur; María del Mar Martín, presidenta de CAS y gerente de Codinse; Carlos Porro, etnógrafo y músico autor del prólogo del libro; Carmen Escalante, miembro de la junta directiva de Ismur, María de la Flor, como representante de una de las 165 personas participantes en los encuentros que han sido la base para la elaboración del Cancionero, y Luis Ramos, que se ha encargado del estudio, el trabajo de campo y las transcripciones musicales.

Durante sus intervenciones destacaron la importancia del proyecto y el resultado en forma de un disco libro con el que se ha tratado de recuperar parte del patrimonio inmaterial y de la cultura de la zona, y dejar ese legado para las generaciones venideras. Señalaron los ponentes que la iniciativa, incluida en el proyecto 'De mayor a menor', viene a enriquecer el patrimonio cultural y tradicional de Segovia, que era necesario plasmar en la documentación.

También agradecieron la colaboración a todas y cada una de las personas que de una forma u otra han participado y colaborado para que el 'Cancionero de la memoria' sea una realidad, alabando su sensibilidad y su buen hacer como parte de la composición final del trabajo.

Pero lo mejor de la presentación llegó a continuación, en un segundo bloque en el que algunos de los participantes en los encuentros compartieron con el público su saber en forma de poesías, trabalenguas, canciones o música.

Trabalenguas y poesías

Aportando conocimiento y riqueza, pasaron por el escenario personas como Lucinia Lázaro, quien dejó al público boquiabierto con eltrabalenguas que recitó, recibido con un gran aplauso. Estos se sucedieron durante todo el acto, en el que Lucinia, que participó en un encuentro realizado en Samboal, también recitó una poesía aprendida, que no se ha podido reflejar en el libro, pero que queda dentro del material recuperado para la memoria.

Luego fue el turno de Baudilia Herrero, también de Samboal. De ella el libro incluye unas estrofas de jota que aprendió de su padre y también una nana que se usa como villancico de adoración al Niño. Con su voz algo dañada entonó un fandanguillo y la nana, arrebatando también fuertes aplausos del público. Mientras se sucedían las actuaciones, Luis Ramos iba explicando a los asistentes algunos encuentros, contando anécdotas, incluyendo fotografías e incluso algún vídeo, como en la 'Canción del Pajarito', que se canta habitualmente en Villaverde de Íscar por la fiesta de Santa Águeda.

Tampoco faltaron sobre el escenario los ritmos de la dulzaina y el tamboril, que llegaron de la mano de Víctor Sanz y Miguel Lobo, persona que ha dedicado su vida a la música y que representa una generación de músicos rurales. Otra de las actuaciones que llamó la atención fue la de Basi Acebes, quien entonó 'La Molinera' acompañando al ritmo de Las Panaderas con las manos, un acto al que también se unió Luis Ramos.

Como se deduce de esta presentación realizada en Cuéllar, el 'Cancionero de la memoria' es ya un trabajo imprescindible para los amantes del folklore y para la recuperación de cantares y saberes.