Traspinedo homenajea a José Velicia, el creador de Las Edades del Hombre

Querido, admirado y reconocido en su 'Traspi' natal. Así se debió sentir en el cielo la personalidad más ilustre de Traspinedo, el sacerdote José Velicia Berzosa, creador e impulsor de Las Edades del Hombre que recibió ayer sábado un merecido homenaje de sus vecinos, familiares, amigos, autoridades políticas y toda la comunidad eclesiástica y diocesana, cuya historia del siglo XX no se podría entender sin la figura clave de Velicia como se refleja en la exposición 'Memoria Agradecida' en su honor que durante dos meses estará abierta al público en la iglesia de San Martín de Tours de Traspinedo y que ayer fue inaugurada durante la jornada conmemorativa.

En su intervención, el arzobispo de Valladolid, monseñor Ricardo Blázquez, definió a Velicia como una persona «abierta, generosa, atenta, alegre y amable, con mucha capacidad intelectual y con un talante acogedor, una disponibilidad total y un gran sentido del humor. Un sacerdote que era feliz haciendo su labor y que emergía entre los conocidos de la Diócesis como un regalo de Dios, con una inmensa capacidad de diálogo y fe. Siempre en buena convergencia de personas y voluntades para lograr que los proyectos llegaran a su fin ante el reconocimiento de todos. Él planteó Las Edades en el momento justo para buscar respuestas a la necesidad de iglesia y arte ante una historia de desencuentro y de honda amistad», afirmó Blázquez, quien estuvo acompañado por el arzobispo emérito de Valladolid, José Delicado Baeza, el párroco local, Antonio da Silva, y el diácono, Patricio Fernández, que glosó la vida, obra y figura de Velicia.

Minutos antes, el alcalde de Traspinedo, Jesús Bazán, descubrió una placa conmemorativa en la vivienda de la calle Mayor donde nació y vivió José Velicia. «Han pasado 16 años de su muerte y todavía nos acordamos de él porque era una gran persona y muy de su pueblo al que siempre llevaba en el corazón», destacó ante la concurrencia.

Otra de las pasiones de José Velicia fue la música. Por eso la parroquia como organizadora del evento, en colaboración del Ayuntamiento, la familia, Arzobispado y la Fundación Las Edades del Hombre, entre otros, tuvo el detalle de programar un concierto de violonchelo con la interpretación de la música de Bach (Suite número 1 en sol mayor), una de sus preferidas. A continuación se proyectó un audiovisual sobre la primera exposición de Las Edades en Valladolid (1988) de la que fue artífice junto con otros cuatro pilares José Jiménez Lozano, Eloísa García de Wattemberg, Pablo Puente y Sebastián Battaner y quedó abierta al público la exposición 'Memoria Agradecida' que se puede visitar hasta el 15 de septiembre (de martes a sábado, de 11:00 a 13:30 y de 17:00 a 19:30 horas. Domingos y festivos de 11:00 a 13:00 horas. Lunes cerrado).

A través de imágenes, fotografías y objetos personales los asistentes pueden contemplar la andadura de este ilustre sacerdote 'por tierras de Traspinedo' en sus primeros años en su localidad natal (primera comunión, bautizo, relación con familiares y amigos), después su etapa en el Seminario Diocesano de Valladolid y la Pontificia, su ordenación como sacerdote y su primer destino en Olmedo, el comienzo de su amistad con José Jiménez Lozano, el sueño de la restauración que quería realizar en el Monasterio de Santa María de Valbuena (en San Bernardo) y cómo se fue gestando la idea de Las Edades del Hombre a raíz de una exposición que Velicia vio en Barcelona y quedó maravillado. Sus libros, sus discos favoritos, premios, alguna de sus pipas y hasta el cáliz con el que cantaba misa y que donó a la iglesia del pueblo sirven para hacer un profundo recorrido por su vida de fe y cultura, y ver la manera de trabajo en equipo que le caracterizaba además de su compromiso con los más necesitados. Uno de los rincones más llamativos de la muestra es el de su incursión por Las Edades del Hombre, 'un pan amasado por muchas manos' y las primeras exposiciones que ya resultaron un rotundo éxito en Valladolid, Burgos, León, Salamanca, Amberes y en el Burgo de Osma.