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Las chicas, en una instantánea de los años sesenta.
Los niños del antiguo Hospicio
HISTORIA

Los niños del antiguo Hospicio

Los alumnos de la vieja Residencia Provincial vuelven a reunirse el domingo para celebrar el 50º aniversario de su asociación

CARLOS ÁLVARO

Domingo, 30 de junio 2013, 01:50

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Han pasado muchos años, pero compartieron las vivencias de la infancia y su recuerdo les unirá para siempre. Les gusta decir que son hermanos de leche, o de puchero, y como una familia funcionan. Todos los años se reúnen, visitan las dependencias de 'La Resi', que actualmente albergan una de las universidades privadas más prestigiosas y selectas de Europa (IE Universidad), y celebran una comida de hermandad. Este domingo, 30 de junio, celebrarán el 50º aniversario de la fundación de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Residencia Provincial, que agrupa a más de trescientos hospicianos. Posiblemente acudan todos, porque nadie quiere perderse la oportunidad de reencontrarse con los suyos, con su otra familia.

José Sánchez Caravaca (Segovia, 1941) preside la asociación desde 1983, aunque en la asamblea del domingo quiere dar por concluido su ciclo. Le brillan algo los ojos cuando recuerda su paso por el Hospicio, nueve años de su vida: «Llegué en 1950, con 9 años de edad, y salí en el 59, con 18. Andaba mendigando por las calles porque mi madre se había quedado viuda y apenas podía mantenernos. Me pilló la policía y me enviaron al Hospicio. Recuerdo que cuando llegué se me cayó el alma a los pies, porque vi a los chicos con los pies descalzos. Nunca había estado enfermo hasta que entré en 'La Resi'. No me olvidaré jamás del frío, de los sabañones y de las judías verdes que me obligaban a comer. Pero no todo son recuerdos malos, porque en nueve años también hubo ratos buenos, los amigos, los compañeros, la unión...»

Las Hijas de la Caridad atendían, con la mano dura propia de la época, los antiguos Establecimientos Provinciales de Beneficencia, desde la Casa Cuna hasta la residencia de ancianos. La mayoría de los niños que entraban en el Hospicio procedían de familias sin recursos o eran hijos de madres solteras, un manchón imperdonable en la España de Franco. «¡Cuántos recién nacidos abandonaban en el torno!», apunta José. En 'La Resi' estudiaban la primaria y a partir de los 14 años se les preparaba para ejercer un oficio. «La mayoría de los chicos salían sabiendo fontanería, imprenta..., pero a las chicas solo se nos preparaba para saber llevar una casa. Cuando salíamos de allí sabíamos coser y bordar, pero poco más. Evidentemente, era una educación machista, pero era la época», añade Loren López, una de las últimas alumnas de 'La Resi', que cerró sus puertas en el antiguo convento de Santo Domingo en el año 1977. «Yo entré porque mi madre enviudó y no podía mantenernos a los tres hermanos. Entré en 1970 y salí en 1977. A pesar de todo, viví un tiempo muy bonito en el que hice muchas amigas. Yo me quedo con la unión, la unión que teníamos y que afortunadamente mantenemos en la actualidad a pesar de los años transcurridos», sostiene.

Las monjas

Los antiguos alumnos de 'La Resi' hablan de monjas buenas y de monjas no tan buenas. Sor María era un represora en toda regla. No así sor Fermina, la 'profe' de Música, o sor Remedios, «que abrió las ventanas a la libertad» en una época, los setenta, en que corrían aires de cambio. Lo cuenta Juana Montes, otra de las antiguas alumnas: «Recuerdo que dijo: esto no puede seguir así. Estas niñas no pueden seguir llevando todas el mismo vestido y el mismo corte de pelo. ¿Qué pasará cuándo salgan de aquí y se encuentren en la calle?»

Juana pasó los primeros 19 años de su vida en el Hospicio. «Llegué a lo seis días de nacer. Mi madre era viuda, pero se quedó embarazada, y ya sabemos lo que ocurría en esos casos. Allí me crié; allí pasé mi infancia, mi adolescencia y mi primera juventud. Hubo malos momentos, pero también muy buenos. Y yo siempre me quedo con los buenos», confiesa. Las anécdotas llegan a su cabeza con nitidez: «Recuerdo con especial cariño los años de la pubertad, cuando empezaban a gustarte los chicos y te las tenías que ingeniar para quedar con ellos sin que las monjas se dieran cuenta. Niños y niñas estábamos separados, pero nos veíamos cuando podíamos, especialmente los sábados, aprovechando que íbamos a confesar. Intercambiábamos notitas y mensajes. La vigilancia era muy estricta. '¡Estáis llenas de pecado, llenas de pecado!', solían decirnos las monjas. Son frases que no olvidas jamás. Con las niñas eran incluso más estrictas que con los niños».

No fueron años fáciles. La letra entraba con sangre, se pasaba hambre y frío, y por las mañanas, todas las mañanas, se cantaba el 'Cara el sol'. «Pero aquí estamos».

«Queremos hacer de este día algo grande»

Lo dice el presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Residencia Provincial, José Sánchez Caravaca, en la carta en la que convoca a la cita del este domingo: «Este año con más fuerza aún os pedimos que animéis a todos aquellos que conozcáis y que también compartieron años en 'La Resi' para hacer de este día algo grande».

Los antiguos hospicianos han quedado el domingo, a las 10 de la mañana, en la plaza de San Lorenzo. A las 11:30 escucharán misa en la Cueva de Santo Domingo. Después celebrarán un vino y visitaran IE Universidad, el antiguo Hospicio. A las 14:30 horas almorzarán en el restaurante Lago. Habrá sorteo de regalos, orquesta y baile. Además, se celebrará una asamblea en la que se renovará la directiva.

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