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RAQUEL MARTÍNEZ
Viernes, 15 de noviembre 2013, 14:12
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Tal día como ayer, pero hace 25 años, se constituía en Palencia la Asociación Síndrome de Down (Asdopa) con el objetivo de lograr la plena integración de las personas con síndrome de Down en el ámbito familiar, educativo, laboral y social, así como para luchar por sus derechos de una manera decidida y más organizada. En la actualidad, un cuarto de siglo después, aunque ya se han eliminado muchas barreras, los fines de la asociación siguen siendo los mismos. «Se ha recorrido un camino importante, pero aún queda por andar un largo trecho, un camino en el que, desde una sociedad más humanizada y más solidaria, se integre plenamente a todas las personas con diversidad funcional en todos los ámbitos, pero sobre todo en los de la educación, autonomía personal y laboral», destacó ayer la presidenta de Asdopa, Valle Laso, en el acto de celebración del vigésimo quinto aniversario de la agrupación, que se celebró en el Centro Cultural Provincial de la Diputación.
Uno de los mayores esfuerzos que se están haciendo actualmente desde la asociación es el de conseguir la plena integración de los niños con síndrome de Down en el sistema educativo. Valle Laso demandó ayer el compromiso de las administraciones por implantar un sistema educativo plenamente inclusivo, donde las personas con diversidad funcional, intelectual y de otros tipos puedan desarrollar sus capacidades en un entorno normalizado y con los apoyos necesarios.
«Hace 25 años, los fundadores de la asociación sí que encontraron problemas para que se admitiera a sus hijos en los colegios, y eso ahora ya está más normalizando, aunque no del todo, ya que aún hay segregación», agregó Valle Laso, quien aboga por la integración total de los niños con síndrome de Down con los apoyos necesarios. «La sociedad es muy amplia, y lo que ven ellos en los colegios especiales es una visión muy parcial, y eso no tendría que ser así», recalcó.
En la actualidad, la mayor parte de las treinta familias que integran Asdopa llevan a sus hijos a centros integrados y solo cuatro niños van al Centro de Educación Especial Carrechiquilla. «La educación es primordial para eliminar las barreras existentes. Si nuestros hijos van desde pequeños con otros niños a los colegios, estos últimos verán la situación normalizada porque los habrán tenido como compañeros y los conocerán mejor», señaló Valle Laso.
El objetivo final es la integración total de los usuarios de Asdopa en todos los ámbitos de la sociedad, por lo que a la inmersión educativa le deben seguir la laboral y la consecución de una vida autónoma. De todo esto se encarga el Programa Progresa, que forma este año a seis alumnos de entre 23 y 30 años para prepararles para una vida independiente y para hacerse un hueco en el mercado laboral. De septiembre a junio, en clases de mañana, los alumnos se forman en habilidades sociales, informática, empleo, prevención de riesgos, sexualidad y deporte adaptado, entre otras disciplinas. «Queremos firmar algún convenio para que nuestros alumnos puedan hacer prácticas este año, porque las empresas donde hicieron prácticas el pasado año quedaron muy contentas con el trabajo que realizaron», señala Carmen del Barrio, que lleva quince años trabajando en Asdopa, primero como trabajadora social y después como profesora.
En su afán por conseguir la mayor autonomía para los usuarios de la asociación, los padres se han planteado alguna vez la posibilidad de contar con pisos tutelados, pero la presidenta de Asdopa considera que aún no es el momento adecuado para poner en marcha este tipo de servicio. «Creemos que todavía ni los chicos ni los padres están preparados, aunque tenemos usuarios cercanos a la treintena con los que sería el momento de empezar a trabajar al respecto», afirmó. «No obstante, un objetivo más a corto plazo que tenemos es conseguir la integración laboral más que la vida autónoma, ya que pensamos que si no tienen trabajo, no pueden vivir solos, por eso nuestra prioridad es hacerles un hueco en el mercado laboral», abundó Valle Laso.
«Demandamos para ellos los derechos y servicios que les corresponden en igualdad de condiciones que al resto de las personas de esta sociedad, porque raras veces las mayorías piensan en las minorías, y ello conlleva que estas tengan que reivindicar, luchar y conquistar los espacios y derechos que les corresponden», agregó la presidenta de la Asociación Síndrome de Down, quien remarcó el esfuerzo y el compromiso que las familias y profesionales de Asdopa llevan realizando desde hace 25 años para conseguir la tan anhelada integración de las personas con síndrome de Down.
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